• Bravo en el frontis del Teatro Centenario. Foto: Andrea Cantillanes.
El productor y fotógrafo David Bravo, que es parte del equipo del documental, participará este jueves (Ovalle) y viernes (La Serena) en cine-foros sobre esta producción, que sigue a los últimos descendientes de los kawésqar, en el sur del país

Desde la semana pasada se ha estado exhibiendo en la región “Alas de Mar”. Un interesante documental dirigido por Hans Mülchi, que llega gracias al ciclo MiraDoc 2016, donde los protagonistas son un reducido grupo de descendientes kawésqar, en un viaje por los impresionantes canales del extremo sur de Chile. 

En este contexto, ya se encuentra en la zona el fotógrafo y productor David Bravo, quien  ofrecerá un cine-foro para conversar con los espectadores, el jueves a las 19:30 horas en el Centro Cultural Municipal de Ovalle, y el viernes a las 20:00 horas en el Teatro Centenario de La Serena.

“Partimos estrenándola en Punta Arenas, porque es una película hecha en esa zona. Y antes, se exhibió en un preestreno del SANFIC. Pero este mes se está pasando en el marco del MiraDoc”, consignó. “Las veces que la hemos exhibido hay una muy buena recepción. Es una película bien sensible, que aborda un tema nacional importante, de relaciones. Porque, en el fondo, el gran tema que hay detrás de la cinta es cómo enfrentamos, como sociedad, nuestra historia de los pueblos originarios en el país, qué estamos haciendo, por qué hacer diferencias”.

“Es una película crítica, que se podría decir que es la segunda parte de “Calafates, zoológicos humanos”, qué es lo que pasó con estas 11 personas que llevaron para ser exhibidas en una feria en París. En esa película se conocieron una dirigente kawésqar y unos científicos suizos, se hicieron amigos. Celina Llán Llán está pidiendo hace muchos años que les entreguen unos terrenos de una isla, para poder hacer un lugar de encuentro kawésqar, donde no se pierda el idioma, ciertas tradiciones. Ese es su sueño como dirigente. Entonces, invitó a estos amigos científicos suizos a hacer un viaje, navegando por donde ella vivió cuando niña”.

David Bravo, que trabajó junto a su esposa Flor Rubina (Blume Producciones), relató que “hay unos paisajes maravillosos, que parecen algo inhóspito, totalmente deshabitado. Pero si uno se pone a pensar, no hace tanto, cuenda ella era niña, vivía trasladándose en canoas, de un lugar a otro, por donde era su casa, en extensiones gigantes”. 

"Esta idea nace de cuando él (Hans) estaba haciendo Calafate. Está con el mismo equipo. En un momento se acerca a Flor, con quien tenemos una productora, que se llama Blume Producciones. Blume en alemán significa flor. Empezamos a trabajar para llevar esto a lo concreto. Fue un proceso largo, partió como el 2013. Por cierto, obtuvimos los fondos a los que postulamos y se fueron dando las cosas. El rodaje fue bien acotado, en enero de 2014 que logramos que todo cuajara. Y después viene un largo proceso de montaje", detalló.

"La idea es que el público, después de ver la película queda muy motivado a entregar a veces más elementos o a hacer preguntas concretas. O dar su idea de lo que podemos hacer como sociedad. Porque, en el fondo la película es bien bonita, pero toca temas profundos. Entonces, como representante del equipo, espero poder resolver cualquier duda que tengan, entregar información. Pero básicamente, el ver esta película creo que es una instancia para poder reflexionar sobre algo a nivel nacional que está pasando, o la postura que debemos tener sobre nuestros antepasados".

 

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