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Los vídeos que no duran más de 7 minutos han sido bien recepcionado por los apoderados que no cuentan con conexión estable, ya que incluye el material de las guías, pero además la voz y el rostro de la educadora. La herramienta audiovisual es compartida vía WhatsApp, para aquellos que cuentan con datos móviles, bluetooth o en pendrives para quienes sólo tienen computador.

Desde marzo en adelante las actividades de cientos de profesionales se han tenido que ajustar a una nueva normalidad, algunas se han potenciado conquistando nichos impensados, pero para otros, esta nueva forma de relacionarse ha significado todo un desafío.

La imaginación y las ganas de aportar son esenciales, cuenta Macarena Palta, profesora itinerante de inglés quien hace clases en cuatro escuelas públicas rurales de la comuna de Andacollo. Y que por estos días llega a sus estudiantes a través de cápsulas educativas de 7 a 8 minutos que graba en Power Point y que comparte a los apoderados vía WhatsApp o los envía en un pendrive.

“Cuando empezó la pandemia nos pidieron mandar guías y cumplí con ese trabajo, pero ahora el Mineduc nos pide priorizar objetivos de aprendizajes y en ese momento mi gran pregunta era ¿Cómo llego a los estudiantes si no tienen internet?? entonces encontré la plataforma Loom que permite incluir Power Point, audio y video y la puse en práctica”, relata la docente que hace clases de 1º a 6º básico.

Sin embargo, para que fuera 100% efectiva necesitaba de la colaboración de sus colegas y fue ahí cuando comenzaron a trabajar mancomunadamente, ya que no todos los estudiantes tienen teléfonos y requerían llegar a la totalidad de los hogares.

“Las profesoras, que son las directoras de estas escuelas siguen yendo por el turno ético, yo les mando el material por WhatsApp y ellas lo pasan por bluetooth, ya que muchos apoderados sólo tienen prepago o en un pendrive y así los niños lo pueden ver en sus computadores o en los Smart Tv”, cuenta.

La idea

La educadora precisa que la idea surgió después de ver algunas estrategias implementadas por colegas alrededor del mundo, incluso mantuvo reuniones con algunos de ellos para saber cómo la pedagogía podía llegar a los lugares más recónditos. “Estoy pendiente de ir mejorando mi trabajo, esto también es un aprendizaje para mí”.

Macarena confiesa que la pandemia del coronavirus ha dejado en evidencia la brecha digital entre estudiantes de las áreas urbanas y rurales, en este último recuerda que algunos profesores recorren kilómetros para entregar el material pedagógico o hacen programas de radios, mientras que otros idean la mejor forma de acuerdo a las realidades de los estudiantes. “Las autoridades tienen que tomar consciencia de la importancia de la conexión y asegurarla a los sectores rurales”, lamenta.

Respecto a la preparación del material, la docente detalla que sólo en una cápsula se demora un día, ya que elabora el material, lo ensaya y luego hace la posproducción audiovisual y si bien cuenta que se basa en el curriculum nacional, dice que el Mineduc no consideró a los niveles de 1º a 4º al Plan de Emergencia Educativo.

“Me llama la atención porque en esos cursos hay que ir de menos a más, pero lo hemos ido adecuando. Primero realizo una guía basada en estos planes, luego lo paso a un Power Point y de ahí comienzo a trabajar con la información y los audios para que coincida con lo que solicita el Mineduc, con eso armo la cápsula, la ensayo y es un día entero solo para un curso”, precisa.

La respuesta de los apoderados

La profesora Macarena asegura que Loom le ha permitido hacer ?lo que creí que era mejor para mis niños? de 1ª a 6º básico y gracias a la colaboración de la comunidad escolar su iniciativa ha sido de ayuda para los estudiantes, “quería que fuera algo más vivencial”.

“Hemos logrado llegar con el material a todos los niños y así hemos asegurado continuar con el proceso educativo que por estos días se hace bastante difícil. Los apoderados están contentos, me dicen que es como si yo estuviera allá. La verdad es que trato que sean lo más acotada posible lo justo y necesario para que aprendan y ejerciten porque estudiar idiomas es así”, comenta.

Otro de los aspectos que también ha ayudado -según la docente- es la implementación de evaluaciones formativas, “lo bueno es que ahora no está la presión de poner notas sino que podemos ir trabajando con ellos mediante un proceso”.

“Yo estoy súper contenta, esto ha sido una experiencia que solo es posible si existe trabajo colaborativo y creo que eso se ha ido demostrando con la pandemia, porque si no fuera por las colegas de las otras escuelas que pasan a dejar el material yo no podría llegar a ellos”, reflexiona.

La docencia antes de la pandemia

Macarena vive en Coquimbo junto a sus hijos y anterior a la emergencia sanitaria se levantaba todos los días a las 05:30 para tomar el bus a Andacollo, confiesa que la pedagogía instala desafíos todos los días, desde cómo movilizarse al trabajo hasta lidiar con la falta de equipamiento como internet en las escuelas, sin embargo, considera que el actual contexto es el “mayor” reto que ha vivido.

“La pedagogía te presenta desafíos todos los días, yo me cuestiono, por ejemplo, por qué un niño no aprende y busco la forma de llegar a él y motivarlo. La innovación es algo del día a día y hoy, hacer clases on line, con las brechas existentes, es un gran desafío”, manifiesta.

Lo profesora originaria de la comuna minera indica que las clases a distancia necesitan de ciertos componentes, ya que las emociones son distintas. De hecho, cuenta que en la actualidad está tratando de incorporar caricaturas a sus cápsulas para ir mejorando la metodología.

 

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