Crédito fotografía: 
Lautaro Carmona
Desde que se inició el estallido social no ha habido ningún día que no haya habido confrontaciones entre encapuchados y Carabineros. Vecinos temen por su seguridad y más del 90% del comercio del lugar ha sido desvalijado.

El sector de Plaza Las Américas, que ha sido rebautizada por los manifestantes como Plaza Kevin Gómez, por un joven de 23 años que falleció tras recibir un disparo en uno de los días de protesta a manos de un miembro del Ejército, se ha transformado en el punto más violento de la región y donde a diario los encapuchados se enfrentan con Carabineros.

Se trata de un sector neurálgico de Coquimbo, puesto que es el lugar donde se encuentra el Hospital San Pablo, cruza la Ruta 5 Norte, es el principal acceso al centro de la ciudad y es allí por donde deben transitar las personas y vehículos que provienen de las principales poblaciones de la comuna, como San Juan, Sindempart, Punta Mira, Villa Portugal,  El Olivar, Las Torres, entre otras.

Ese sector en donde actúan los encapuchados y la delincuencia después de las manifestaciones pacíficas, se ha transformado en un verdadero campo de batalla y donde ya no queda local ni instalación sin desvalijar ni destruir, en definitiva, el punto más peligroso y violento de la zona.

Mantiene varios records: Es el lugar más violento de la región, el único sitio del país donde se ha atacado un hospital y el único, también, donde  ha habido enfrentamientos y saqueos todos los días desde el 19 de octubre a la fecha.

Los pocos locales que aún siguen en pie sus dueños duermen con sus familias dentro para resguardarlos, ya que muchos no resiten otro saqueo.

Los vecinos, muchos de ellos adultos mayores viven con temor y deben literalmente encerrarse temprano en sus casas para no ser víctimas del rigor de la violencia.

Hospitalizados

Los pacientes y los enfermos internados en el Hospital San Pablo, también han sido víctimas permanentes del humo de las barricadas y de las lacrimógenas, al igual que los profesionales que trabajan en ese edificio, donde señalan que la situación ya no da para más.

Los vecinos coinciden en que se trata de dos grupos de personas, en su mayoría jóvenes y menores de edad. Un grupo sería el que se aprovecha de esta situación para desvalijar y robar, mientras que otro realiza destrozo frente a lo que se encuentre a su paso y enfrentan a Carabineros casi como si se tratara de un juego.

Hugo Véliz, residente del sector dice que “esto se ha convertido en un campo de batalla, todos los días cortan la carretera con barricadas y comienzan a saquear y a hacer destrozos. En la mañana a diario la municipalidad  manda a gente que limpia, porque esto es como si fuera una guerra, no sé cuándo va a parar”, dice.

Al borde de la quiebra

Luego de los almacenes, una cafetería, los negocios, el edificio de abastecimiento del hospital y una clínica odontológica que fue quemada, varios comerciantes dicen que van directo a enfrentar la quiebra.

Es el caso del propietario de la clínica odontológica, ubicada en Alessandri 900, Rodolfo Leiva, quien se atreve a mencionar que se sienten que viven en un verdadero estado de guerra en ese sector de Coquimbo.

“Es terrible la situación, no solo me ha afectado a mí, prácticamente todos los vecinos se han visto afectados. Lamentablemente aquí no hay inteligencia policial, la policía llega cuando ya los desórdenes están desbordados y lamentablemente no hay un compromiso de las policías de hacer un trabajo previo, porque la mayoría son menores de edad, es lumpen que se ha asociado, porque lamentablemente esto es un trabajo para ellos. Bloquean el paso de los vehículos y de inmediato empiezan a cobrar y esa es una forma de recaudar dinero para poder comprar droga, alcohol y seguir haciendo la vida que ellos tienen”, precisa.

Coincide en que este debe ser el lugar más violento que conoce y pone como ejemplo, que en los últimos días en un viaje desde Altovalsol, hasta Coquimbo, estaba todo despejado el camino, hasta llegar a la intersección de Alessandri con la Ruta 5 donde había barricadas y enfrentamientos.

“Desde que partió esto a la fecha ha sido una pesadilla, es como un sueño del que uno no puede despertar, ese día del incendio de la clínica ni siquiera bomberos ni Carabineros podían concurrir”, afirma Rodolfo Leiva.

Guerra a carabineros

Ivón Ramírez, residente de la Villa Covico, señala que ese es un campo de enfrentamiento permanente entre encapuchados y Carabineros, “pareciera que se ponen de acuerdo para venir en grupos a enfrentar a la policía, la que muchas veces hemos visto cómo tienen que abandonar porque son superados por estos delincuentes. Muchos vienen solo a eso, a pelear con Carabineros y a  provocar destrozos. Acá no quedan ni los palos de los semáforos, hasta el asfalto han dañado tanta barricada, es horrible, de verdad que cada noche esto pasa a una situación de guerra”.

Vecinos cansados

Marcela López y Reinaldo Farías, plantean que una vez que oscurece ya no puede llegar nadie al sector, excepto los encapuchados y el lumpen. “Se toman este lugar todos los días, han atacado todo, hasta el hospital, ya estamos cansados, porque por una parte se destruye y por otro el gobierno y los Carabineros no toman medidas para acabar con este foco de violencia y robos”, indica Marcela López.

Los vecinos, emprendedores y quienes tienen alguna inversión en esa zona de Coquimbo, coinciden en que la violencia se desata una vez que comienza a oscurecer, se sienten indefensos y en manos de la delincuencia, indicando que no entienden cómo las autoridades no toman medidas y advierten que se están armando, porque tomarán la ley en sus manos.

 

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