Proyectan peak de Covid-19 para mediados de junio en la región de Coquimbo

En la tercera o cuarta semana del mes de junio debería producirse el peak de contagios por Covid -19 en la región de Coquimbo, de acuerdo a las proyecciones del Servicio de Salud, organismo que trabaja intensamente desde principios de año en la implementación de una serie de medidas que permitan dar respuesta a la demanda de consulta y atención de la población y en especial a la necesidad de camas críticas. 

Edgardo González es el director (s) del Servicio de Salud de Coquimbo, organismo que gestiona la red de hospitales de la región que integran, además, un total de 31 centros de salud familiar, Cesfam. 

La autoridad recalcó que actualmente la región presenta una de las tasas de contagio más bajas del país, situación que responde a un trabajo planificado que empezó en los primeros meses de este año. “Al día de hoy (viernes), mientras en el país existe un promedio de un 82% de ocupación de las camas críticas y en Santiago un 94%, en la región de Coquimbo tenemos un 61%”, detalló. 

Una de las principales medidas ejecutadas por el servicio fue lo que se llamó “un plan de despoblamiento” de los hospitales que significó concentrar las patologías vinculadas al coronavirus y liberar espacio para recibir a la demanda que se espera.

También el foco estuvo en el aumento de las camas críticas, objetivo que, a juicio del director, “se logró en muy poco tiempo y de manera muy eficiente”. Previo a la pandemia, en la zona existían 22 camas críticas intensivas y se logró aumentar a 49.

Edgardo González sostiene que la planificación realizada permitió que en estos días, la región de Coquimbo mantenga “una situación abordable (...) es decir,  tener casos -porque es imposible no tenerlos- pero también tener respuesta frente a la demanda. Hasta el momento, las cifras dan cuenta que se ha respondido adecuadamente. Así nos seguimos preparando para lo que será el peak de la pandemia, ya que todavía estamos en ascenso en nuestra curva”.

El directivo agregó que a fines del mes de enero y durante todo el mes de febrero, se trabajó en el despoblamiento y en la habilitación interna de las unidades críticas de los hospitales. Se trata de un gran trabajo -admite- que implica no sólo contar con el equipamiento necesario sino que también incorporar la capacitación de los funcionarios que atienden a los pacientes críticos.

“Junto con el despoblamiento de las camas hospitalarias, se sumó la inyección de recursos para duplicar y en algunos casos triplicar la hospitalización domiciliaria, que son pacientes hospitalizados en sus domicilios que reúnen ciertas condiciones para abordar sus enfermedades en sus propios domicilios con la visita periódica de un equipo médico”, añadió.

Asimismo, en la región se logró en forma muy temprana habilitar las llamadas residencias sanitarias destinadas a las personas que presentan la enfermedad o que mantuvieron contacto estrecho con algún contagiado y no tenían un lugar donde cumplir una cuarentena adecuada. A fines de marzo, ya existían seis residencias. 

Un aspecto que no se dejó de lado fue la salud mental de los propios funcionarios de la red asistencial, ya que la experiencia mundial advertía que se presentaría un alto ausentismo, considerando que constituyen la primera línea de riesgo. 

Así ningún ítem quedó al azar, siendo uno de ellos la definición de distintos protocolos de atención y hospitalización en la red hospitalaria.

Reclutamiento

El aumento de oferta de prestaciones significó sumar a personas capacitadas a la red asistencial. Edgardo González, director (S) del Servicio de Salud explica que “si yo aumento camas, necesitó más personal; por ejemplo, si aumento la oferta en el banco de sangre o en aseo o lavandería, necesito más personas contratadas, de lo contrario recargó a la dotación ya existente”

Además, se estima que durante las pandemias hay un gran ausentismo. “Ya nos sucedía durante las campañas de invierno, cuando teníamos a 200 nuevos cargos autorizados pero teníamos a otras 200 personas con licencias, así que el efecto era neto. Así que para prevenir esta situación se hizo todo un plan de reclutamiento de personas de todos los departamentos médicos, enfermeras, técnicos paramédicos, entre muchos otros”, especificó.

Hay que considerar además que debido a la liberación del espacio del hospital antiguo de la ciudad de Ovalle, éste se habilitó como un hospital de contingencia COVID, lo que requirió de más personal.

En concreto, desde el mes de abril, en la región de Coquimbo se han integrado 1.100 personas contratadas, las cuales ya están en plenas funciones. 

El proceso de reclutamiento es considerado como “muy  exitoso” ya que se debe estimar que existe un mercado de trabajo que está restringido y que hay dificultades para contratar tecnicos paramedicos y enfermeras con especialidades para las unidades críticas. Pasa sortear estos obstáculo de “mercado”, se procedió a la formación de un cuerpo de enfermeras al interior de los propios hospitales de la red.

Camas críticas

Uno de los mayores énfasis de trabajo del Servicio de Salud de Coquimbo está en la cantidad de camas críticas. Al inicio de la pandemia, existían 22 camas de cuidados intensivos y al día de hoy están habilitadas 49. Existe un plan de trabajo para alcanzar a las 68 en toda la red asistencial

Edgardo González detalla que “actualmente (el viernes) tenemos un 61 por ciento de ocupación, es decir, tenemos 19 camas disponibles. En comparación con el promedio país (82%) y Santiago (94%) nosotros aún tenemos un buen margen  para responder a la demanda de la población”. 

Acerca del porqué otros pacientes críticos de otras regiones han sido trasladados a la nuestra, González explica que “Chile tiene una unidad de atención centralizada de camas que ha funcionado durante muchos años, donde nosotros, como región, hemos sido beneficiados. Con las pocas camas críticas que teníamos, cuando teníamos alguna necesidad esta unidad nos buscaba una cama en toda la red de Chile”.

Así en la actualidad, cuando otra región necesita de una cama crítica acude a la red asistencial de Coquimbo para atender a un paciente. Ahora ¿Qué sucederá cuando nuestra región necesite una cama? El director (s) del Servicio de Salud responde. “Será la unidad centralizada la que debería dar la respuesta a la demanda que exceda nuestra capacidad”.

Peak de contagios

Alejandra Álvarez, directora de gestión asistencial del Servicio de Salud, comenta que el peak de contagios en la región de Coquimbo, se concentraría “en la tercera o cuarta semana de junio, lo que es absolutamente variable y depende del comportamiento que puedan tener las personas en relación en cuanto a mantener el aislamiento social, las medidas de distanciamiento social, el cumplimiento de cuarentenas. Hay todavía un delta de casos durante un par de semanas, sin alcanzar el peak todavía”.

Consultada acerca del porqué se retrasó el peak de casos, Alvarez detalla que “si vamos a lo estrictamente epidemiológico hubo cosas bastante positivas como fue la implementación de la barrera sanitaria  de Pichidangui, que favoreció el control del ingreso de personas a la región; la restricción del comercio, el cierre del Malls y la suspensión de clases también fueron todas medidas muy efectivas. Además durante el primer mes vimos que hubo una alta conciencia social en relación al quedarse en la casa como medida preventiva”.

Para Alejandra Alvarez es necesario mantener las medidas de prevención entre la población a objeto de evitar más contagios. “Hay que tomar conciencia de cómo está la situación en otras regiones del país. En la región, en las últimas semanas se ha adoptado una especie de normalidad y uno ve por lo menos que en la zona centro de La Serena  hay mucha gente circulando, en la avenida del mar a gente paseando y en el cerro grande a personas haciendo deportes. Todo ello es no tener conciencia de la situación país y no tener autorregulación de las medidas sanitarias que están implementado las autoridades sanitarias”.