Llega el 25 de diciembre y el 1 de enero y no falta en el noticiero de televisión la nota respecto a los primeros nacidos en esas fechas. Todos corren a tomarles fotografías y conocer sus nombres. Para muchos esta será la última vez que sean el centro de atención.
Es que nacer en una fecha de celebración a nivel nacional o mundial o en días cercanos, más que una alegría, para la gran mayoría de los cumpleañeros es un día más que no permite la celebración programada.
Vanesa Toledo Azúa nació el 18 de septiembre de 1986 en Ovalle. Como una habitante de la localidad de El Palqui en la Provincia del Limarí, su cumpleaños estaba unido con las celebraciones de Fiestas Patrias. Tanto como vivir en el campo, como la fecha de su nacimiento han llevado a que respete y ame las tradiciones de Chile y que el baile favorito de sus fiestas sea la cueca.
“Al comienzo, hasta como los 10 años era genial, porque como vivía en el campo, el único panorama después del desfile de Fiestas Patrias era mi cumpleaños y estaba todo el pueblo invitado. Después ya no, sólo había una torta a la hora del té, pero asado había sí o sí”.
Después que fue creciendo y ya en la universidad (estudia pedagogía) se e hizo cada vez más difícil celebrar su cumpleaños y reunir a sus amigos el 18 de septiembre, ya que muchos se van a disfrutar de los días de descanso con sus familias o tienen otros panoramas de celebración.
“En mi casa siempre me tienen la torta, además que es tradición que apago las velas a la hora que nací. Pero con mis amigos sí es difícil, más en la universidad y ahora sólo paso las 12 con mi amiga de infancia”, relata Vanesa.
La Injusticia de un Regalo
La familia de Saulo Ríos tenía todo previsto para que naciera el Día de los Inocentes, pero les jugó una broma y decidió adelantarse y nacer a comienzos del 24 de diciembre, día de Nochebuena. Lamentablemente para él, que ya tiene 12 años, es un día más movido que Navidad, en su familia el ajetreo es por la cena de la noche y los regalos, pero no de su cumpleaños. Pero es algo a lo que está acostumbrado y que es casi herencia familiar, porque su bisabuelo Hugo Pereira nació el 25 de diciembre, su tío abuelo Juan San Martín nació el 18 de septiembre y una prima lejana nació el 21 de mayo.
“Acá tratamos de cantarle el cumpleaños apenas dan las 12 del 24, al otro día compramos una torta para que apague las velas en la cena de Nochebuena. Pero celebrarlo es difícil, porque sus amigos no pueden venir y no se puede dejar para días después, porque tiene un primo que nació el 26 de diciembre”, relata su madre.
Un día intentaron celebrar el cumpleaños el mismo 24, pero fue todo acelerado. Ahora como tiene una familia grande y muchos primos, el día 25 cuando se reúnen para compartir en Navidad, aprovechan de celebrar su cumpleaños.
“Quizás lo más triste para él, pero que ahora ya no le importa mucho, es no poder compartir con sus amigos del colegio este día y también el tema de los regalos. Siempre se queja de que a su hermana que está de cumpleaños en julio le tienen dos regalos grandes en el año y él sólo tiene el de Navidad y el de su ‘cumple’ es más pequeño. Eso lo hemos tratado de arreglar con el tiempo, pero queda desilusionada su hermana al ver que Saulo recibió dos regalos. No se puede dejar conforme a ninguno”.
El ofertón 2x1
Miguel es el hermano del medio de la familia González Flores y nació el 2 de enero. Asegura que muchas veces, en medio de todo el movimiento por las celebraciones de Año Nuevo, se olvida que está de cumpleaños al día siguiente, porque ya se acostumbró a que más lo importante no es su nuevo año de vida.
“Estar de cumple después de Año Nuevo era bien fome cuando niño, porque primero era muy común un solo regalo de Navidad y cumple, algo así como el 2x1. Cuando reclamaba por mi regalo me lo daban a fin de mes, lo que era entendible por los muchos gastos”
Pero el 2x1 no sólo lo vivió con sus regalos, sino que también en los saludos de sus familias y amigos. “Todos tus conocidos se acuerdan o cuando te saludan es siempre primero el abrazo de Año Nuevo y luego el de cumpleaños, nuevamente el 2x1”, agrega Miguel.
Sin embargo, para el joven artista, “uno siempre celebra y comienza un nuevo año en todo el sentido de la palabra”.
Asimismo opina Juan Hernández (42 años) que nació el 1 de enero, para quien no es felicidad el día de su cumpleaños, sino que el día más flojo del año.
“Todos están pasando la resaca de la fiesta o no sé qué, pero siempre el 1 de enero es el día en que nadie quiere hacer nada. Se van a la playa o descansan en sus casas, así que yo siempre me resigné a no poder celebrarlo. Tampoco hay nada abierto y hay que comprar la torta antes. Yo como un trozo de torta en la tarde con el té y estoy todo el día descansando. Qué mejor manera de pasar el cumple”.
Estas son algunas de las historias de cientos de chilenos que celebran su cumple junto a Navidad, Año Nuevo o las Fiestas Patrias, pero que a pesar de que no pueden celebrarlo, todos están seguro que nadie puede olvidar el día de su cumpleaños.