Crédito fotografía: 
Cedida
Pese al dolor y a que, sobre todo en la madre Cándida Guzmán, todavía asoma una luz de esperanza, tanto ella como su esposo, Luis Roldán, intentan ser realistas y aceptan que lo más probable es que nunca más vean al joven argentino desaparecido el 6 de enero del 2013 en el Valle de Elqui. Desde la ciudad trasandina de Córdoba, critican “los terribles errores” en la investigación, y apuntan al sospechoso imputado por la Fiscalía. Sin embargo, el abogado del acusado afirma que esa tesis no tiene ningún sustento y que sólo se trataría de un “capricho” del Ministerio Público, ya que la lógica indica que se trataría de una muerte accidental.

Por primera vez en 8 años Cándida Guzmán y Luis Roldán no viajaron desde Córdoba (Argentina) hasta el Valle de Elqui durante estas fechas. La pandemia no les permitió cruzar las fronteras, y poder estar en Paihuano, particularmente en Cochiguaz, realizando algún tipo de acto conmemorativo por su hijo Marco. 

Lo vivieron en su casa, del otro lado de la cordillera, con dolor, impotencia, y una incipiente resignación contra la que luchan todos los días. No quieren perder la esperanza en que el caso se esclarezca y al menos Cándida, la madre, se aferra a la ilusión de que pese al tiempo ocurra un milagro y logren volver a verlo con vida, pero sabe que aquello es muy poco probable. Así lo comentó en conversación con Diario El Día desde el país trasandino. “No es lo mismo pasar este aniversario de la desaparición de Marco acá, pero sabíamos que por la pandemia sería así. Ahora, tampoco es lo mismo vivir esto 8 años después, que vivirlo a uno o dos años. Obviamente que va creciendo la angustia, la incertidumbre, a veces hay cansancio, porque uno siente que disminuyen las posibilidades, pero no es que uno se vaya olvidando, sino que, todo lo contrario, y con ese recuerdo, con ese amor, nos damos fuerzas para seguir luchando por la verdad”, relata Cándida. 

La investigación sigue abierta. De hecho, existen diligencias que están pendientes, sin poder concretarse por temas sanitarios, algo que también ha mermado el ánimo en la familia del joven desaparecido. “Primero el estallido social que hubo en Chile obligó a postergarlas, y luego tampoco se pudieron hacer por el Covid-19, entonces quedamos así, como de brazos cruzados cuando sentíamos que estábamos avanzando”, sostiene. 

Los cabos sueltos 

Pero, ¿en qué consistirían estas nuevas diligencias? Una de las hipótesis que circuló ayer, fue que, posiblemente, podría venir al país el ciudadano francés Frederic Deltour, algo que desde hace tiempo se estaba intentando realizar por parte del Ministerio Público. Este hombre, fue la última persona que vio a Marco Roldán con vida, y podría colaborar en las indagatorias.

Para la familia, el que Deltour sea investigado en profundidad es de suma importancia, debido a que en su minuto no se hizo, en lo que constituiría uno de “los principales errores en la investigación”. Claro, pese a ser una pieza y testigo clave, se le dejó salir del país en medio de las primeras indagatorias. Simplemente siguió viajando por el mundo como si nada pasara, hasta que varios meses después se le pudo tomar una declaración en Colombia, pero nunca se supo qué fue lo que dijo y no aportó mayores antecedentes. 

Se habría limitado a contar los hechos, cuando el 6 de enero del 2013 Marco Roldán, de por entonces 29 años, junto a su amigo cordobés Mario Oliveira se encontraban en el Valle de Elqui, donde conocieron al ciudadano francés, con quien salieron de excursión al cerro Cancana en Cochiguaz, comuna de Paihuano. 

Quisieron escalarlo, pero el ascenso era complejo y Mario decidió retornar rápidamente, mientras Deltour y Roldán siguieron cerro arriba, hasta que el francés también desistió, dejando solo a Marco, quien jamás volvió de aquella montaña. 

Punto sin retorno

“La investigación siempre llega hasta un punto, pero después algo pasa que no avanza”, dice Cándida Guzmán, aludiendo en cierta forma a la mala fortuna del último tiempo, pero sobre todo a lo que califica como “negligencias” y “mal accionar” de la policía en su minuto. “Siempre fueron muy displicentes conmigo, no me trataron bien. Para ellos yo era la vieja loca que los molestaba porque les hacía saber que estaban haciendo todo mal”, recuerda.

Los años han transcurrido y la familia nunca ha dejado de luchar para que el caso no sea archivado. Estuvieron viniendo constantemente a Chile mientras pudieron, pese a que prácticamente no aparecían nuevas pistas, y cuando parecía que existía algún indicio finalmente todo terminaba diluyéndose. 

Un giro, un imputado

Cándida siempre tuvo dudas respecto a las “contradicciones” que vio en personas que declararon, particularmente de la familia dueña del camping Río Mágico de Cochiguaz, con quienes Marco habría tenido contacto previo a subir el cerro. “Hubo varias declaraciones de ellos, del dueño, del hijo del dueño y la señora, que no calzaban. Decían una cosa y después decían otra, pero los investigadores nunca lo tomaron en cuenta. Algo que a mí me llamó  mucho la atención fue que, en una de las declaraciones, no se refieren a Marco como desaparecido, sino que mencionan a Marco como muerto. No me explico por qué”, consigna la madre del cordobés. 

Fue recién en el 2017 cuando estas sospechas hicieron eco en Fiscalía, que comenzó a dirigir diligencias al dueño del Camping, Hernán Ahumada Varela, primo del actual edil de Paihuano, citándolo a declarar en calidad de imputado por una presunta participación en los hechos que terminaron con la desaparición de Marco Roldán. 

