Viviana Badilla/ El Ovallino
Con tal solo 27 años, el joven Gonzalo Inostroza es un artista totalmente completo. Oriundo de Ovalle, estudió en el Colegio San Juan Bautista toda su enseñanza básica y media, para posteriormente ingresar a la carrera de periodismo en La Universidad de La Serena (ULS) y al tiempo cambiarse a Diseño Industrial en la misma casa de estudios.
“Hace cuatro años me dedico al arte. Es algo que nació de la nada, me puse a dibujar y después estaba ilustrando, después pintando y ahora empecé a tatuar. Más que nada soy muy creativo, cuando estaba chico me gustaba jugar solo porque me entretenía, cuando llegaba al colegio me aburría y dibujaba para seguir jugando. Veía series y como me aburría en el colegio me ponía a dibujar en los cuadernos. Después cuando estaba más grande empezaba a calcar los dibujos de mi hermano. Al tiempo me alejé de eso por un momento”, explicó el joven artista.
Asimismo, el que se haya quedado fuera de la sala debido a que no pudo entrar a una clase en la ULS, fue un nuevo comienzo en su faceta artista la cual se potenciaría cada vez más con el pasar de los días.
“Después entré a estudiar periodismo y me quedé afuera de una clase y me puse a dibujar de nuevo y me entretuve mucho y hay comencé a ilustrar y comencé”, aseguró.
Multifacético
Si bien, Gonzalo comenzó hace cuatro años ya ha incursionado en diferentes oficios artísticos como el muralismo, las ilustraciones, los tatuajes, cuadros y pinturas en prendas de vestir como chaquetas.
“Entre mis trabajos más destacados, me gustan muchos las ilustraciones con animales en una vida cotidiana…como animales comprando en el supermercado cosas así. Eso me gusta mucho. La mayoría de esos trabajos los tengo en instagram. Son alrededor de 479 los trabajos digitales que he subido a mis redes sociales @ratattoart. Pero por otro lado, tengo trabajos que jamás lo he subido porque son encargos que me hace la gente y los guardo”, puntualizó.
Además, ha incursionado en otro tipo de técnica artística, ya que en estos momentos se encuentra realizando “dibujos” permanentes en la piel de sus clientes.
“El tatuaje me gusta y me entretiene, dibujar hacer murales, cualquier cosa que ocupe mis manos o enseñar a pintar, ver documentales sobre eso me fascina. Con respecto a los tatuajes llevo pocos. Se podría decir que llevo unos once en total”, añadió Gonzalo.
También, destaca sus oficios en acuarela, cuadros y el pintar chaquetas. Con esta última tiene un emprendimiento que lleva por nombre “África”, en la cual realiza pedidos.
“Las chaquetas se podría decir que son mis trabajos más querido o destacado, porque tengo un solo chance para hacerlo, si me equivoco no puedo borrar entonces son trabajo que los empiezo y los términos en un día. No me muevo si no los término”.
Impulso y proyecciones
En lo que corría el 2019, Gonzalo plasmó y se inspiró en los “icónicos” emblemas de lo que fue el estallido social en el país. En donde llevó su arte a impregnar a populares figuras de aquel entonces, año de movilizaciones.
“Hice muchos dibujos e ilustraciones para el estallido social, los cuales se masificaron mucho. En ese tiempo trabajé con los perros, muchos perros, como el mata pacos entre otros. Son trabajos que a la gente le gustan mucho”, dijo.
A su vez, gran parte de sus trabajos lo ha realizado en La Serena, en las universidades, para bandas locales y hace un tiempo participó de ilustraciones que salieron en el libro Dibujantes Anónimos. De la misma forma, explica que en estos momentos no se encuentra en un proyecto en particular, pero si tiene pensando sacar una serie de ilustraciones de la vida cotidiana, la cual está en “veremos” y que espera poder potenciar aún más su estilo.
“Mi objetivo a futuro es que me gustaría sacar libros de ilustraciones, masificar la pintura que hago, que en estos casos están enmarcada en la espalda de muchas personas, y vivir del arte, hacer murales, tatuar, enseñar. Yo creo que ese es mi futuro ser un artista completo y vivir de esto”, finalizó el Gonzalo.