• Fotos: Nicole Muñoz
Esta chica de esfuerzo, con orígenes en Pan de Azúcar que tiene muchas ganas de salir adelante, pese a las dificultades. Belleza y sencillez son sus recetas

Camila Leyton se siente orgullosa de pertenecer al sector rural de Coquimbo. Tiene 21 años y trabaja para darle una mejor calidad de vida a su hijo que cumple dos años en el mes de septiembre. “Muy patriota salió”, asegura esta joven sencilla pero entusiasta, que quiere ser la reina de Miss Coquimbo 2016, donde será la propia gente del puerto y sus alrededores los que decidirán si ella o sus otras nueve compañeras merecen quedarse con el reinado.

Al principio no se convencía, pero luego se motivó, fundamentalmente por el impulso de su propia gente de Tres Villas, en Pan de Azúcar, porque se hizo un certamen en febrero pasado, donde fue reina. “Ellos mismos me entusiasmaron para postularme al casting de Miss Coquimbo. Afortunadamente quedé y tengo todas las ganas de triunfar. Quiero que este impulso me lleve hacia adelante”.

Tiene ganas de crecer y de aprender. Y por supuesto, en el caso de que resulte ser finalmente la reina, quiere aportar inspirada en su propia gente. “Me gustaría colaborar en el área social, porque creo ser muy simpática y sociable. Creo que puedo participar en eventos sociales y de caridad, en especial para las personas que tienen bajos recursos. La gente de la agricultura quiere ser escuchada y yo puedo ayudarlos.

¿Por qué cree que merecer ser la reina? Sostiene que tiene el plus de representar a la mujer campesina. “Me da mucho orgullo, no tengo vergüenza. Donde voy, no miro a las personas en menos, por estar en un certamen de belleza”.

La posibilidad de postularse a ser la reina del puerto es una gran oportunidad para Camila. “Yo he aprendido mucho gracias a las clases de pasarela y de oratoria. De pasarela no tenía idea de nada, y de maquillaje igual hemos aprendido mucho. Todo esto nos sirve mucho, para manejar nuestro desplante entre tanta gente. Antes de esto, no tenía mucha personalidad, y ahora creo lo he desarrollado”, sostuvo.

Respecto a la relación con sus compañeras, sostiene que es muy buena. “Aunque claro, ahora que ya se inició la competencia se ha hecho más competitivo todo, pero de todas maneras existe un espíritu de solidaridad entre todas”, subrayó.

Nada ha sido fácil para ella. De hecho, sufre de una enfermedad llamada Lupus cutánea, lo que le ha generado algunas manchas en su rostro, pero esto no ha sido un impedimento para ella. Esta  causa erupciones en la cara, el cuello, el cuero cabelludo y las orejas, pero de todas maneras su belleza es evidente. Y ha aprendido a disimularlo, siempre aceptando su enfermedad. 

Con la humildad y la fuerza que le caracterizan, quiere invitar a todos los porteños a confiar en una chica que representa fielmente a la mujer de esfuerzo. “Tengo las características de la mujer coquimbana. Y aunque soy madre soltera y trabajo, puedo perfectamente desenvolverme participando en este concurso. Todo se puede en esta vida, no hay que estancarse y se debe seguir adelante. No hay enfermedad que pueda limitarme”, subraya Camila, quien tiene toda la fe en sus posibilidades. Por garra y belleza, no se queda.

 

 

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