Hoy el adulto mayor es poli medicado sin un diagnóstico clínico contundente.
Los signos y síntomas están entremezclados con dolencias crónicas sumadas al abandono familiar o de la comunidad.
Debemos plantearnos como sociedad y salud publica como habilitar pública a los profesionales recetar sin estrictos controles para evitar patologías por intoxicación.
Muchos pacientes de la tercera edad sufren un suicidio pasivo por falta de criterio a la hora de indicar fármacos (un paciente es considerado anémico requirente de hierro y es medicado a tal fin con hierro agravando severamente la anemia que es por causas refractarias).
Así merecen especial cuidado los geriátricos y hogares por el uso indebido sobre todo de psicofármacos la incorporación reciente en varias zonas de los aceites de canabis que según el país autoriza o no su uso.
Para concluir las evidencias requieren un mayor control a ese sector de la sociedad
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