Dante Sabando y la tradición familiar: Joven presenta su proyecto musical

Por Camila Hidalgo 

Dante Sabando o también conocido por su nombre artístico Dante Piang creció en la región de Coquimbo. Es hijo del destacado músico Nano Sabando, uno de los primeros rockeros de la zona y exguitarrista en Roca Viva, razón por la que desde muy pequeño ha estado conectado con el mundo musical.

En conversación con El Día, cuenta que lo que más agradece de esta bonita conexión “aparte de la locura, es tomar la música como un acto cotidiano”. Sin embargo, su historia con la melodía y la creación artística no ha estado solo mediada por su familia, sino que también por su formación académica.

El joven talento estudió en la Escuela de Música Jorge Peña Hen de La Serena, donde aprendió a tocar piano de la mano de la profesora Verónica Toro. En esta línea, comenta que “mi manera de tocar viene de la música clásica, eso es innegable. Lo que aprendí en el colegio me sirvió bastante”.

Al salir del colegio Dante dejó su tierra natal para radicarse en Santiago, lugar donde estudió música y sonido, y donde nació en el 2014 O RU O, una de sus bandas, mezcla de jazz, música popular y psicodelia.

O RU O, el puente

Haciendo referencia a Astor Piazzolla, uno de los músicos más importantes del siglo XX, Dante define la música de la banda como “música popular psicodélica contemporánea de la ciudad de Santiago de Chile”. Desde esa definición, comprende que el proyecto musical tiene la intención de rescatar algo histórico.

Un pulso ancestral y musical, que los mapuches identifican como el pulso de la tierra y que trasciende toda la música folclórica creada en esta zona geográfica del sur del mundo.

Pero aparte del pulso, Dante concibe que O RU O intenta rescatar la historia y filosofía del pueblo Selk’nam y dar a conocer el brutal genocidio del que fueron víctimas y que les terminó por exterminar. De este modo, el nombre de la agrupación es parte de un cántico sagrado de los Selk’nam que busca prevenir la llegada de la lluvia y la nieve.

“Comenzamos a leer más de la cultura y a descubrir que había mucha sabiduría perdida en el tiempo. Solamente quedan algunos cánticos y textos de algunos investigadores. Es una cultura especial, demasiado antigua. Seres prehistóricos, los últimos prehistóricos en el mundo y escondiendo secretos que uno muchas veces no le toma el valor”, señala.

En este punto, Dante Piang releva el sentido musical, la creación artística ligada al compartir y a la admiración por lo bello, más que el “artefacto musical”. “Lo que me importa a mí expresar con el disco y con la obra en sí es un mensaje, que cada cual entenderá a su propia manera. El arte es eso, este país ha estado por muchos años truncado. La gente ha perdido mucho el compartir, ya no se saluda. Todo es tan individualista que daña”, sostiene.

La propuesta.

“La banda tiene un poco de todo. En sí la composición es súper docta, directamente música clásica. En interpretación, es jazz, combinado con psicodelia. Y en el tipo de producción más popular, en el sentido en que usamos samples, incluso se invita un DJ a la banda”, relata Dante, compositor y pianista de O RU O.

El grupo, compuesto por Andrés Añasco, Tomás Alliende y Dante Sabando, busca hacer un puente de unión entre lo aborigen y la cueca chilena, bajo el prisma de tres jóvenes del siglo XXI, partícipes de un contexto urbano, según consignan en la plataforma web Fondeadora, a través de la cual lograron financiar la última etapa del proyecto musical.

Al disco homónimo de la banda, también fueron invitados a colaborar Joel Maripil, cantante mapuche, y  DJ Pérez de Mente Sabia Crew. La producción fue realizada  por Tomás Alliende, la mezcla por Chalo González y el arte por Juan Pablo Villalobos.  Pero a la innovadora propuesta musical de O RU O, fusión de jazz, scratches de rap y música folclórica, se suma su espectacular intervención en vivo.

En vivo: Una experiencia única

Porque como en un viaje en el tiempo,  los integrantes de O RU O comienza sus presentaciones musicales vestidos de Selk’nam, lo cual en más de una ocasión ha impactado al público.

“El día previo al lanzamiento del disco nos disfrazamos de Selk’nam y salimos a la calle para entregar los flyers del concierto. La gente en un comienzo se asustaba, pero cuando se daba cuenta que estábamos caracterizados como Selk’nam se emocionaba mucho, les gustaba, se sacaban fotos”, relata Sabando.

De esta manera en sus shows en vivo se presentan en el escenario como seres mitológicos del rito inicial de los Selk’man, continúan con los scratches de DJ Pérez, y vuelven al escenario como Dante, Andrés y Tomás.

Presentaciones en la región

La primera presentación de O RU O fue el 7 de julio de 2017 en el auditorio del Club de la República en Santiago. A lo que se han sumado presentaciones en la Escuela Moderna en Vitacura, en bares, y en el centro cultural de La Plaza de Ñuñoa.

En cuanto a presentaciones en la Región de Coquimbo, Dante detalla que tienen intenciones de poder mostrar su trabajo en el festival de jazz de La Serena en caso de que se realice, o de gestionar una presentación en el salón Mecesup de la Escuela de Música Jorge Peña Hen dirigida a los estudiantes con el objetivo de exponer su trabajo, hecho con honestidad y con el afán de compartir.

En cuanto a seguir trabajando como banda la temática indígena, Sabando declara que puede que exista la posibilidad de explorar otra cultura, pero que en su visión del equilibrio tampoco quieren enfocarse solamente en el tema de lo autóctono. “Son estaciones de vida. En este periodo nos tocó aprender de eso pero ya en el segundo IP el sonido tiene más el sello de la cueca”, adelanta.

“Es un sonido más compacto, más maduro, principalmente la batería, toma una armonía mucho más simple”, sostiene. Al respecto, señala que en el primer disco hay mucho uso del piano clásico, y en el segundo trabajo se está pensando en usar piano eléctrico y con ciertos efectos. Esto, con la intención de conservar la esencia pero ir evolucionando,  salir de lo purista.