• Dada la alta diversidad de moluscos y crustáceos calcificadores en la costa de Chile y la variabilidad ambiental que se registra desde el norte del país hasta la Patagonia, hay iniciativas que buscan usar la costa de Chile como un laboratorio natural.
  • Las iniciativas buscan el aprovechamiento de los residuos generados por los procesos de la industria pesquera y acuícola regional (moluscos, crustáceos, peces y algas), como materia prima de productos sofisticados (quitina, quitosano, colágeno, ficoloides (gelificante o espesantes) y polisacáridos, etc.).
  • La valorización de estos desechos servirá para revitalizar la economía, generando el uso integral de la materia prima evitando pérdidas y costos asociados a la disposición en vertederos.)
  • En algunos países de Asia oriental (como China, Vietnam, entre otros), se ingiere la concha de ostra no sólo como suplemento de calcio, sino por su valor sedativo y enfriador. En la foto, conchas de abalón.
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Uno de los proyectos está ligado al centro de investigación e innovación para el cambio climático de la Universidad Santo Tomás en La Serena, que busca promover la utilización de este biomaterial, con el cual los moluscos construyen sus conchas o exoesqueletos, como materia prima para elaborar innovaciones tecnológicas sustentables.

Mucho se ha hablado en la industria que se desprende de los productos del mar, sobre la reutilización de los subproductos que ahí se generan, y del valor agregado que se les puede dar en pos de la creación de nuevos negocios, que además de novedosos, tienen el sello de sustentables.

En el mundo los ejemplos de reciclaje de este tipo de material no son pocos. En Cuba por ejemplo, a las conchas de ostión se les utiliza como material de relleno para calles, patios, muelles para embarcaderos u otras áreas que requieran solidificar sus sustratos. Iniciativa que incluso en Chile ha encontrado eco en algunas empresas.

Asimismo, en México, este mismo producto es aprovechado en la obtención de Glucosamina, un suplemento alimenticio económico con carácter curativo de problemas de articulaciones en personas de la tercera edad. Y en algunos países de Asia oriental (como China, Vietnam, entre otros), se ingiere la concha de ostra no sólo como suplemento de calcio, sino por su valor sedativo y enfriador.

 

LA IMPORTANCIA DE RECUPERAR LOS SUBPRODUCTOS

La región de Coquimbo tiene una economía basada fundamentalmente en servicios, que se desarrollan como consecuencia del efecto tractor que genera la minería y la agroalimentación. Estos últimos comercializan en el mercado nacional e internacional  productos “commodity”, es decir con un bajo nivel de proceso o transformación y valor agregado. Es en este escenario que se instala la Estrategia Regional de Innovación, la que entre otros promueve la aparición y consolidación de un modelo de actividad económica generador de un mayor nivel de valor agregado, que contribuya al desarrollo de una economía sustentable para la región en el mediano y largo plazo.

Bajo esta iniciativa, en la región se ha instalado una iniciativa para recuperar el uso de biomaterial de la mano del Centro de Investigación e Innovación para el Cambio Climático (CiiCC) de la Universidad Santo Tomás. El ecólogo marino y director del CiiCC, Nelson Lagos, explica que el proyecto tiene como finalidad integrar el conocimiento de la estructura y función de las propiedades biológicas, mecánicas y minerales de las conchas de los mariscos que se extraen en la región. “La iniciativa nos permitirá diseñar materiales y darles usos en diferentes áreas de la innovación tecnológica, por ejemplo, potenciar una economía circular de la acuicultura de ostiones reutilizando este biomaterial de descarte como materia prima para elaborar otros productos. La idea es que este biomaterial no sea eliminado en vertederos, sino reciclado”, explicó Lagos.

 

PROYECTO AMIGABLE CON EL MEDIO AMBIENTE

El carbonato de calcio con el que estos moluscos construyen sus conchas es un biomaterial de gran utilidad gracias a sus atributos mecánicos como dureza y fragilidad. Dentro de la ciencia de los materiales, conchas de carbonato pertenecen al grupo de las cerámicas, las cuales contienen elementos metálicos y no metálicos, son aislantes eléctricos  y térmicos, son estables y resistentes a la compresión. Todas estas propiedades sugieren que pueden tener una amplia gama de aplicaciones que aún desconocemos. Además, el uso de este biomaterial resulta ser inofensivo con el medio ambiente, en comparación con otros materiales similares, como el plástico o el cemento, cuya producción implica importantes costos ambientales, tanto en el uso de materias primas como en la generación de desechos que impactan la naturaleza. A este biomaterial se le suman las propiedades estéticas que son aprovechadas por artesanos que utilizan las conchas y para elaborar collares y accesorios.

