“Gracias a la Feria del Libro de La Serena he conocido escritores y escritoras de la región”

Es una de las visitas más esperadas de la Feria del Libro de La Serena. Poeta fundamental en la poesía chilena reciente, la escritora visita La Serena precisamente cuando en esta versión se busca relevar la importancia de la mujer en nuestras letras con el lema “Literatura es mujer. Ni una palabra menos”. Poeta, cronista y artista visual, Carmen Berenguer, que ha sido postulada al Premio Nacional de Literatura, dio a conocer su trabajo en los años ochenta. Su propuesta reúne opinión política, crítica cultural y una profunda reflexión sobre el lenguaje.

En su obra se aprecia un compromiso social donde aborda temas como la ciudad y sus problemáticas, especialmente las vinculadas a la política y el mercado y al género femenino. Berenguer publicó su primer libro, Bobby Sands desfallece en el muro, en plena dictadura militar, período en que la poesía femenina en Chile adquirió prominencia denunciando y resistiendo a la férrea represión. En este contexto, la crítica Eugenia Brito la sitúa en la postvanguardia de la escena de avanzada junto a escritores como Diamela Eltit, Raúl Zurita y Diego Maquieira. Carmen Berenguer se presentará en La Feria del Libro de La Serena el jueves 1 de febrero a las 21 horas.

¿Qué referencias u opinión tiene de la Feria del Libro de La Serena?

"La Feria del Libro de La Serena ha sido en la plaza y eso contribuye a que esté inserta en un centro importante de la ciudad, con un decorado verde arbóreo muy especial. Es tranquila y local. Es una hermosa feria en donde he conocido escritores y escritoras de La Serena y Coquimbo".

¿Qué mensaje les daría a sus lectores que irán a escuchar su presentación en la Feria del Libro de La Serena?

"Mi lectura será de un libro que me encuentro escribiendo y junto a otro libro que aparecerá en abril de este año. Dos propuestas actuales".

¿Cómo fueron sus inicios como escritora?

"A mí siempre me gustó leer, de esa manera comencé a formarme un punto de vista acerca de lo que leí. Ello me llevó a escribir paralelamente a discriminar lecturas y a hacerme preguntas acerca de ellas. Acto seguido estimulaba mucho mi imaginación, unos autores más que otros. Me aburría cuando un autor describía mucho antes de la acción descrita si era novela que sigo leyendo. Si era poema, entonces reescribía aquellos que me gustaban por distintas formas, porque no entendía lo que decía sus autores, otras porque me emocionaba el lenguaje, otras las formas. De tal suerte que no sería escritora sin antes haber sido lectora".

¿Qué sentía al hacer poesía durante la dictadura?

"Sentía miedo, rabia e impotencia. Muchas veces lloré por las vejaciones y sobre todo porque no podría escribir ni describirlas, me sentía muda ante los acontecimientos. Por ello escribí aquello que no podía decir sino que por medio del metalenguaje. Me escudé detrás de un molusco llamado loco para descifrar el horror de su asesinato. Entonces alguien me dijo su nombre en latín que a este molusco se le decía Concolepas Concolepas y pensé que escucharía con más fuerza Concholepas Concholepas, y en medio de asesinatos masivos y torturas describí la muerte del loco chileno".

¿Qué opinión le merece el Premio Nacional de Literatura al cuál ha sido postulada?

"Los premios son momentos de suerte, así ha sido para mí. Para otros, son máquinas que exigen mucho trabajo. El Premio Nacional debiera ser dado por un jurado internacional que se refiera absolutamente al aporte literario y no a una dádiva del Estado. Un autor de prestigio aporta al país, y por ello es beneficioso para el autor gracias a su esfuerzo de contribuir simbólicamente una obra que se beneficia también al país. No es un regalo".