El sueño del hombre, casi desde su origen como ser pensante es volar. Es por cierto algo que siempre se anheló, deseo que los hermanos Wright lograron concretar, y que por cierto fue el inicio de una larga travesía, donde la tecnología fue haciendo lo propio.
En ese contexto, Chile también se fue sumando a esta instancia, con el empuje de hombres como Arturo Merino Benitez.
En La Serena, hay un club que ha hecho historia, y del que hombres y mujeres han formado parte para darle el prestigio del que goza.
Se trata del Club Aéreo La Serena, que ayer vivió la celebración de sus 75 años, instancia donde repasaron su extensa trayectoria y aquellos hitos que le han hecho una institución especial.
En efecto, para dejar huellla de este acontecimiento, una placa recordatoria quedó en la instalaciones, la que fue descubierta por sus autoridades y por Jocelyn Lizana,que asistió en representación del alcalde Roberto Jacob y como presidenta de la Comisión de Deportes y Recreación del municipio serenense.
El presidente del club, Eugenio Martínez, se refirió a los hitos más importantes de la historia de esta institución. “Este club se formó al alero de una gran campaña nacional que hubo en 1941, y que se llamó Alas para Chile. En ese año se tomó mucha conciencia de la proyección, la importancia y el futuro de la aviación. Ya no era algo lejano, era parte primordial del desarrollo. Y ahí comenzó el club, con el llamado a formar esta institución y difundir”, aseguró.
Martinez agregó que “en estos años hemos tenido altos y bajos, en pos de seguir fomentando la actividad aérea, abriendo las puertas para todos aquellos que tienen el deseo de volar y también estar disponible para cualquier situación que la sociedad requiera”.
Respecto al acercamiento con la comunidad, recalcó la importancia de los denominados “Vuelos populares” y otras instancias de esa relevancia.
“Nosotros tenemos planes de difusión con niños de escuelas, con el plan Aguilucho, con el que llevamos a volar a 100 niños en forma gratuita. Lo importante es que ellos vivan la sensación de estar en el aire, conozcan la aviación e incluso puedan pensarlo como un desarrollo profesional o recreativo. Y por cierto, están los Vuelos Populares, que tienen la finalidad de que el común de la gente, que no tiene acceso a volar pueda hacerlo, ver su ciudad desde las alturas desde el aire y tener esta sensación”.
La concejala Jocelyn Lizana señaló, en representación del alcalde de La Serena, Roberto Jacob, que “para mí es un orgullo participar de esta instancia. Se trata de un buen aeródromo para La Serena, de un lugar emblemático, donde además hay programas relevantes como Aguilucho. Como Concejo Comunal nos hemos puesto a disposición de ellos, para que puedan hacer crecer este programa y así mirar a los cielos de otra manera”.
UN HOMBRE CON HISTORIA
Eduardo Santander trabaja en el club desde 1975. Incluso vive en el mismo lugar. Llegó en una primera instancia por un trabajo momentáneo y se quedó para toda la vida. “Mis primeras labores acá fueron como cuidador, y luego pasé a ser ayudante de mecánico, cuando se podía, porque la Fuerza Aérea nos facilitaba un mecánico, y ese mecánico necesitaba un ayudante, y yo estuve trabajando en esas labores de 1976 hasta 1998. Luego se restringieron autorizaciones para trabajar en esas labores, de acuerdo a la normativa”, recuerda.
La experiencia de estar tantos años trabajando en este lugar le llena de orgullo. A sus 62 años, puede decir que el club es prácticamente su vida. Es casado, tiene dos hijos y un nieto. Pero invariablemente este club es su vida.
Por esto, es que cuando conversaba con nosotros no pudo evitar emocionarse, por lo que rodaron algunas lágrimas cuando era entrevistado.
Posteriormente, lo llevamos a recorrer algunas de las avionetas que por años lo han acompañado, donde no deja de emocionarse al recordar el pasado. Toda una vida con sueños de volar hechos realidad. No hay ninguna duda.