En otoño e invierno, las llamadas estaciones húmedas el problema se hace más grande en casas con mala ventilación. Aparece la humedad en forma de manchas de mohos, malos olores, condensación del agua, o de modo más imperceptible, pero igualmente peligrosa para la salud. Aquí presentamos algunos consejos prácticos para prevenir y combatir la humedad en la casa.
Buena ventilación: Airear bien, durante y después de las actividades domésticas que producen humedad, elimina parte de la que generamos en la ducha, la cocina, etc.
Reducir la producción de la humedad: Usar el extractor si al cocinar emitimos buena cantidad de vapor, tapar las cacerolas y, en el baño, no dejar el suelo encharcado tras ducharnos y cerrar la puerta del baño y cocina.
Calefacción moderada: El aire caliente es más húmedo que el frío, intentar mantener una temperatura mínima de 15ºC en la casa para evitar que la humedad se acumule en las ventanas y paredes. En concreto, una temperatura adecuada sería de 19 ° C en la sala de estar o lugares comunes, y de 17 ° C en las habitaciones.
No colocar los muebles pegados a las paredes: Al colocar el armario un poco despegado de la pared, el aire circulará mejor, previniendo la humedad.
Absorbentes: Los absorbentes de humedad pueden servirnos para controlar la humedad en determinados lugares en los que se ésta se concentra, como un armario, una habitación interior, etc.
Ojo con las plantas: Poner demasiadas plantas dentro de casa provoca un aumento de la humedad.
Tender afuera: Es importante evitar el secado de la ropa en el interior de las casas.