Indagando en los cielos

La investigación del fenómeno ovni hace tiempo que es vista con bastante seriedad, contrario a lo que pueden pensar muchos escépticos. Las mismas fuerzas armadas reconocen que hay misterios sin resolver y por lo mismo existe disposición para aportar en la búsqueda de respuestas. Así quedó de manifiesto esta semana en la Feria Internacional del Aire y del Espacio, FIDAE 2012, que se realizó en la Región Metropolitana. En esta actividad se firmó un importante acuerdo, que da cuenta que el tema de los objetos voladores no identificados es algo real y que merece ser indagado.
Por lo mismo, se suscribió un acuerdo de cooperación entre el Comité de Estudios de Fenómenos Aéreos Anómalos (CEFAA), dependiente de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), representada por su director, el general (r) Ricardo Bermúdez Sanhueza, y la Comisión Receptora e Investigadora de Denuncias de Objetos Voladores No Identificados de (CRIDOVNI), dependiente de la Fuerza Aérea Uruguaya, representada por su presidente, el coronel Ariel Sánchez.
Entre los invitados a esta reunión se encontraban los enlaces de cada una de las ramas de la defensa y seguridad nacional (Ejército, Marina, Fuerza Aérea, Carabineros, PDI); el Comité Interno compuesto por funcionarios de la DGAC y Externo del CEFAA, integrado por Astrónomos, Físicos, Médicos y miembros activos de las diversas ramas de la defensa, así como los asesores externos del comité. Se contó con la participación del investigador serenense Patricio Díaz, técnico electrónico que cumple la labor se asesor del CEFAA.

Importantes acuerdos
Según explicó Díaz, único representante de la región presente en esta cita, dentro de los acuerdos las entidades se comprometieron a intercambiar información relevante sobre casos de reportes de Fenómenos Aéreos No Identificados (FANI), obtenidos por CEFAA o CRIDOVNI, que se consideren de relevancia suficiente para realizar una investigación científica, que permita llegar a conclusiones valederas sobre la materia.
Junto con ello, se acordó intercambiar información sobre la metodología de investigación en forma permanente, ya que ésta tiende a evolucionar en el tiempo, de acuerdo a nuevas ideas científicas, instrumentación y capacidades analíticas, especialmente sobre procedimientos y acciones recomendadas a pilotos y controladores de tráfico aéreo antes, durante y después de un encuentro FANI, en virtud de la mutua preocupación del CEFAA y CRIDOVNI por la seguridad de las operaciones aéreas. Finalmente, también se comprometieron a promover el análisis en forma conjunta de la investigación FANI, coordinando la promoción de sus resultados entre la comunidad científica, investigadores y público en general.
En 1979, el CRIDOVNI comenzó a indagar los fenómenos aéreos no identificados y es uno de los organismos que más tiempo lleva en Sudamérica, investigando casos de manera oficial. “Nuestros estudios y trabajo, al igual que los del CEFAA, se centran básicamente en la seguridad aeronáutica, el control del espacio aéreo y el interés científico que reviste este tema”, señaló el coronel Sánchez.
Sobre el CEFAA, cabe consignar que es un organismo creado en 1997. En el primer período de funcionamiento del comité, se alcanzaron importantes objetivos, consolidando sus bases y ganándose el respeto tanto nacional como internacional, como un organismo disciplinado al proceder con sus investigaciones en forma seria y científica. Tal como lo ha señalado el general (r) Ricardo Bermúdez, el principal aporte del comité es “averiguar si de alguna manera estos fenómeno aéreos anómalos interfieren en las operaciones aéreas y compartir estas información con todos los investigadores serios que quieran cooperar con nosotros”.

Objetos invisibles
¿Qué diría usted si le dijeran que hay muchos ovnis sobrevolando los cerros, que son invisibles al ojo humano? Eso es lo que descubrió hace un par de años el investigador regional Patricio Díaz, quien notó que en las fotos que sacaba a los paisajes elquinos, aparecían después extrañas formas a plena luz del día, de las que nadie se daba cuenta en el momento. De esa manera, pensó rápidamente en alguna forma de poder registrarlos y poder verlos en directo, dando vida al Proyecto Infra.
Lo que Díaz hizo fue utilizar dos cámaras, pero modificar una de ellas para grabar en sistema infrarrojo. El infrarrojo es un tipo de luz que no podemos ver. Nuestros ojos solamente pueden notar lo que llamamos luz visible. La luz infrarroja nos brinda información especial. Muestra cuánto calor tiene alguna cosa y nos da datos sobre la temperatura de un objeto. Todas las cosas tienen algo de calor e irradian luz infrarroja. Incluso las que nosotros pensamos que son muy frías.
“Por mi profesión de técnico electrónico, me di el trabajo de modificar la cámara, el software, le subí la velocidad de obturación, puse un filtro polarizador y logré grabar estos objetos. Fue un proceso largo”, explicó Díaz. Estuvo así filmando en lugares como Pisco Elqui, El Molle, Vicuña y Paihuano.
“Se lograron muy buenos resultados, muy interesantes. Ahora, ¿por qué utilicé la segunda cámara sin modificar? Porque era la única manera de tener una comparación de lo que yo estaba grabando en infrarrojo, por si aparecía un pájaro o por último un insecto. Y al estar dentro del plano focal del lente se ven pasar rápidos, se ven borrosos. En cambio los otros objetos estaban en el plano focal del cerro, filmado a 4 ó 5 kilómetros y el objeto se veía nítido y los movimientos que hacían eran muy interesantes. Realizaban frenos en el aire y eso no lo puede hacer un meteorito”, consignó Patricio Díaz.
El investigador, que lleva más de 25 años dedicado al tema ovni, captó estos extraños fenómenos aéreos en el valle de Elqui a plena luz del día. También grabó en lugares como la Avenida del Mar de La Serena y Cerro Grande, pero no captó nada. Cosa que sí ocurría desde Altovalsol hacia arriba. En todo caso, no cree que sea algo exclusivo del valle . “El tema ovni se da a lo largo de toda la cordillera” aseveró, aunque desconoce la procedencia de estas anomalías. Lo que más le preocupa es que se vea afectada la seguridad aérea, en caso de que alguno de ellos pueda chocar con un avión. 01 01 i R

CASOS AERONÁUTICOS
Según la información que publica el Comité de Estudios de Fenómenos Aéreos Anómalos en su página web, en Chile hay varios casos sin explicación. Como el ocurrido en 1988, cuando en un vuelo nocturno un avión Lan Chile, casi llegando a Puerto Montt, avistó una luz blanca que cambiaba de colores y que se aproxima en sentido contrario a su trayectoria de vuelo. El piloto efectúo un viraje escarpado, para evitar (según sus palabras), una colisión.
El 7 de octubre del 1997, a las 21.00 horas, un avión del Ejército de Chile realizaba vuelos de práctica instrumental nocturna en el Aeropuerto Chacalluta, Arica. Ante la consulta del controlador que estaba recibiendo diversas llamadas telefónicas desde la ciudad, el piloto informó tener a la vista una luz al oeste que cambiaba de posición a gran velocidad. Nunca se supo qué era.