Crédito fotografía: 
Por: Maeze
El astrónomo, que estuvo el pasado martes en el inolvidable eclipse total de sol del 2 de julio, aseguró que tiene un amor “dividido” en el fútbol, que gusta del buen vino en forma moderada y de su inusual “obsesión” por coleccionar plumas para escribir.

Se disculpó por el leve retraso, debido al alto tráfico. Pero, claro, es que la vida de un “rockstar” es muy agitada y llena de compromisos. Es José Maza. Más aún, considerando la copada agenda que debió enfrentar durante estos días durante su presencia en la capital regional, donde vivió un hito que no se repetirá en cientos de años. Nos referimos al eclipse total de sol, que tuvo como epicentro la Región de Coquimbo, y en La Serena, específicamente, el estadio La Portada.

Tras la charla del “profe” Maza, que fue vista por casi 10 mil personas, llegó el momento más esperado, el encuentro del sol y la luna. Curiosamente, el astrónomo ha realizado diversas publicaciones sobre esta materia, pero nunca había visto un eclipse total de sol.

“Es la primera vez que me toca ver un eclipse total. El 2017 fui a Coyhaique a  ver un eclipse lunar, pero quedó un hilito de sol visible, a todo alrededor. La magia de los dos minutos sólo la he vivido en La Serena y estoy muy contento por aquello”, reconoció el científico, que espera vivir algo de similares características en Villarrica el 14 de diciembre de 2020. “Espero que  no me toque hacer nada, pero hay que ver. De lo contrario me sentaré en una hamaca a disfrutarlo”.

UN GOLPE AL EGO

Se ha insistido, en forma majadera, en hablar de José Maza como un “rockstar”. Pero lo toma de buena manera. “Yo lo tomo como un chiste, como algo cómico. Pero fíjese que el lunes y martes, cuando estuve en La Serena, fuimos a Caleta San Pedro, nos sentamos en una mesa y cuando yo me dirigía hasta el baño se pararon como 50 personas. Esperaba que al menos me dejaran tranquilo (ríe). Al salir, esa multitud me esperaba para tomarme una foto. Algo excepcional”.

Maza asegura que no tiene problemas de ego, para nada. “Hace más de 50 años que he dado charlas en diferentes partes, aunque es cierto, esto es como el clímax. Pero no por eso me levanto y digo “qué grande que soy”. Incluso, cuando me han dicho que puedo ser candidato a presidente, lo interpreto como el cariño de la gente. No es algo para tomar en serio”.

OTRAS FACETAS

El profesor José Maza no es un hombre de hobbies muy complicados. “Me gusta leer, ir a la playa o caminar por la arena. Cuando joven, el único deporte que practiqué fue jugar pimpón, aunque si juntábamos a un grupo de jugadores buenos, yo podía estar entre los más malos”, reconoció.

Respecto al fútbol, reconoce que nunca jugó, salvo algunas “pichangas”. Y en materia de afición, tiene el corazón dividido. “Por ancestros, ya que mis padres eran españoles y llegaron en el Winnipeg, primero hinchaba por Unión Española, pero luego cuando entré a la Universidad de Chile me hice azul, pero siempre con el corazón dividido. Si la Unión le gana a Colo Colo y la Católica, me pone feliz. Igual si es que la “U” vence a los mismos rivales. Pero cuando juegan entre ellos, la cosa se me complica. En todo caso, en la escala de Richter, mi interés por el fútbol es de  5 grados”, reconoció.

¿Y LA COCINA?

Si bien es reconocida la sensibilidad del profesor Maza, cuando se trata del arte culinario, sostiene que está muy lejos de ser uno de sus fuertes.

“De hecho, cuando preparo un huevo revuelto, me queda separado, con eso te digo todo. Mi señora me insistió en que compráramos una parrilla a gas, porque la de carbón no la iba a poder prender nunca. Si hay alguien más, generalmente es mi yerno quien se dedica a eso, o mi gran amigo, Carlos Pattillo. Pero yo, de parrillero no tengo nada, y tampoco he organizado una parrilla en medio de un partido de fútbol”, admite.

Respecto de brebajes, hay uno que le seduce: el Carménère. Y en su paso por la región, tuvo la oportunidad de disfrutar de uno muy especial.

“En una escala muy moderada, el Carménère puede significar un placer bastante grande. De hecho, el lunes fuimos a un restaurante y descorcharon un Falernia, específicamente un Carménère Gran Reserva, y apenas probé una copa. Me emociono sólo de recordarlo. En todo caso,  un vino tinto Reserva o un Gran Reserva son una buena compañía para mi”.

El profesor José Maza termina todo esto con un excelente bajativo.

“Me gusta disfrutar de un buen whisky, con dos hielos. “Cada tres o cuatro semanas nos juntamos en la casa de algunos de los amigos y nunca falta una buena botella. Posteriormente, mi mujer es la chofer designada para volver a casa”, reconoció el astrónomo.

Respecto de otros productos, aseguró que no fuma, pero que dejó de hacerlo hace 35 años.  “Mi único placer culpable es tomarme una o dos copitas de Cabernet Sauvignon, acompañado de una carnecita o de una rica comida.  Luego, no hay que olvidar el bajativo de whisky”, insiste.

PLUMA AFILADA

El profesor José Maza ha sido sincero con Diario El Día, pero asegura que su mayor afición, por lejos, son las plumas para escribir, especialmente con tinta turquesa.

“Yo estudie en el Internado Barros Arana en Santiago.  Tuve un profesor de Castellano que era estricto en niveles sicopáticos y nos obligaba a escribir con una pluma fuente color azul radiante. Me martirizó los cinco años que estuve ahí, pero me dejó el bicho instalado de escribir con pluma. Entonces, ahora tengo siete plumas fuente y como diez tinteros, con tinta azul negra, negra, verde, roja, morada y turquesa, que es mi favorita. Para mi, escribir de esa manera es un placer”, recalcó.

De hecho, cuando estuvo en La Serena fue a un supermercado de la zona donde firmó libros, y llevó una pluma con tinta turquesa.

”Varios niños le preguntaban a sus papás qué tenía yo en la mano, porque nunca la habían visto. La gracia es que uno no puede cargar la lapicera, porque de otra manera podría romper el papel. De hecho, firmé más de 120 libros y no terminé con la mano acalambrada, a diferencia de cuando lo he hecho con un lápiz normal. Es una de mis excentricidades”, reconoció.

¿Y EL RÉCORD?

En medios capitalinos se habló de que el récord que había cumplido José Maza en La Portada no había sido considerado por el libro Guinness, ya que el actual  lo ostenta una charla realizada en un planetario de St. Johnsbury, Estados Unidos, el 10 de agosto de 2018, la cual reunió a 1.580 asistentes.

Pero el proceso no es tan sencillo, como señaló el astrónomo. “La Universidad de Chile se contactó con el Libro Guinness. El trámite es el que falta, aunque en un momento se dijo que teníamos que presentar los carnets de identidad de las personas, lo que es como tomar sopa con el dedo, pero las evidencias son más que suficientes. Para mi gusto, si no nos inscriben, tampoco me voy a cortar las venas”, concluyó.

 

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