Por primera vez nos tocó una Cuenta Pública  en un 1º de junio,  en lo que fue la última de este Gobierno. Vimos a una Presidenta haciendo un discurso en un tono más político que en las anteriores ocasiones, pero al mismo tiempo, con una mirada autocomplaciente y centrada en el futuro, sin hacerse  cargo de la perspectiva.En un discurso que duró poco más de dos horas,  Bachelet insistió en la importancia de  las reformas que su Gobierno ha intentado llevar a cabo, señalando genéricamente que han sido para dar “oportunidades justas y equitativas a todos y apostar así por un verdadero desarrollo”, pero reconociendo que esto no ha sido fácil ni perfecto.Y es aquí evidentemente donde está la raíz de nuestras principales discrepancias y de las críticas de los chilenos, porque a estas alturas, ni Gobierno ni oposición dudan que un objetivo fundamental para gobernar el país debe ser dar estas oportunidades a todos; el punto es cómo hacerlo de manera eficiente, con la rapidez que el país requiere y lo que es más importante, con una visión técnica y no de dogmatismo político, que sólo ha conseguido que todo se entrampe y las soluciones se dilaten.Vemos que el Gobierno ha mantenido por años  altos niveles de desaprobación y críticas; la opinión pública percibe que  se olvidó de los chilenos y sus problemas reales, especialmente en ámbitos como la salud, delincuencia, educación y empleo, que son aspectos de la vida cotidiana que golpean con fuerza al ciudadano medio en su calidad  de vida; porque aspectos esenciales  han sido dejados de lado por una coalición completamente dividida, que no logra encontrar el rumbo para cumplir con lo que le prometió al país. La Presidenta le prometió a Chile que creceríamos  a un ritmo del 5% al final de su mandato, hoy apenas crecemos al 0,1%; dijo que crearía 150 mil empleos de calidad por año, sólo se han creado 82 mil de los cuales el 80% son por cuenta propia; se comprometió a crear 20 nuevos hospitales y se han inaugurado sólo 4 y en vez de mejorar la salud, la deuda hospitalaria se cuadruplicó…  En resumen, no se cumplió porque este es un Gobierno que ha fracasado, con un Ejecutivo que ha centrado su última Cuenta Pública en proyectos futuros, en los que hoy día ya nadie cree, porque ese es un país de fantasía.  

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