Dentro de algunos meses más la comuna porteña contará con la primera casa de las artes rural en el sector La Cantera
Un proyecto que se venía escuchando desde fines del 2010, finalmente se materializará. Y es que durante este semestre se remodelará una antigua casona ubicada en el sector La Cantera de Coquimbo donde la poetisa Gabriela Mistral fue profesora. El remozado espacio se transformará en la primera casa de las artes rural de la comuna porteña y será parte de la ruta mistraliana que paso a paso se ha levantado en distintos puntos de la región.
El proyecto de rescatar este abandonado inmueble de adobe fue diseñado por la Secretaría de Planificación Comunal (Secplan) y presentado a Fondos del Gobierno Regional, que finalmente destinó $120.905.000 millones para la ejecución de las obras.
El propósito es valorar el patrimonio regional, difundir la obra de la escritora como también de artistas locales y por supuesto contribuir a la promoción cultural y turística de la zona.
Claudia Maturana, arquitecta de la Secplan, indica que el proyecto cuenta con una superficie de terreno de 725 m2 y una superficie edificada de 101 m2 construida en adobe donde se restaurará techumbre, ventanas, muros, sistemas de electrificación, puertas en madera nativa y piso con pino oregón.
Destaca que en el acceso de este nuevo espacio habrá una sala de exposición, biblioteca, y una sala de reuniones. Hacia el interior y a continuación de la edificación original se ha proyectado una ampliación del recinto construido en albañilería de ladrillo estucado y un corredor que albergará una cafetería, una segunda sala multiuso y servicios higiénicos, incluidos para personas con discapacidad.
Al atravesar hacia el patio, adelanta que se contempla la instalación de una obra de arte evocando a Gabriela y su imagen de maestra rural. Se incluye además arborización y la construcción de un pequeño anfiteatro.
Según el edil de Coquimbo Oscar Pereira, la recuperación de este inmueble, “es un compromiso con la historia regional, destinado a la memoria de la poetisa y su paso por Coquimbo; a la vez es un compromiso que como municipio hemos asumido en el sentido de habilitar espacios destinado a albergar distintas actividades relacionadas a la expresión artística y cultural”.
HISTORIA DE LA CASONA Lucila Godoy Alcayaga en 1908, con sólo 19 años de edad llegó a la escuela “San Agustín” de la entonces aldea rural campesina La Cantera Baja, donde se desempeñó como maestra y directora.
La investigadora local Yolanda Romero Carvajal en su monología “Lucía María la niña de Elqui en Coquimbo” (2007), detalla que esta escuela se construyó en 1898 e inicialmente estudiaban 27 alumnos. Tras la llegada de Mistral, el dueño de la entonces hacienda Ripamonti ordenó construir dos salas cerca de la capilla del pueblo rural
En esa casa aledaña a la berma estudiaron los “caleranos” de ellos hijos de hacendados y jornaleros, peones campesinos analfabetos hasta 1950.
Justamente en este lugar, Gabriela es la primera en aplicar el sistema vocacional de aprendizaje de enseñanza de adulto en carácter vespertino.
Por orden de la Dirección Provincial de Educación se estableció la construcción de una nueva escuela rural que llevó el nombre de “Lucila Godoy Alcayaga”, que hoy se ubica a pasos de la futura casa cultural.
GABRIELA Y LA CANTERA.Durante este periodo de su vida, logra un primer reconocimiento a su talento literario, seleccionan tres de sus poemas para la “Antología de la Literatura Coquimbana”. Asimismo, fue en esa época donde la joven Lucila publica en el periódico La Constitución de Ovalle su poema “Rimas”, utilizando por primera vez el seudónimo con el que sería conocida internacionalmente: Gabriela Mistral.
Sus escritos evidencian que su estadía en La Cantera fue alegre. “De mis tres aldeas, La Cantera es aquella en que yo viví más acompañada. Me cuidaba una sirvienta buena, de las preciosas criadas nuestras que son tal cosa cuando tienen sangre india; y los niños, los hombres y los viejos de mi escuela nocturna – apenas había asistencia diurna porque la pobre gente trabajaba”, escribió la poetiza. 4404i