 

INICIATIVA DURARÁ TRES AÑOS

El proyecto tiene una duración de tres años y consiste en cuatro módulos. El primero se refiere a la ciencia básica guiada por hipótesis de investigación donde se integra el rol de los exoesqueletos (o conchas) en respuestas ecológicas de los moluscos. La segunda fase del proyecto es de carácter exploratorio, guiado por preguntas acerca de la utilidad de esas propiedades para el diseño de innovaciones tecnológicas. La tercera, en tanto, consistirá en un programa de formación de investigadores jóvenes mediante entrenamiento e intercambio internacional.

 

LAS ALGAS COMO FUENTE DE BIOPRODUCTOS

Y no sólo existe ese programa en torno al tema de la recuperación de los subproductos del mar. Varias son las iniciativas que se han generado en torno a esa meta y quizá una de las más importantes y democráticas es la de Corfo, con su Programa Estratégico Regional (PER) denominado “Región de Coquimbo, Fuente de Agregación de Valor y Bioproductos Marinos”, que contempla una inversión cercana a los $6 mil millones.

El objetivo general del Programa Estratégico Regional es convertir a la región de Coquimbo en una fuente de agregación de valor y bioproductos marinos, sofisticando y diversificando el sector. Finalmente, la idea es que estos productos se dirijan luego hacia mercados especializados de alta demanda y que se transformen en productos diferenciadores.

Además, específicamente se busca el uso de las algas como fuente de bioproductos, ingredientes de alimentos funcionales, nutracéuticos o su uso en la agroindustria (bioestimulantes, fertilizante, etc.).

También se busca el aprovechamiento de los residuos generados por los procesos de la industria pesquera y acuícola regional (moluscos, crustáceos, peces y algas), como materia prima de productos sofisticados (quitina, quitosano, colágeno, ficoloides (gelificante o espesantes) y polisacáridos, etc.). La valorización de estos desechos servirá para revitalizar la economía, generando el uso integral de la materia prima evitando pérdidas y costos asociados a la disposición en vertederos.)

Desde Corfo señalan que las algas podrían incluso comenzar a utilizarse en la industria farmacéutica, gracias al programa. “Uno de los grandes focos es el uso de algas, ya que este rubro necesita avanzar más en el desarrollo. La idea es descubrir cómo este producto se puede utilizar en la alimentación animal, como fertilizante o incluso en la medicina. De hecho, según un estudio de la Universidad Católica del Norte, a partir de algas se pueden hacer parches que regenerar tejidos dañados de la piel”, han comentado desde Corfo, donde también destacan que desde el punto de vista del alimento se pueden generar productos como cápsulas que contengan propiedades beneficiosas para la salud.

 

EMPRESARIOS LLAMAN A SUMARSE A LAS INICIATIVAS

Al respecto, el presidente de la Multigremial de Coquimbo y también presidente del directorio Más Mar, Osciel Velásquez, ha comentado que esta integración entre los actores productivos, la academia y las nuevas tecnologías, enmarcadas en el concepto de la sustentabilidad, sin lugar a dudas será el gran desafío que abordarán los emprendimientos sectoriales.  “Por esto, invitamos a los actores del sector pesquero regional, a conocer e integrarse a esta iniciativa denominada Más Mar que apunta a fortalecer los emprendimientos sustentables y ver nuevas oportunidades en la pesca y acuicultura regional” señala.

Asimismo, Guillermo Molina, gerente de esta iniciativa indica que la intención del proyecto es hacer más con lo mismo y ojala más con menos. “La inteligencia que nosotros esperamos aplicar al programa, tiene que ver cómo utilizar de mejor forma los recursos naturales que se cosechan; sacando un crédito económico mayor con una mejor utilización del recurso y sus desechos ojalá íntegramente, es decir cómo hacemos más con lo mismo y no sacando más recursos”, concluye.62-02R

CHILE COMO LABORATORIO NATURAL PARA EL ESTUDIO DE MOLUSCOS

Dada la alta diversidad de moluscos y crustáceos calcificadores en la costa de Chile y la variabilidad ambiental que se registra desde el norte del país hasta la Patagonia, hay iniciativas que buscan usar la costa de Chile como un laboratorio natural bajo la hipótesis de que los organismos del norte del país están desarrollando diferentes atributos mecánicos, minerales y ecológicos respecto a especies equivalentes que habitan el centro y sur de Chile. “El conocimiento científico que se espera generar es fundamental para comprender la evolución de los moluscos y para proyectar los desafíos que éstos deberán enfrentar frente a la amenaza del cambio climático en el océano”, precisan desde la Universidad Santo Tomás.

 

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