Crédito fotografía: 
Andrea Cantillanes, Bastian Salfate, Janina Guerrero, Lautaro Carmona
Tanto expertos como autoridades de la Región de Coquimbo insisten en que un gran peligro acecha al medio ambiente. Se trata de los plásticos, principalmente de las bolsas de este material, las que constituyen una gran preocupación en la comunidad científica por los daños irreparables que pueden causar, sobre todo en los océanos. Sin embargo, los municipios han adoptado medidas paliativas, que no están exentas de críticas ciudadanas, para disminuir los daños.

Chile cuenta con una gran costa caracterizada por la cantidad de especies que viven en ella. Sin embargo, cuando el medioambiente no es bien cuidado es probable que mucha de esta avifauna no sobreviva mientras el hombre explote la tierra. El problema ha llevado a que se promulgue una ley que prohibirá la entrega de bolsas plásticas en 102 comunas costeras, pues permite avanzar, al menos en la teoría, para que el ciudadano promedio esté consciente y contribuya de alguna manera a salvaguardar el ecosistema.

Pese a que el objetivo del proyecto legislativo es proteger el ecosistema marino, hay también afectados que si bien no están totalmente en contra de esa normativa, dudan que el objetivo principal sea proteger el medioambiente.

También existen casos como el de Minerva Díaz, de 54 años, que, como es recurrente, visitaba un supermercado del centro de La Serena. Estaba al interior del establecimiento comercial sin entrar a los pasillos de mercadería. Parecía estar cansada, pues llevaba consigo cinco bolsas, de género y plástico, que evidentemente cargaban un gran peso.

Afirma que está de acuerdo con el objetivo de la iniciativa, pero dice que igual le resulta un problema. “No me gusta la iniciativa aunque su fin sea cuidar el medioambiente. Resulta súper incomodo tener que salir siempre con una bolsa de tela, porque hay veces que uno ni sabe que hará compras. Menos mal hoy salí con mi hija para que me ayude a cargar todas las cosas”, nos decía.

Las opiniones con respecto a la disminución de bolsas plásticas se dividen, pero con respecto al daño ambiental que generan, la opinión es una sola: el plástico está matando el ecosistema.

SIENTE EL IMPACTO

Cada año, millones de toneladas de plástico llegan al mar, afectando a las especies que viven en ecosistemas marinos de todo Chile y el mundo. Y gran porcentaje de este material nunca será reciclado, generando un impacto negativo principalmente en zonas costeras, ya que las diversas especies que viven en ecosistemas marinos son afectadas por la interacción con plásticos, tanto por ingestión como por estrangulamiento.

El seremi de Medio Ambiente de la Región de Coquimbo, Eduardo Fuentealba, le atribuye gran parte de la culpa de la contaminación en los océanos a las bolsas plásticas. “Es por ello que se ha considerado esencial prohibir su entrega a cualquier título, con el objetivo de que sean reemplazadas por bolsas reutilizables”.

Martin Thiel trabaja con un grupo de investigadores dedicados a estudiar los efectos de la contaminación causada por la basura. Este conjunto de investigadores se llama “Científicos de la Basura” y puede hacer ciertas aproximaciones sobre lo que su grupo ha observado en las costas de la región en cuanto a la contaminación.

El biólogo marino de la Facultad de Ciencias del Mar de la Universidad Católica del Norte (UCN) considera que la contaminación causada por bolsas plásticas de un solouso es “un gran tema que la sociedad debe combatir”. Sin embargo, “esto es una parte de toda la contaminación ya que no sólo es la bolsa de este material, son todos los plásticos desechables que estamos diariamente ocupando lo que más preocupa”.

Cualquier cosa de este material afecta de alguna forma el océano y la vida que alberga. Thiel manifiesta que constituye un peligro inminente para que los animales se enreden en ellos y consuman partículas de plástico, “resultándoles extremadamente dañinos”.

Los Científicos de la Basura trataron de dilucidar mediante un estudio, cuál era la especie que más se veía afectada por la contaminación del plástico, concluyendo que las tortugas sonlas que más daño reciben por confundir las medusas, su principal alimento, con bolsas desechables. “Sufren por los plásticos grandes tanto por enredo como por ingestión. Especialmente las bolsas son un problema porque las confunden con su alimento natural”. Thiel agrega que cuando entra al mar en bote para realizar sus estudios o para limpiar parte del mar, “siempre debemos mirar dos o tres veces para verificar si es una bolsa o una medusa, ya que con los reflejos del agua es muy fácil confundir”.

Con respecto a los peligros inminentes de vulnerabilidad de las tortugas, posteriormente vienen los lobos de mar y las ballenas. Sin embargo, el biólogo marino sentencia que esto es solamente parte del peligro, ya que lo que realmente urge es cuando el plástico se fragmenta y se quiebra en muchos pedazos muy chicos.

