Crédito fotografía: 
Patricio Aliaga
Según transcendió en redes sociales, los bailarines se encontraban en el Hotel, donde el escenario no era precisamente de luces y música, y no salieron por razones de seguridad.

Los ojos de Chile están puestos en el Festival de Viña del Mar. La edición 2020 del certamen no es cualquiera, ya que está marcada por el estallido social y con uno que otro cambio orientado a la austeridad, el evento musical siguió adelante, con varias medidas de seguridad, que incluyeron detectores de metales y la altamente comentada restricción de pancartas.

Una serie de enfrentamientos e incidentes se registraron cerca de la Quinta Vergara desde unas horas antes de comenzar el Festival, que tuvo su arranque distinto en una aparente normalidad.

Pero no todo salió como se esperaba. Mientras Ricky Martin deleitaba a sus fanáticos desde el escenario, en Twitter se comentaba lo que no salió en televisión, lo que literalmente no salió.

Para este año se preparó un show de obertura, como es costumbre, con Tiro de Gracia cantando para despertar al Monstruo, sin embargo, no se realizó. Según transcendió en redes sociales, los bailarines se encontraban en el Hotel, donde el escenario no era precisamente de luces y música, y no salieron por razones de seguridad. “¿Y la obertura?” fue la pregunta generalizada en los cibernautas. 

Entre las novedades, tampoco hubo el tradicional beso entre los animadores Martín Cárcamo y Luisa Godoy. Lo que si hubo fueron palabras para el proceso histórico que enfrenta el país: “soñamos con un futuro mejor y un Chile justo”, dijeron los animadores.

 

 

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