Más lecciones tras una catástrofe

Nuevamente la fuerza de la naturaleza nos ha obligado a poner en práctica todo lo aprendido a punta de demasiadas emergencias y a sacar nuevas lecciones para lo que seguramente deberemos enfrentar a futuro. Hemos tenido en estos días las precipitaciones más fuertes de las que muchos tengan recuerdo, provocando problemas serios en viviendas de muchas familias, destrucción y daños en infraestructura pública, han quedado localidades aisladas y otra vez hay fallas en el suministro de servicios básicos.Esta es una nueva oportunidad para reiterar la solicitud de avanzar de manera decidida en la ley que permite crear un nuevo “Sistema Nacional de Emergencia y Protección Civil” que reemplace y mejore lo que hoy se hace desde la Oficina Nacional de Emergencia, Onemi, que a pesar de esfuerzos de autoridades regionales sigue siendo demasiado centralizada. Ejemplo de ello es que se privilegiaron reportes meteorológicos de la capital que se quedaron cortos en sus pronósticos, versus los que se originaron en nuestra región de Coquimbo, los que finalmente resultaron ser más certeros y que desde un comienzo hablaban de 130, 150 y 180 milímetros de agua en diversas localidades.Este proyecto de “Nueva Onemi” lo aprobamos en la Cámara de Diputados y se encuentra en segundo trámite en el Senado. Nosotros hemos propuesto al respecto una institucionalidad más descentralizada, con énfasis en la prevención, que coordine organismos del Estado y empresas de servicios básicos, con dispositivos de alerta temprana y monitoreo, con atribuciones de fiscalización, coordinación, asesoría y planificación para todos los organismos públicos y privados que tengan relación con cualquier tipo de emergencias; y que considere presupuestos regionales y provinciales. También planteamos que se debe incorporar a los municipios en un primer nivel de reacción, en coordinación con Carabineros, Bomberos, con otros organismos de emergencia, junto con una comunidad capacitada, organizada y dispuesta a reaccionar como corresponde ante una nueva catástrofe. Para enfrentar esta nueva emergencia ya hemos solicitado la declaración de Zona de Cátastrofe, a fin de acelerar la entrega de apoyo por parte del Estado a los damnificados. Y al mismo tiempo creemos que es tiempo de mejorar la planificación urbana y territorial, teniendo muy presente las zonas de riesgo y los desastres que podrían ocurrir.