La tendencia a implantar dispositivos tecnológicos en el cuerpo humano para mejorarlo y monitorizarlo se plasma en los tatuajes y parches electrónicos, impulsados por científicos e investigadores del movimiento ‘biohacking’.

Tras las tecnologías ponibles, llega la electrónica implantable.El ser humano con capacidades aumentadas y conectado a sistemas tecnológicos gracias al implante de dispositivos y circuitos electrónicos en su cuerpo, están cada vez más cerca de hacerse realidad, gracias a los trabajos de investigación convencionales y alternativos.

La compañía Cyborg Nest (CN) ha diseñado una brújula corporal: un circuito electrónico del tamaño de un sello postal recubierto de silicona, que se ancla de modo similar a un piercing mediante dos barritas de metal que se insertan bajo la piel en la zona de la clavícula, y que vibra cada vez que apunta hacia el Norte, ayudando a la persona a orientarse geográficamente.

Este dispositivo de CN (www.cyborgnest.net) utiliza un sistema sensorial artificial que detecta el polo norte magnético sin necesidad de Internet y, según sus creadores, es totalmente seguro. Es compatible con el organismo y su diseño y materiales evitan que provoque irritaciones en la piel.

“Este “sentido artificial en miniatura” está en fase de prototipo y el producto final estará listo dentro de poco”, confirma a Efe, Liviu Babitz, director ejecutivo (CEO) de Cyborg Nest.

El sistema, denominado North Sense (Sentido Norte), es solo uno de los múltiples ejemplos del ‘biohacking’, una tendencia o movimiento que abarca diferentes propuestas y ámbitos.

El ‘biohacking’ puede entenderse en sentido amplio como la  aplicación de la cultura del ‘hágalo usted mismo’ a la Biología en general y en distintos seres vivos, mientras que en un sentido más restringido se refiere a la automejora del cuerpo humano y de sus capacidades en particular, combinando recursos biológicos y técnicas médicas, nutricionales y electrónicas.

Algunas de las investigaciones centradas en implantes más o menos permanentes en el ser humano las desarrollan firmas o emprendedores tecnológicos, así como grupos e individuos que proponen trasladar la investigación y experimentación científica a entornos más abiertos, colaborativos y cercanos a la ciudadanía. 

Por su parte, en los laboratorios de las universidades y centros de investigación también se avanza en el implante de elementos tecnológicos en el cuerpo humano, siguiendo estrictos protocolos y procedimientos, como este grupo de proyectos centrados en tatuajes y parches electrónicos que Efe presenta.

 

SALVAVIDAS ELECTRÓNICOIngenieros de la Universidad de California en San Diego (EE.UU.) han desarrollado un sensor electrónico flexible que se adhiere a la piel, mide la cantidad de alcohol en la sangre a través del sudor y trasmite los datos de forma inalámbrica, permitiendo monitorizar a una persona y advertirle si ha bebido demasiado como para conducir. 

 

INTERFACES EPIDÉRMICASEl MIT Media Lab y Microsoft Research, también en EE.UU.,  han creado un proceso de fabricación basado en una lámina de oro que permite crear dispositivos personalizados y estilizados que se fijan sobre la piel y funcionan como superficie de comando  táctil, cambian de color con el calor corporal y alojan circuitos  para comunicación inalámbrica. 

 

SENSORES AMBIENTALESIngenieros de la Universidad de Ciencia y Tecnología Rey Abdalá (KAUST) de Arabia Saudita, han desarrollado un sensor adhesivo de bajo coste basado en el papel y la plata, que funciona como una piel artificial, siendo capaz de detectar los estímulos externos como el tacto, la presión, temperaturas, acidez y humedad, y que podría utilizarse para las investigaciones ambientales.

 

CARTOGRAFIANDO EMOCIONESLa profesora Yael Hanein, de la Universidad de Tel Aviv, en Israel, confirma a Efe que ha desarrollado un 'tatuaje electrónico' temporal basado en nanotecnología y un electrodo de carbono, que se adhiere a la cara o la muñeca, y permite cartografiar las emociones en las expresiones faciales, así como medir la actividad muscular.

EL CUERPO COMO TECLADOTécnicos de la Universidad Saarland (Alemania) han desarrollado dentro del proyecto ‘iSkin’ unos adhesivos de silicona con sensores de presión, que se ponen sobre manos y brazos, y permiten utilizar el cuerpo humano como una superficie táctil para controlar teléfonos móviles o para, por ejemplo, aceptar o rechazar llamadas pulsando sobre la piel. 

Por Omar R. Goncebat.EFE/REPORTAJES

 

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