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Mientras las películas de terror se toman la programación televisiva de octubre, acá los invitamos a leer algunos relatos que se han convertido en leyendas urbanas, aunque más de alguien asegura que son hechos verídicos.

A pocas horas de una nueva celebración de Noche de Brujas, no podemos dejar pasar algunas historias paranormales própias de la región de Coquimbo.

A continuación te dejamos con algunas historias que han pasado de generación en generación en diversas comunas de la zona, para hacer tu víspera de Halloween un poco más terrorífica.

Hacia el año 1593 vivía en la ciudad de La Serena un acaudalado vecino llamado Bartolo de Zabala, hijo de Esteban de Zabala, compañero de Francisco de Aguirre. Él habitaba una casa situada en el lugar que hoy ocupa la iglesia de Santo Domingo, cuyo sitio llegaba hasta la vega. Bartolo tenía 50 años y era capitán, tenía por esposa a doña Laurencia de Ternero, un hijo de 19 años y numerosos esclavos de uno y otro sexo. Era además poseedor de una viña de mucho valor situada a la margen izquierda del río, y que había pertenecido al fundador de La Serena.

Bartolo de Zabala trataba con inaudita crueldad a sus esclavos, y no pocos sucumbieron a consecuencia de los castigos que su irascible carácter les hacía sufrir. La mansedumbre y docilidad de ellos llegó al límite y de común acuerdo tramaron su venganza. Ésta consistió en hacer creer que en su inmueble se aparecían demonios. El plan salió tan bien, que pasado un tiempo toda la ciudad pensaba que la casa de este vecino era la mismísima puerta al infierno, al punto de que muchos pobladores dijeron ver extrañas criaturas en ese lugar. Se rumoreaba de aves con aspecto demoníaco, que sobrevolaban por las noches. Por eso los vecinos se encerraban muy asustados en sus casas, mientras el afectado no sabía qué hacer para volver a vivir tranquilo.

Para exorcizar su hogar, Bartolo mandó llamar a un grupo de jesuitas que venían desde Europa. Ellos trajeron dos reliquias: Una, la quijada con una muela de San Matías, que una vez habían arrojado al mar para aplacar una tempestad, y la otra, la cabeza de una mujer virgen. Los esclavos, al darse cuenta lo que habían provocado nunca más volvieron a molestar. Tampoco se supo de más “penaduras”, algunas de las cuales ni los mismos esclavos tenían explicación. Sin embargo, pese a estar limpia, Bartolo no quiso habitar más en la vivienda y años después, por mandato testamentario, donó el solar a los religiosos dominicos que habían venido de Santiago a edificar una iglesia. Hoy la iglesia Santo Domingo está justo sobre el sitio donde ocurrió esta increíble historia.

LOS TRES FANTASMAS

En octubre de 1992 se produjo una historia que dejó a muchos pensando en que la lógica no existe. Se trata de los relatos de tres personas, que el mismo día y casi a la misma hora vieron a su amigo en distintas partes de la ciudad de La Serena. Uno de ellos divisó desde su vehículo a este joven vestido con un habitual terno azul marino, que utilizaba para hacer su práctica de profesor en un colegio de la zona. Lo vio bajando por calle Colo Colo antes de llegar a Esmeralda. Le gritó para saludarlo y el muchacho siguió de largo.

Días después, este testigo pudo dialogar con otros conocidos, que aseguraron haber visto ese día al joven en otros dos lugares. Uno lo divisó en la Avenida de los Poetas (camino al Faro) y el otro está seguro que lo apreció subiendo por calle Cuatro Esquinas. En ambos casos los testigos iban en vehículo y no tuvieron la oportunidad de dialogar con él. Pero hay un detalle que falta por agregar, que hace más interesante la historia. El joven al que aluden se encontraba en Santiago desde hacía una semana y no retornó a la zona hasta varios días después.

