La señora Ema Escudero señala que hoy no existe mano de obra para producir tabaco y que los costos no compensan, por eso va transformando el lugar como espacio para el turismo, sumando a eso la casa que alberga utensilios del recuerdo

Reinventar los espacios para generar nuevos negocios es la clave que encontró la señora Ema Escudero, luego de haber sido productora de tabaco en tierras al interior de Salamanca, porque efectivamente después de un año de cosecha de ese producto, las ganancias no convienen, por consiguiente en esta visita el turista puede conocer y aprender del proceso con una guía experta en la materia.

“Es mucha la gente que se ocupa en el tabaco, ya sea para cortar, hilar, llenar el horno y luego para el secado, que implica separar las clases de tabaco. Llegamos a tener 60 personas, pero hoy prefieren trabajar en minería, por eso hace 20 años que no plantamos tabaco.

“Es una pega muy sacrificada y mis hijos ya no están. La edad es también otro tema, porque es un trabajo de muchas horas, que se prolonga por todo un año, además de un monopolio en la producción muy difícil de sobrellevar”, señala.

EL FUTURO. Esto quedó porque así fue, ya que no se ha podido reutilizar con otros fines. Y ahora con esta red de turismo se va tornando un atractivo en la ruta de los turistas, además de la casa que es una muestra de cómo vivíamos antes, con dormitorios amplios, salas enormes, todo de adobe, algo que valora el extranjero, pero evidentemente hay que sacarle ganancias.

 

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