ALIMENTO ARTIFICIAL

El tiempo que se demora un plástico en fragmentarse en el océano en pequeñas partículas es incierto, puesto que existen variables que dependen de las condiciones del clima y del agua. Según Thiel, “su degradación depende del tipo de plástico y cómo está expuesto. Esto puede durar meses, años o décadas, dependiendo de la temperatura, salinidad del agua, radiación solar y tamaño del objeto”.

El biólogo ejemplifica que si se lanza una botella de plástico al mar, al año puede comenzar a fragmentarse y al siguiente es probable que se transforme en pequeños pedazos, y que ahí comienza el máximo de los problemas. “Porque resulta que ahora muchos microorganismos confunden estos microplásticos con su alimento”.

VICUÑA PIONERA EN EL RESGUARDO DEL MEDIO AMBIENTE

Desde el año 2014, en Vicuña se ha desarrollado una campaña de concientización a la comunidad para no usar bolsas plásticas y optar por otro tipo de elementos a la hora de salir de compras. Con el transcurso del tiempo algunos locales comerciales comenzaron a entregar bolsas de papel y los supermercados a entregar los productos en cajas de cartón y a disminuir en forma gradual la cantidad de bolsas por cada cliente. 

Desde el segundo día de mayo del 2017 comenzó a regir una ordenanza municipal que prohíbe su uso en el comercio local para disminuir la contaminación del medio ambiente y así mejorar la calidad de vida de sus habitantes.

El alcalde de Vicuña, Rafael Vera, considera que el cuidado medioambiental es un tema súper relevante y agradece que ahora se le preste más atención que en el pasado, pero así mantiene que “todavía falta mucho por avanzar”.

“Hoy, la gente de Vicuña tiene una opinión bastante más ecológica y entienden el esfuerzo que ha hecho el municipio con las empresas para progresar en esta materia”.

El edil hace referencia a las críticas que han cuestionado las ordenanzas municipales de este tipo y a la futura nula entrega de bolsas plásticas desechables, manifestando que “cuidar del medio ambiente depende de todos, no de unos pocos y no es responsabilidad exclusiva del Estado hacerse cargo de este problema”.

Vera comprende que pueden haber detractores en esta materia, pero es enfático en señalar que incluir esta campaña o posterior ordenanza en su administración no se debe a queél sea un “alcalde verde”, sino con conciencia por el medio ambiente. “Todo esto no es para nosotros ni tampoco puede que sea para nuestros hijos, pero debemos preocuparnos deentregarle un mejor futuro y con más conciencia a las generaciones venideras”.

LA SERENA TAMBIÉN ES VERDE

La Serena comenzó a regir el 4 abril de 2017 limitando la cantidad de bolsas entregadas al público de forma gradual, hasta llegar al día de hoy, donde sólo dan una en los comercios adheridos. La directora de Turismo y Patrimonio de la municipalidad de La Serena, Margarita Riveros, dice que la ordenanza ha sido bien acogida, pero también han sido tema de discusión todas las críticas que se le han hecho. “Pero como en toda circunstancia, existen adeptos y detractores. Y con respecto a este tema, tiene que ver con la conciencia ambiental que cada persona tenga, principalmente pensando en las futuras generaciones que heredarán el patrimonio medioambiental que nosotros dejemos”.

El encargado (S) del Departamento de Gestión Medioambiental del municipio, Juan Carlos Flores, manifestó que cuando la municipalidad hizo la ordenanza, los mismos supermercadosmanifestaron su voluntad de adherirse. También añadió a modo de recordatorio que mientras no se apruebe la ley que prohíbe la distribución de bolsas plásticas en zonas costeras, “nadie está obligado a disminuir la entrega de estos elementos plásticos”.

Muchos ciudadanos piensan que el hecho que los grandes comercios, principalmente supermercados, se hayan adherido voluntariamente a esta ordenanza y que estén a favor de la ley que está en discusión, tiene relación con atribuirles la responsabilidad a los consumidores para aminorar los gastos a las empresas que conlleva la fabricación de bolsas de plástico desechable.

Es el caso de Ángela Neira, ciudadana serenense, que al preguntarle sobre su opinión con respecto a estas iniciativas, dice que no considera positivo que las empresas se aprovechende la circunstancia, ejemplificando, también, que por fortuna ella no tiene dificultad para comprar las bolsas reutilizables, pero que otras personas sí. “Yo tengo como costear bolsasde género, pero hay gente que no, por lo que en vez de vender estas bolsas deberían regalarlas, así todos contribuimos”, sentencia.

En cuanto a lo anteriormente señalado, Juan Carlos afirma que “antes que se pusiera en marcha la ordenanza, los supermercados ya se encontraban vendiendo sacos de género”, por lo  que mantiene que se “adhirieron más por un compromiso con el medio ambiente y la responsabilidad social que por temas económicos”.

