Por Javier Rojas Díaz el Vie, 13/11/2015 - 11:29
Fueron descritos por los cronistas europeos del siglo XVI como “gente bruta”, “pobres” y “bárba-ros”, por la sencilla cultura material en que se desenvolvían, y hasta como malolientes, por su costumbre de beber sangre de lobo marino y untar su cuerpo con aceite de lobo y grasa de ballena. Eran los changos, últimos exponentes de los recolectores, pescadores y cazadores que durante diez mil años ocuparon el litoral del Pacífico entre el sur del Perú y Coquimbo.on descritos por los cronistas europeos del siglo XVI como “gente bruta”, “pobres” y “bárba-ros”, por la sencilla cultura material en que se desenvolvían, y hasta como malolientes, por su costumbre de beber sangre de lobo marino y untar su cuerpo con aceite de lobo y grasa de ballena. Eran los changos, últimos exponentes de los recolectores, pescadores y cazadores que durante diez mil años ocuparon el litoral del Pacífico entre el sur del Perú y Coquimbo.