“Un humorista debe estar preparado para las pifias y los aplausos”

La tarde del miércoles recién pasado el gimnasio polideportivo de Las Compañías se colmó de gente para ver a uno de los exponentes más destacados del stand up comedy nacional. Con una rutina cargada al estallido social, Felipe Avello hizo reír a las más de dos mil personas que llegaron al recinto y aprobaron cada una de sus historias.

Tras la presentación, el comediante respondió las preguntas de la prensa –de manera separada- y agradeció al público la buena recepción.

Mucho más calmo que hace unos años, cuando irrumpió en los medios de comunicación cargado de una irreverencia nunca antes vista, el periodista explicó por qué, para él, un humorista no se puede despegar de la contingencia.

-Apostaste a una rutina centrada en el estallido social. ¿No queda de otra?

“Bueno, las rutinas humorísticas, según como yo lo veo, deben nutrirse de lo que estamos pasando, que todos tengamos los mismos referentes, y en estos momentos están pasando muchas cosas en Chile y la rutina que nosotros hacemos hace eco de eso. Hace ya un par de meses, después de que yo fui al Festival de Viña, que estamos trabajando ya esta rutina, que es una conversación finalmente, pero que busca que el público se ría”.

-¿Y le fuiste agregando lo que pasó después del 18 de octubre?

“Claro, y evidentemente eso marca mucho el show que estamos haciendo en este momento”.

-Tú te has podido mover libremente por los escenarios de todo el país. Otros humoristas no han corrido la misma suerte y han sido pifiados…

“Bueno, cuando uno sube al escenario, los que por distintos motivos decidimos enfrentar a un público, tenemos siempre esa alternativa. Puede ser que uno le guste al público y que se vayan contentos, o puede ser que el público rechace. En estos casos que tú me nombras, a varios colegas les ha sucedido esto último. Y bueno yo siento que uno como humorista, como persona que muestra un trabajo público, tiene que estar preparado para eso también, para que el público rechace y luego preguntarse el porqué de ese rechazo”.

-¿Crees que esos humoristas no han sabido hacer la lectura de lo que se puede y lo que no se puede decir tras el estallido social?

“Creo que el público no se organiza para rechazar a alguien, es algo que sale espontáneo, así como los aplausos también. Es el público el que se manifiesta como masa y eso es inapelable. Si te rechazan tendrán sus motivos, y es así”.

-A ti el estallido social,  ¿te ha obligado a suavizar tu rutina?

“No, yo tengo harta llegada con todos, y eso es lo que busco con mi propuesta humorística, que es llegar a todo el mundo. Claro, antes yo trabajaba más la ironía o hacía más personajes pero en el stand up comedy he decidido hablar a partir de mí mismo, no a través de personajes y eso es algo que me tiene muy contento porque busca aunar a harto público. Antes quizás hacía un humor más de nicho, pero ahora tengo otra propuesta y ya hace bastante tiempo que venimos trabajando en este tipo de espectáculos, como el de hoy”.

-Pero, ¿en algún momento volverá el Avello más duro, el que veíamos en la tiendita de SQP?

“No, es que esos son varios personajes que yo he ido haciendo, pero es una buena medida el renovarse cada día”.

-Muchos extrañan a ese Felipe Avello…

“Sí, pero renovarse es súper bueno. Las generaciones van cambiando también, el público cambia. La tiendita era el 2006, imagínate, hace 15 años. El público cambia y el deber de uno que trabaja frente al público es sorprender. Es ir renovándose permanentemente. Así lo veo yo por lo menos”.