Este fenómeno paranormal se debería a un cruce entre dimensiones, ya que nuestros dobles idénticos son el equivalente de lo que son los fantasmas para los espíritus. Existen historias de personas que narran que su doble idéntico vino a anunciarles la muerte de alguien, o que vino para avisarles un desastre natural. En otros casos, personas alegan haberse encontrado con su propio doble, lo que se conoce como “doppelgangers” o el fenómeno de la bilocación, que es estar en dos dimensiones a la misma vez.

“Doppelganger" significa en alemán, caminante doble. A veces el “doppelganger” es visto por amistades o familiares de la persona, lo cual puede crear confusión y hasta miedo. Cuando se trata de una bilocación, la persona proyecta su doble involuntariamente. Hay casos en que algunos lo pueden hacer a propósito y logran interactuar con otros con toda normalidad. Respecto al caso del joven registrado en La Serena en 1992, se sabe que todavía está vivo pero jamás encontró una explicación para lo ocurrido, aunque una vez un parasicólogo le explicó que se había desdoblado y eso suele ser más común de lo que se cree.

UN EXTRAÑO SER

A través del blog “Bestiario de lo cotidiano y lo extraordinario”, en el año 2007 el parasicólogo regional Iván Voreved publicó una increíble historia que nunca se pudo probar si era cierta o no. Los afectados fueron un matrimonio con domicilio en el Barrio Industrial de Coquimbo, que desde el día 10 de agosto veían un extraño ser o animal frente a su casa, muy parecido a un canguro, pero con cabeza más bien similar a un caballo, de ojos rojos, de unos 80 centímetros de altura.

El 30 de octubre se dio la increíble posibilidad de una nueva observación, solo que esta vez se encontraba con la familia aludida el citado investigador Iván Voreved concretando algunos datos, pues había estado todo el día recogiendo testimonios en la zona, precisamente sobre este fantástico ser. Eran exactamente las 23:45 de la noche, cuando Voreved se encontraba entrevistando y de vigilia con este matrimonio junto con sus seis niños.

Justamente, en el momento que estaba grabando la conversación, uno de los pequeños entró agitadamente a la casa y entre sollozos y nerviosismo avisó que el ser estaba frente a la propiedad. Todas las personas que estaban en la casa en aquel momento salieron fuera, incluyendo Voreved.

La visión de un extraño ser, con aspecto incalificable a primera vista, entre animal y humano estaba frente a ellos. La distancia eran unos 30 metros y el ser se encontraba como si estuviera descansando sobre sus rodillas (agachado) La observación de los presentes duró unos largos 15 minutos. La máquina de fotografía preparada especialmente para la oscuridad y se suponía para una situación extrema como la que vivieron, fue usada en forma constante por el investigador, pero el carrete no imprimió ninguna secuencia del ser, a pesar que se había usado, revisado y preparado en otros carretes sin problemas.

De esta forma, sólo quedó el testimonio de ellos como único referente de lo ocurrido. Como en este mundo la premisa es ver para creer, muchos le restaron crédito a la historia. Nunca se supo si las apariciones siguieron a futuro.

EL “HOMBRE POLILLA”

En 1987, en pleno centro de La Serena, una persona de nombre Carlos, ya fallecida, iba a buscar a su madre al lugar donde trabajaba. Eran meses de verano y serían aproximadamente las 23:00 horas. Al pasar por la Plaza Buenos Aires, observó que varios choferes y también pasajeros, de una línea La Serena-Las Compañías, miraban en dirección de un alto poste del alumbrado público.

Ante su asombro, vio que todos miraban un gran pájaro, de enormes alas, que extrañamente tenía rasgos humanoides, muy parecido al mítico personaje que en Estados Unidos fue bautizado una vez como el “hombre polilla”. Este extraño ser alado estaba posado en la línea eléctrica, y en un momento dado emitió un gran graznido que hizo entrar en pánico a las personas que lo observaban. En aquel momento muchos de estos testigos se alejaron del lugar rápidamente. El “hombre polilla” es un ser cuya aparición está asociada a futuras catástrofes personales o generales. 

Información: Armando Tapia Cortés

 

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