Los motivos para otorgarle esta calidad a Ahumada, se sustentarían, según comentó el abogado particular de la familia argentina, Carlos Nayi, además de eventuales contradicciones en los testimonios, en la presencia de una cámara fotográfica del joven en su vehículo. 

Además, salió a relucir una supuesta discusión entre el empresario y Roldán, antes de que los jóvenes subieran el cerro, ya que habían cruzado por el lugar y parte del río que estaba dentro del camping, pero no quisieron pagar la tarifa que les estaban cobrando. Pese a que a Cándida le cuesta creer esta teoría, fundamentalmente porque no quiere pensar en que su hijo esté fallecido, asegura estar convencida de que, si Marco murió, no fue un accidente ni que se haya quitado la vida, sino que lo asesinaron. “Yo lo único que quiero es que esto se aclare para poder vivir en paz”, asevera. 

Un padre, una lucha

Luis Roldán vive el mismo dolor que su esposa, y tras 8 años, tiene la convicción de que Marco murió, pero no de manera accidental, sino que por acción de terceros. “Algo le hicieron a mi hijo en ese predio y yo estoy seguro y convencido de que mucha gente sabe y algún día se atreverán a contar la verdad. Lo que pasa es que esta persona tiene mucho poder y le tienen miedo”, afirma don Luis. 

Siente rabia al recordar “todos los errores que se cometieron al inicio de la investigación”, y cree que, si se hubiese actuado de manera eficiente en los primeros días, ya se conocería la verdad. “Hay un hecho en particular que grafica esto, y tiene que ver con que la piedra que marcaron, que se suponía era en la que el francés le había sacado la foto, finalmente no era. Después la PDI se dio cuenta de eso, a los 10 meses. Parece mentira, la atención de la búsqueda estuvo en otro lado durante todo ese tiempo. Seguro que aquí hay redes de poder que no dejan que esto avance, eso para mí es seguro”, afirma el argentino, agregando que, pese a que hoy existe un imputado, en la generalidad de la investigación, “nunca ha existido un hilo conductor. Se hacen dos o tres cosas al año, pero no se sigue haciendo nada. El único que ha hecho esfuerzos que nosotros valoramos y agradecemos es el fiscal de ahora, don Adrián Vega, que incluso una vez nos dijo que antes de que él se vaya va a sacar a la luz este caso. Pero él tampoco puede solo y tiene muchas ocupaciones”, manifestó Luis Roldán, quien lo único que quiere es que se sepa la verdad, aunque es categórico. “Uno siempre tiene una cuota de esperanza, pero tengo que pensar con la cabeza y creo que esto fue un homicidio”. 

“Fuegos de artificio” 

Cabe consignar que, en su momento, Diario El Día se puso en contacto con la familia Ahumada, y si bien precisaron que mantendrían su postura de no exponerse, se manifestaron molestos debido al tratamiento que se la ha dado al tema, según aseguran, dejando a Hernán Ahumada Varela “prácticamente como responsable”, en circunstancias que sólo habría sido llamado a prestar declaración, pero “tarde o temprano todo se va a saber y caerá por su propio peso”, indicaron. 

En esa oportunidad, también explicitaron que estaban tranquilos, ya que no existiría nada que ocultar y por lo mismo, la gente del pueblo les estaría dando su apoyo. Y es que la gente de Cochiguaz habría sido testigo durante los cinco años de investigación, de cómo desde un comienzo, los Ahumada colaboraron desinteresadamente con los Roldán, y con el proceso, incluso dejando que la familia argentina se quedara en el camping por largo tiempo en la primera etapa de las indagatorias en el 2013, según afirmaron. En este punto, cabe consignar que, efectivamente, Hernán Ahumada Varela, sólo es investigado y fue categorizado como imputado, lo que no quiere decir que sea responsable de ninguna acción ilícita, algo que sólo puede ser determinado por los tribunales de justicia. 

El abogado Raúl Castillo, representante de don Hernán Ahumada Varela, entiende el dolor que siente la familia de Marco Roldán y empatiza con ellos, pero afirma que están viendo la situación de manera errónea, inducidos por el Fiscal Regional Adrián Vega. “Esto se debería estar viendo netamente como un accidente en alta montaña, pero lamentablemente el Fiscal Regional tiene una visión distorsionada de los hechos y de sus circunstancias, lo que afecta toda la secuencia de actos propios de una investigación”, puntualizó. 

Asegura no comprender cuáles son los argumentos sólidos por los que se decide imputar a su cliente por algún grado de participación. “No hay indicio de nada. No existen antecedentes serios, razonables y sustentables para compartir esa tesis. En la carpeta investigativa no existe absolutamente nada, uno busca y rebusca, pero no encuentra, entonces yo creo que, si hay algo, eso sólo está dentro de la cabeza del señor fiscal”, expresó el abogado, sobre la actuación del actual jefe del Ministerio Público en uno de los casos policiales más importantes de la última década en la región, el que todavía no puede esclarecerse. 

Dado el realce que ha tenido para la comunidad y el interés público que ha generado este hecho, intentamos comunicarnos con el Fiscal Regional, Adrián Vega, quien señaló por escrito que, “está abierta la investigación con diligencias pendientes, postergadas por el escenario sanitario”. 

Por lo pronto, sólo queda esperar. Son 8 años, y los Roldán saben que pueden ser más, aun así, aseguran que no descansarán hasta saber quién terminó con la vida de Marco. 

 

Suscríbete a El Día y recibe a diario la información más importante

* campos requeridos

 

 

Contenido relacionado

- {{similar.created}}

No hay contenido relacionado

Cargando ...

 

 

 

 

 

 

 

 

Diario El Día

 

 

 

X