Como parte del cumplimiento de sus compromisos ambientales, Minera Los Pelambres (MLP) culminó recientemente un extenso proceso de enriquecimiento de especies nativas en el fundo Monte Aranda, en la comuna de Los Vilos, una de las siete áreas administradas por la empresa desde 2007 con el desafío de proteger y conservar los ecosistemas del Choapa.
Se trata de más de 367 mil ejemplares de 28 especies -entre herbáceas, arbustos y árboles- que se plantaron durante los últimos años en este sector como parte del Programa de Cumplimiento aprobado por la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA).
“Son especies nativas que se producen en viveros, mediante sistema in vitro, o bien a través de la reproducción de semillas que alguna vez poblaron esta zona. Por lo tanto, estamos devolviéndole vida a la tierra y generando un verdadero pulmón verde para el valle”, afirma Alejandra Medina, gerente de Asuntos Públicos de Minera Los Pelambres.
En total, se incluyeron 207 hectáreas de tres tipos de hábitat: bosque nativo, zona semiárida y recuperación de quebradas. Algarrobos, guayacanes orquídeas y quillayes son algunos de las ejemplares utilizados, las que se suman a las más de 240.000 especies que se han sido plantadas en los sectores de El Mauro, El Romero, La Aguada, Tipay y El Mollar, alcanzando un área total de enriquecimiento y reforestación de 1.500 hectáreas.
“Ya entregamos el informe de cierre y estamos a la espera de que la autoridad evalúe el proceso. Hemos hecho un trabajo muy arduo durante más de tres años para que estas zonas sean un aporte y agreguen valor a la protección de los ecosistemas de la región”, comenta Carlos Tamayo, gerente de Medio Ambiente de la compañía.
Producción y plantación
La producción de plantas para ejecutar el enriquecimiento de especies se realizó a través de colecta de semillas y estacas (fragmentos de tallo), como principales medios de propagación. También se utilizaron técnicas in vitro, específicamente para las especies de guayacán, adesmia y orquídea, como una forma de asegurar el éxito de producción.
El proceso de plantación, en tanto, consideró la preparación del sitio, la instalación del sistema de riesgo, la habilitación de casillas (terreno donde se establece la planta), cercos de protección y la implementación de cortafuegos. La mantención, por su parte, contempla acciones para asegurar la sobrevivencia de las especies, lo que se complementa con riego, control de plagas y censo de los individuos.
El cumplimiento del compromiso ambiental también es significativo para los trabajadores de la zona, que forman parte del equipo de reforestación de Minera Los Pelambres. “Ya se pueden ver los bosques, que han crecido desde que se plantaron hace varios años. Ahora son bosques bien formados y muy grandes, de hecho, las áreas libres que quedan en Monte Aranda son súper pocas y todo eso son cambios visibles, notorios, más para uno que es de la zona”, asegura Yesenia Tapia, jefa de terreno de MLP en las labores de Monte Aranda.
Conservación histórica
El desafío de reforestación no es una acción aislada. Desde fines de los 90, Minera Los Pelambres impulsa en la provincia un reconocido programa para la protección de ecosistemas. Esta gestión ha permitido rescatar y conservar más de 27 mil hectáreas del territorio con un alto valor ambiental y social, entre ellos, cuatro lugares declarados Santuarios de la Naturaleza.
Uno de los primeros desafíos en esta materia fue proteger la Laguna Conchalí, que implicó retirar toneladas de basura, mantener el espejo de agua y habilitar una zona específica para la visita de turistas y la comunidad de Los Vilos, proyecto similar al que se busca implementar en el Cerro Santa Inés, otro sitio de alto valor ecológico protegido por la compañía.