Como puerto turístico, Coquimbo fue en antaño un fulgente centro de actividad artística que marcó su vital impronta musical. Orquestas, grupos y solistas dieron paso al desarrollo de una cultura popular que tomó un decisivo vuelo en los años dorados.
DIAS DE RADIO. “Soy de ese tiempo en que las radios tenían una programación diaria, cuya principal atracción era la presentación de artistas locales, que tenían la oportunidad de convertirse en figuras admiradas por los fanáticos de la radiotelefonía”. Por ese entonces, años 50’, se había formado la Academia Artística y Cultural San Luis, al alero de la parroquia del mismo nombre.
Allí nació la fructífera carrera de la cantante y comunicadora radial, Rebeca Gómez Lira, más conocida como Rebeca Lira, tras eliminar su primer apellido por sugerencia de Hernán Gallardo Pavez. Así, Lira se transformó rápidamente en una fiel representante de la canción melódica junto a Lidia Miranda y Victoria Eyzaguirre.
REMINISCENCIAS. “Nos preparábamos durante un año para presentar el mejor carro en el corso; celebraciones que ponían punto final a semanas de alegría, challas, bailes, semanas de alegría. Incluso venían grandes orquestas de Santiago, que se paseaban por el centro tocando sus éxitos, arriba de un camión-rampa”, recuerda Lira.
Luego que el autor coquimbano le sugiriera quedar convertida en Rebeca Lira porque sonaba más artístico, formaron el exitoso Quinteto del Mar junto a Meriño, Araya, Roberto Gallardo y Hernán Gallardo, que revolucionó el ambiente musical romántico, no sólo en la región sino también en el país. “Fue una de las lindas épocas vividas en mi trayectoria. En cada actuación sentíamos el calor del público, que inclusive nos pedía autógrafos. ¡Y con cada autógrafo que me pedían, me ponía tan colorada!” comentó Rebeca.
APOYO FILIAL Y EJEMPLO. Sus hijos Ana, Soledad y Tomás Llewellyn le han brindado el equilibrio y apoyo suficientes para transitar en una carrera que la ha obligado a ausentarse del hogar. Asimismo, su vocación artística estuvo a la par de su vocación social. Siempre dijo presente en espectáculos a beneficio de Bomberos u otras entidades, ya fuera organizando o cantando.
Rebeca Lira ha sido una de las cantantes y animadora radial más perseverantes de la región. Tuvo como modelo a los profesionales de la radiotelefonía de aquellos tiempos, sintiendo una férrea admiración por el trabajo de ellos, “en ese tiempo para trabajar como locutor, obviamente, había que tener una buena voz, pero también poseer una amplia cultura. Se cuidaba mucho el lenguaje y no se permitía la chacota ni la vulgaridad. Por el contrario, pocos profesionales se atrevían a hablar si no lo hacían leyendo un libreto. De hecho, la misma calidad o preparación se le pedía a los cantantes, no sólo tener una voz prístina, sino saber interpretar”.
CITA TROPICAL. Recuerda con nostalgia sus intervenciones en el programa “Cita tropical” de Radio Minería de La Serena, donde cumplió temporadas que la situaron entre las mejores intérpretes del género melódico. El éxito obtenido en Radio Minería regional la la llevó a participar del programa “Regalo de cumpleaños” que difundía Minería en la capital.
“Fue mi primera actuación en un programa radial que fuese el más escuchado a nivel nacional. Cuando terminé mis actuaciones y antes de regresar al puerto, el gran Raúl Matas me invitó a quedarme en la capital, asegurándome que tenía un gran futuro como cantante. Pero no lo pensé un minuto siquiera y decidí regresar a Coquimbo, nunca me arrepentí. Soy así, 100% coquimbana”.
CON EL PRESIDENTE. Uno de sus orgullos es haber actuado para el presidente Gabriel González Videla, “a don Gabriel le gustaba el tema “Brasil”, el cual bailaba con gran entusiasmo junto a su señora, Rosa Marckmann, quienes me mostraban mucho afecto, por lo que siempre concurría a su llamado para animar las fiestas que celebraban en su casa de Peñuelas” comentó la artista regional.
DISTINCIONES Y LOS 21 TANGOS. Sería lato enumerar todas las distinciones que ha logrado a través de los años entre programas, actuaciones en radio, teatro y televisión, como el programa “Nuestra Noche”, del desaparecido Canal 8 regional, porque también tuvo la gran oportunidad de desarrollar una faceta social mediante su trabajo en el Hospital San Pablo de Coquimbo. Allí, junto con su labor en recepción, se convirtió en el “Móvil 12”, puente de plata o portavoz de familiares y enfermos, cuya misión era dar a conocer mensajes e inquietudes de enfermos y familiares a través de las ondas de Radio Riquelme. “Para realizar esa labor tuve el total apoyo del director del hospital de ese entonces y varios colegas, que al igual que yo poseían una tremenda vocación de servicio”
Como buena “radiómana”, su programa “Tangos y Boleros” que se transmite todos los domingos de 10:00 a 12:00 por Radio Riquelme es uno de los programas de más larga data en la región y el país, con 21 años de emisión, “la mayor satisfacción que he logrado con este programa, es la de poder tener una gran cercanía con la gente. Junto con mi hija Soledad, hacemos un programa donde muchas veces la emotividad está presente”, señala Rebeca Lira.
Además comenta que por varios años ha sido la voz de la Pampilla en Fiestas Patrias, donde mediante un sistema de altavoces instalados por el municipio transmite música y recados durante todo el día.
AGRUPACIÓN ACAM. Rebeca comenta que está dispuesta a enfrentar todos los desafíos que se presenten a futuro. Uno de ellos pasa por solidificar la Agrupación Cultural de Artistas de la Música (ACAM), organización que preside y que cuenta con el apoyo de Pablo Alcayaga, integrante del Grupo RAM, entre otros de los variados artistas que conforman la entidad. Y añade que “en todo esto debo agradecer la ayuda del alcalde Cristián Galleguillos, quien nos ha apoyado cada vez que lo hemos necesitado, como cuando celebramos el 21º aniversario de “Tangos y Boleros” en el Centro Cultural Palace.
No cabe duda que Rebeca Lira continuará por mucho tiempo más con sus innumerables proyectos, aunque sea sin descanso, porque para ella “la que nace chicharra…”