DISMINUYENDO IMPACTO

Flores dice que la municipalidad está abogando para que las bolsas plásticas sean sustituidas por aquellas que son reutilizables y que las mismas personas pueden confeccionar en sus casas. Esto debido a que la bolsa, ya sea normal o biodegradable, causa igual un impacto sobre el medio ambiente. “Si bien estas (bolsas biodegradables) se degradan antes que las bolsas tradicionales, igual generan un daño importante al eco sistema”.

El encargado (S) del Departamento de Gestión Medioambiental, recuerda que un día que recorría el humedal de la zona costera hace un par de meses, se percató de que había un ave enredada en un plástico, por lo que decidió ayudarla y para su sorpresa, esta bolsa era biodegradable. “Por lo que siendo biodegradable o no, el impacto sobre el medio ambiente es igual de directo e inmediato”, afirmó Flores.

Frente a una de las críticas que han suscitado desde que se comenzaron a implementar las medidas, está la segunda utilización que se le daba a las bolsas plásticas de supermercado: para botar la basura en los hogares. Y es que, finalmente, el ciudadano promedio termina comprando bolsas parecidas en pequeños negocios. 

Con respecto a esto, Juan Carlos dice que las bolsas de supermercado no fueron creadas para otra cosa que no sea llevar la mercadería de forma cómoda y que las personas le  encontraron un segundo uso más doméstico. Agrega que “debemos volver a lo que se hacía antes. Hace un par de décadas no se entregaba nada y cada persona tenía que ver con qué arreglárselas”.

Por último, el seremi de Medio Ambiente puntualiza que el objetivo principal de los proyectos que prohíben este tipo de elementos desechables “es establecer una ley que prohíba la entrega a cualquier título de bolsas plásticas ligeras de comercio en las comunas costeras, con el objeto de evitar la contaminación ambiental y proteger los ecosistemas marinos”.

COQUIMBO TAMBIÉN SE SUMARÍA 

En Coquimbo no hay ninguna ordenanza referida a este tipo de materias, pero gran parte de los supermercados igual han instaurado la iniciativa a modo de responsabilidad social empresarial.

Según el jefe jurídico de la municipalidad de Coquimbo, Claudio García, “las ordenanzas municipales que ha realizado La Serena y Vicuña no tienen carácter imperativo, es decir quenadie obliga a nadie a disminuir la entrega de bolsas, sino que se hace a modo de sugerencia”.

García agrega que actualmente, el municipio está preparando una ordenanza en base al proyecto de ley que envió Michelle Bachelet. “Estamos trabajando en el  Departamento Jurídico con Coquimbo Limpio, que es un programa municipal, para someter esta ordenanza a la aprobación del concejo municipal en el mes de marzo, con las mismas directrices que el Gobierno puso en el proyecto de ley”.

El abogado agrega que se le dará prioridad a esta ordenanza, ya que constituye parte importante del programa del alcalde Marcelo Pereira. Sin embargo, agrega que dicha orden municipal será más cercana a las directrices del Gobierno que las instauradas en otras comunas. Es decir, “enfocada en la generación de conciencia sobre la importancia del reciclaje, estableciendo programas y haciéndolo todo en concordancia con la ciudadanía, y empresas tanto públicas como privadas”, sentenció.

CAMBIANDO LA RUTINA SOCIAL

Carlos Vallejos trabaja en Azerta, empresa dedicada a asesorar las comunicaciones externas de diversos y grandes grupos empresariales del país. Él es director de Cuentas y tiene como cliente a Cencosud.

Vallejos dice que las campañas en las que el objetivo es destinar el foco en la educación hacia el consumidor requieren de una inversión mayor, no económica, sino “de esfuerzos, sostenida en el tiempo para intentar cambiar un poco la cultura de las personas”.

Agrega que muchas veces estas medidas que velan por un bien común “no se toleran o internalizan como uno lo imagina y ahí uno se da cuenta de que la sociedad no es tan verde como uno cree”. Esto según Carlos, porque las personas igual echan de menos la bolsa que terminaban usando para otros fines.

Al cierre de la edición de diario El Día, el gerente general de Unimarc, José Ahumada, no pudo referirse al tema debido a que, según el ejecutivo comunicacional de la empresa. José Tomás Martínez, venía llegando de sus vacaciones y debía atender otros asuntos. El comunicador dijo que “no tendría problema con entregarte información, pero aquí el único que puede ser vocero es el gerente”.

De esta manera, la Región de Coquimbo está pendiente de que existe un problema importante en el medio ambiente y las respectivas municipalidades están tomando las acciones necesarias. Las críticas de quienes se oponen están vigentes, pero también hay quienes las apoyan. Sin embargo, es cosa de tiempo para que la ciudadanía se vaya adaptando a una cultura más armoniosa y empática con el medio ambiente que tantas cosas buenas ha otorgado sin pedir nada a cambio.

 

Suscríbete a El Día y recibe a diario la información más importante

* campos requeridos

 

 

Contenido relacionado

- {{similar.created}}

No hay contenido relacionado

Cargando ...

 

 

 

 

 

 

 

 

Diario El Día

 

 

 

X