Desde que se abrió sus puertas en agosto del 2006, el restorán “Pilla La Vaca” se ha transformado en el favorito de quienes les gusta degustar una parrillada a la hora del almuerzo o la cena. En familia o con un par de amigos, el plato –uno de los más característicos de la gastronomía chilena- acá se disfruta en plenitud: bien preparada y con la cocción precisa.
El administrador del local, Patricio Díaz, cuenta que “este local está orientado a las carnes, y en menor medida a los mariscos y pescados, como estamos cerca de la zona costera y del mar, nuestro público siempre busca mariscos”.
Díaz reconoce que la cocina de “Pilla La Vaca” es “más rústica y menos de gourmet”, pero siempre concentrándose en una muy buena calidad en la atención. “Es una cocina que es simple, pero sabrosa, los platos son económicos y son abundantes y por eso la gente nos prefiere y el negocio es exitoso”, sentencia.
Agrega que las parrilladas “son nuestro producto estrella”. Existen de dos tipos: normal a un valor de 17 mil 900 pesos que es para dos personas, pero donde pueden comer tres, y hay una parrillada que es para tres personas, donde pueden comer cuatro y que cuesta 26 mil 900 pesos.En la primera opción se suma una ensalada y un vino; y en la segunda opción, dos ensaladas y dos vinos.
Existen otras variedades y con otros precios, con la posibilidad de agregar interiores, chunchules y prietas.
También está disponible el “Lomo a la Pilla La Vaca” con distintos cortes y gramajes, 300 y 500 gramos, a los que se suma el lomo a las brasas, bife de chorizo, lomo argentino, milanesa, y una amplia variedad de pescados en distintas preparaciones y con variadas salsas.
En Pilla La Vaca hay dos públicos fundamentales: La familia y las empresas. Durante los fines de semana, especialmente, el local está prácticamente lleno y surge la necesidad de elaborar listas de espera. “La gente tiene paciencia y esperan porque saben que al final los vamos a atender bien, y las comidas llegan con mucha velocidad”, indica el administrador.
En resumen, un local muy bien ubicado, con un grato ambiente familiar y donde las carnes y, en especial, las parrilladas, son los invitados especiales.