Por Ignacio Enrique S.

Cientista Político UDP

Ciudadano Glocal.La Serena, martes 1 de marzo de 2022.

 

“Desde 2019 a 2022, la humanidad en su conjunto ha venido sufriendo los impactos emocionales, sociales y económicos de la pandemia, que junto a la masificación de internet y smartphones, nos permiten informarnos directamente entre nosotros, sin importar nuestras distancias. Es evidente que la humanidad ya no tolerará más crisis intencionales, tales como las guerras o abusos de toda índole. Hoy todos tenemos voz, nos escuchamos y exigimos vivir en tranquilidad: El Nuevo Orden Mundial (NWO) es vivir en paz.”

 

A propósito del gran repudio internacional de la unilateral invasión del poder político ruso contra la nación de Ucrania, hemos visto en estos días como millones de ciudadanos de todo el mundo levantan su voz para expresar explícitamente que ya no aceptan más guerras, violencia y abusos contra la humanidad, sin importar de quién vengan, sean estos provenientes de Organizaciones Internacionales, Estados, Corporaciones, Industrias, Medios de Comunicación, grupos de la sociedad civil o -incluso- de una sola persona.

 

Pero cabe preguntarse ¿Porqué esto es mucho más evidente y fuerte en 2022? Simple. Por vez primera en nuestra historia como humanidad, todas y cada una de las personas hemos vivido una misma tragedia: La Pandemia del COVID-19. Es única la experiencia de que todos los habitantes del planeta -y al mismo tiempo- estemos padeciendo un hecho de alta gravedad sin importar nuestras razas, riqueza, religiones, continentes, sexos, géneros, preferencias políticas o puestos de poder. Todos hemos tenido que convivir con el miedo o -directamente- la pérdida de algún amigo o ser querido y que, por deber estar encerrados en nuestras casas, no los hemos podido despedir con la dignidad que se merecían. Esto ha sido profundamente devastador, frustrante y trágico.

 

También vivimos un fenómeno global donde la gran mayoría de las personas tiene acceso a las nuevas tecnologías de la comunicación, sin importar las distancias: Internet, Teléfonos Móviles y Redes Sociales, nos permiten comunicarnos entre todos, al instante y tener acceso a millones de datos. La expresión “La Información es Poder” nunca había sido una realidad concreta presente en la palma de nuestras manos.

 

Con este acceso a grandes cantidades de información, sumados a la frustración de la crisis sanitaria, que ha devenido en conflictos sociales y dificultades económicas a toda escala, las personas ya no toleran la creación de más conflictos, absolutamente evitables, notablemente artificiales, egoístas e inhumanos, y menos, ya los discursos con dobles estándares o hipócritas de nuestros líderes, como también el de algún ciudadano o grupo, todos quedando al descubierto.

 

Hoy, en un mundo informado y abatido por una pandemia ya no expresa su apoyo a nuevos conflictos en el mundo (al día de hoy existen al menos 65 guerras activas). Y no sólo la referencia es a las guerras -la peor tragedia de todas, porque es una nefasta y cruel creación humana-, sino que se tiene ya una conciencia global de los abusos a menores, pueblos sin agua ni alimentos, falta de medicamentos en zonas pobres, la tenencia irresponsable de animales, la destrucción descontrolada del medio ambiente, entre otros lamentables ejemplos.  

 

Como ciudadanos del mundo es posible ya la construcción como comunidad global de elaborar y exigir las acciones que sean necesarias para la promoción de un mejor mundo para todos. Pero… ¿Cómo lo podríamos hacer posible? Realizando una sólida y ágil resolución de los conflictos nacionales e internacionales, mediando en estos siempre el diálogo respetuoso, la ética, el mutuo respeto, la libertad, la empatía y el afecto, cómo vías civilizadas para prosperar en paz y democracia.

 

¡Hoy más que nunca podemos hacer de todos esos valores una parte integral e ineludible de la Gobernanza Mundial! Un Nuevo Acuerdo Mundial es urgente. Lo vale. Y lo podemos hacer realidad entre todos. 

Con afecto desde un alejado confín del mundo, Chile.

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