En medio de la paralización efectuada por la Federación de Trabajadores de la Salud debido a demandas laborales, y tras una reunión efectuada al interior del hospital de Coquimbo, se accedió a dialogar respecto a la realidad que atraviesa el principal recinto asistencial de la región con Luis Barahona, presidente de la FENATS porteña, quien realizó una radiografía a su funcionamiento.
Por una parte, el dirigente reconoció que el nosocomio coquimbano posee serias deficiencias de infraestructura tras el terremoto del año 2015 que dejó inoperativa la torre de hospitalización, que deberá comenzar a ser demolida en algunas semanas para dar paso a un edificio modular. No obstante, el colapso hospitalario hoy es real y de ello, señaló, dan cuenta los propios trabajadores, que piden avanzar con celeridad en las soluciones.
Por otra parte, hace unas semanas se hizo pública la sustracción ilegal de insumos desde las bodegas de abastecimiento del hospital de Coquimbo por una suma que inicialmente alcanzaría los $41 millones, a lo que se agrega la manipulación y vulneración del sistema computacional de adquisiciones, y una denuncia realizada por los trabajadores ante la “pérdida” de más insumos de alto costo.
-¿Cómo califica hoy el funcionamiento del hospital San Pablo?
“Si bien hay altos y bajos, hoy la carencia de personal en diversas áreas, la falta de insumos, de infraestructura y la sobrecarga laboral tienen al hospital en el colapso. Es por ello que muchos funcionarios han renunciado y esto es algo que se arrastra desde hace años”.
-¿Donde cree que está el punto de inflexión para ir solucionando la problemática?
“Se está tratando de arreglar la situación con la demolición de la torre antigua y la habilitación de nuevas dependencias, pero mantendrá igual al hospital en crisis. Esto se soluciona con más personal e infraestructura, pero supeditado a la buena distribución de los recursos y su administración; lamentablemente, hoy existen fugas enormes de dineros e insumos y eso debe cambiar”.
-Hace unos días se dio a conocer la sustracción de insumos desde el hospital de Coquimbo, ¿cómo asimilan esto los trabajadores?
“Los robos fueron reconocidos por el Servicio de Salud Coquimbo y como trabajadores siempre nos hemos preguntado, ¿quién fiscaliza donde llegan los recursos e insumos?, pero la respuesta es simple, nadie. Cada cual es responsable de lo que sucede en su área laboral y a la fecha, en el hospital de Coquimbo nadie asume responsabilidades por lo sucedido, a sabiendas que afecta al funcionamiento y la atención que se da.“Recordemos que algo similar ya pasó años atrás e inclusive por ello se suicidó un funcionario. Si los cambios que ordenó realizar la Contraloría tras este caso se hubieran realizado, la sustracción de insumos se habría frenado; pero no es así”.
-¿Qué le parece el actuar del Servicio de Salud Coquimbo ante las denuncias?
“A parte de lo denunciado por su medio de comunicación, nosotros también presentamos otra acusación en Contraloría debido a la sustracción de más insumos de alto costo. De todo eso hasta la fecha no hay claridad alguna, y el Servicio de Salud está actuando negligentemente en su labor fiscalizadora, lo cual también atañe a la dirección el hospital. Sacaron de su cargo a una simple funcionaria, siendo que las personas involucradas eran muchas más que siguen trabajando”.
NUEVA DENUNCIA.
-¿Asegura la existencia de más irregularidades en el hospital porteño? “Sí, y lo peor es que a vista y paciencia de todos hay funcionarios profesionales y jefes de servicio que marcan el reloj control sin trabajar, lo que significa una gran pérdida de recursos y que abultan indebidamente sus sueldos; algunos ni siquiera cumplen 90 horas de labores y reciben pagos por 180 horas. Esto es una irregularidad e injusticia que se debe frenar en beneficio del sistema de salud. Pero todo radica en la falta de fiscalización, ya que el problema está desbandado”.
-¿Esto lo sabe la dirección del hospital?
“Como FENATS les hemos hecho saber las irregularidades a ellos y al Servicio de Salud, pero todo queda en nada. Nuestra labor como trabajadores es cumplir nuestra función y no andar fiscalizando, ya que eso les compete a ellos. Incluso piden pruebas, pero simplemente les bastaría con llevar un control laboral debido para detectar lo que sucede”.
-¿Como FENATS hacia dónde apuntan con esta denuncia?
“En concreto queremos que los recursos se manejen correctamente para el bien común. Cuando hablamos de una gran cantidad de dinero despilfarrado no es por alarmar, esto es real y es donde hay que investigar”.
-¿Usted acusa persecución laboral con algunos funcionarios?
“Eso es efectivo, muchos funcionarios reciben malos tratos de las jefaturas y hay persecuciones laborales sin motivo alguno”.