“Hay otros mundos mucho más allá” es una frase que repite constantemente Matías Rovano (33 años), coquimbano, periodista y motoquero; palabras que son como un mantra para este joven y que lo llevaron, tras varios meses de preparación, a iniciar junto a su pareja Paulina Rojas (27) la aventura más grande de su vida: viajar desde la Patagonia hasta Alaska en cerca de18 meses.
Si “Coquimbanos por el Mundo” es un espacio de El Día para mostrar las experiencias de personas de la región que decidieron aventurarse y vivir en el extranjero, también es una plataforma para quienes recién comienzan estas travesías, que no solo implican moverse por distintos lugares, sino que iniciar un viaje personal que modifica la visión y las metas personales. Y esa es la historia de “El Rovano”, como lo conocen sus cercanos, y Paulina quienes renunciaron a sus empleos, dejando atrás la vida “común y corriente” y tomaron la moto para conquistar toda América y el mundo, convirtiéndose en embajadores de la comuna puerto.
“Siempre me ha gustado buscar historias, que están un poco más allá de lo que es conocido en los libros de turismo. Un día, aburrido de la rutina del trabajo decidí aventurarme a recorrer. Yo soy motociclista hace muchos años. Y pensé que era una buena idea hacerlo por tierra, en moto y buscando historias”, explica Matías
UN AUTOREGALO DE CUMPLEAÑOS
Serán 23 países y más de 50 mil kilómetros los que recorrerán ambos jóvenes. Una travesía que comenzaron a planificar hace varios meses. Como la pareja ya ha viajado en un par de ocasiones por Chile y Sudamérica (Bolivia y Argentina), ya tienen experiencia en largas jornadas sobre la motocicleta y tienen claridad respecto a las “cosas indispensables de llevar, trámites que hacer y el costo mensual o diario y de esa manera fuimos preparando el viaje”, relata Rovano.
El joven trabajaba como jefe de comunicaciones en Andes Iron y dejó su trabajo hace un año para concretar el largo viaje y también para definir cuál sería la mejor fecha para partir. Así, fue este jueves 12 de abril, el día elegido, fecha en que también Matías cumplió 33 años.
“Lo hice coincidir con este día como una especia de autoregalo. Tiene el inconveniente de que salimos un poco tardío en la temporada, sobre todo ahora que vamos a la zona austral y está lloviendo y nevando lo que nos puede traer algunas complicaciones desde el punto de vista de la conducción, pero bueno queríamos hacer que la partida también fuera simbólico”.
“Me empezó a aterrar el hecho de que uno de mis sueños parecía quedar durmiendo al tiempo que la estabilidad se apoderaba de mí”. Matías Rovano, coquimbano 33 años.
Partieron desde la comuna puerto, en el sector de la gigantografía de Coquimbo ubicada en Peñuelas. Luego, apoyados por la Corporación de Turismo de Coquimbo, la BMW y otras empresas, continuarán hasta Tongoy para despedirse de los amigos. Su viaje seguirá al interior del Valle de Elqui para tomar la ruta Antakari y bajar hasta el sur de Chile. La meta es llegar a mediados de mayo al punto de partida en Ushuaia, Argentina.
“Este es uno de los puntos más al sur del continente americano donde se puede llegar en vehículo y de ahí continuaremos el ascenso para llegar, en agosto del próximo año, a Alaska”, explica el joven
LA VISIÓN DEL COMPAÑERO
Paulina Rojas es sicopedagoga y trabajaba en una escuela de Huasco. Señala que no tiene experiencia en manejo o mecánica de motocicletas, pero tras conocer a Matías comenzó a llamarle la atención este mundo y así, llegaron los viajes y la idea de esta travesía.
Paulina relata que planificaron cada día, recorrer hasta 400 kilómetros para evitar el cansancio que puede provocar el tipo de vehículo que usan. Se quedarán un día en cada lugar y ya están claros que serán Argentina y Colombia, los lugares donde más tiempo pasarán debido a las diversas ciudades que han planificado visitar. Ella también se ha preparado para manejar la motocicleta y tener conocimientos ante cualquier situación de emergencia que pueda surgir en el trayecto.
“Matías me pidió viajar con él y tuvimos un montón de tiempo pensando la situación, porque no es llegar y decir dejémoslo todo y vámonos, porque hay muchas cosas atrás”, relata la joven.
Vendieron gran parte de sus cosas y otras las dejaron en una bodega, cambiaron su estilo de vida a un espacio reducido para ahorrar y ahora deberán acostumbrarse a vivir arriba de la moto, “porque de verdad nos gusta el mundo del motociclismo que es muy interesante y entretenido”, agrega.
Paulina será la encargada de relatar esta travesía, bajo la mirada del acompañante, en su blog pautagonialaska. “La mayor parte de los motociclistas, con años de experiencia manejando estos vehículos, no se atreven a ir de acompañantes con otro motociclista. Yo quiero demostrar que no debe tener miedo, hay que tener confianza en el conductor”
Otro aspecto de esta travesía que emociona a Paulina y Matías es que serán los embajadores de Coquimbo en el mundo, luego de concretar una alianza con la Corporación de Turismo de Coquimbo. Así lo comenta también la gerente de la Corporación Antonieta Neira, quien explica que esta alianza gratuita significa que ambos jóvenes representarán a la comuna puerto, difundiendo sus bondades en todos los lugares que visiten. Para ello instalarán banderas en cada país y entregaran adhesivos y otro tipo de material a los habitantes de cada pueblo.
Si todo sale como fue planeado y aún tienen recursos, luego de llegar a Alaska, pretenden seguir viajando y cruzar al continente Asiático y continuar recorriendo otros continentes
Para quienes quieran conocer detalles del viaje de estos dos aventureros, pueden revisar la página web de Matías Rovano, www.elrovano.com que tiene asociadas las redes sociales o el fanpage e instagram de Paulina, pautagonialaska
Su meta final es editar un libro en que se presenten las historias que descubrieron en esta travesía y también llevarlo a un trabajo audiovisual.5201i
Recomendaciones para viajeros
La principal recomendación de Matías y Paulina para los viajeros es atreverse a cumplir las metas y no dejar que los sueños se diluyan.
Respecto a viajar en motocicleta, Rovano asegura que este tipo de viajes se puede hacer con cualquier vehículo, “yo conozco a quienes lo hacen hasta en un scooter o en bicicleta”.
El prefiere las motocicletas multipropósito y por eso viajará en una BMW F800GS, que le permite viajar tranquilamente en carretera o caminos pedregosos
“Tiene hartas comodidades como protecciones contra el viento, calefacción asientos más cómodos y un estanque que permite circular por lo menos 400 kilómetros sin tener que recargar combustible, es decir una moto preparada para viajes de esta envergadura. Pero no es necesario en moto viajar, lo importante es tener las ganas y el sueño de recorrer el mundo y conocer otras culturas e historias”, concluye Matías.