Esta historia se ha escuchado varias veces en distintas partes de nuestro país. Sin embargo, a comienzos de los años ’90 circuló fuertemente el rumor de que había ocurrido en la ciudad de La Serena, en un inmueble cerca del sector céntrico, aunque no existe ningún tipo de comprobación salvo el mito urbano. Se trató de un grupo de jóvenes que se pusieron a jugar con la famosa tabla Ouija, instrumento de comunicación con los muertos que se utiliza desde hace siglos.
Este objeto, que torna su nombre del francés oui y del alemán ja (sí en ambas lenguas), consiste habitualmente en una tabla de madera pulida con las letras del alfabeto dispuestas en el borde de un semicírculo. Encima se coloca una pequeña placa o puntero que adopta distintas formas. Los jugadores apoyan un dedo en este puntero (a veces puede ser un vaso) y supuestamente el puntero se mueve por energías fantasmales y se responden a las preguntas formuladas. Es habitual ver su uso en varias películas de terror.
Justamente, así como se ve en el cine una vez se habría reunido un grupo de 6 jóvenes de enseñanza media. El número no fue al azar, ya que según ellos el 6 tenía un significado demoníaco, al relacionarlo con el número de la bestia o el anticristo. Se reunieron en una casa abandonada antes de la medianoche. Se ignora cómo consiguieron la tabla, pero ésta también se puede hacer de manera artesanal. Incluso basta con pegar en una superficie papeles con las letras del alfabeto. Entre todos se pusieron de acuerdo para invocar a una persona fallecida. Primero lo intentaron preguntando si había alguien presente. La respuesta fue afirmativa, aunque se trataba de un difunto desconocido.
Como vieron que el asunto resultaba decidieron invocar a la temida Quintrala. La historia dice que la despiadada mujer se hizo presente y se molestó porque la estaban llamando desde el más allá. Entonces provocó un incendio en la casa abandonada, saliendo estos seis muchachos (tres mujeres y tres hombres) despavoridos hacia la calle. Nunca se supo quiénes fueron, pero hasta se ha llegado a decir que todos ellos luego fueron muriendo en extrañas circunstancias.