Esta fiesta religiosa y procesión si bien es cierta nace en Perú, ha logrado expandirse al mundo a través de las colonias peruanas. Por esta razón, la Colonia Peruana-Chilena de la IV Región, conmemorará por primera vez esta festividad en la región, este día domingo 28 de octubre, desde las 10:00 horas a las 20:00 horas en La Serena.
Desde la colonia, señalaron que “queremos realizarla de forma inclusiva para todos los residentes sin distinción de ningún tipo, al contrario, invitar a participar a la comunidad con presencia, en cuadrillas para cargar la procesión, en el homenaje artístico de danza, canto, poesía, gastronomía, todo en homenaje a nuestro Señor de Los Milagros”.
En la oportunidad, se instalarán stand de comidas en la Plaza de Armas de La Serena a partir de las 10:00 horas, para luego a las 12:00 horas, dar inicio de la misa en honor al Señor de Los Milagros, la que será presidida por el monseñor Rene Rebolledo, para luego a las 13:00 horas iniciar la procesión por el sector céntrico de la comuna, que comprende el perímetro entre las calles Prat y Cordovez.
La invitación es abierta a toda la comunidad que quiera participar de esta festividad religiosa organizada por la Colonia Peruana Chilena de la región, la que además contará con stand de gastronomía típica para los asistentes.
EL SEÑOR DE LOS MILAGROS
El moreno Benito, un hombre que había llegado como esclavo a Perú desde Angola y que pudo recuperar su libertad tras haber sobrevivido a la fiebre amarilla, sin saber nada del arte pintó una imagen de Jesús crucificado en la pared de su habitación. Muchas personas vieron que, mientras Benito pintaba, en su habitación se aparecían resplandores sobrenaturales y se escuchaba una música celestial. Después de un tiempo, unos arcabuceros decidieron investigar estos fenómenos y así hallaron la imagen terminada y a Benito muerto con su cuerpo incorrupto.
El 13 de noviembre de 1655, un terremoto asoló la ciudad de Lima, y sólo quedó en pie que aquella pared dónde Benito había pintado a la sagrada imagen, que permaneció intacta. Este hecho originó el inicio del culto y la devoción al Señor crucificado, a pesar del interés de las autoridades por terminar con la devoción y borrar la imagen de Cristo crucificado.
Los devotos edificaron allí una modesta capilla, y bautizaron la imagen con el nombre de El Señor de los Milagros. El 28 de octubre de 1687, un maremoto destruyó el puerto del Callao, incluyendo a la pequeña capilla, excepto el altar mayor, quedando nuevamente en pie el Señor crucificado. También un 28 de octubre, pero de 1746, otro violento terremoto sacudió nuevamente a la ciudad de Lima, pero la imagen milagrosamente quedó sin daño alguno.
Estos portentosos hechos recogidos por la tradición y la historia, unidos a la perseverancia de los creyentes que anualmente siguen en procesión al Señor de los Milagros, cargado en sus veneradas andas, han hecho de esta devoción una de las mas grandes manifestaciones de la fe católica.