La actividad, que estaba programada originalmente para el día de ayer, había sido suspendida debido a una manifestación llevada a cabo por vecinos del campamento “Felipe Camiroaga”, quienes protestaron por falta de agua potable y luz.
De esta manera, Kika Silva llegó hasta la piscina del Hotel O’Higgins para protagonizar uno de los momentos más esperados del festival.
Con un sobrio bikini negro, la modelo de 24 años puso fin a la prolongada espera y cumplió con el esperado piscinazo, robándose todas las miradas y los lentes fotográficos.
Cabe señalar que Silva hizo un cambio en lo que tenía planificado y realizó un show más sencillo como señal de respeto por los aludes que afectan al país.
“No podemos celebrar tanto, tenemos que hacer algo más austero. Había que hacerlo de otra manera”, aseguró.
Ante la insistencia de la prensa, Kika Silva volvió a lanzarse al agua para los flashes de las cámaras, aunque en esta segunda ocasión cambió el piquero por un “mortal”.