Por Matías Walker Prieto el Mié, 14/10/2015 - 18:29
La construcción del Centro de Diagnostico y Tratamiento (CDT) del Hospital de La Serena es un compromiso contraído por la Presidenta con todos los habitantes de esta ciudad y también de la región, junto con una necesidad impostergable cuando hablamos de la red de salud. También resulta imprescindible contar lo antes posible con la segunda y tercera etapa del Hospital de Coquimbo, después de los daños que presentó la torre antigua tras el terremoto del 16 de septiembre.
Por ello es que resulta incomprensible que el Ministro de Hacienda, el mismo con quien nos reunimos hace 2 semana para plantearle como parlamentarios de la región que no se podían hipotecar los proyectos comprometidos como el CDT para financiar las obras de reconstrucción; nos diga ahora que no están disponibles los recursos para esta obra.
Probablemente en un ministerio más acostumbrado a relacionarse con números no se comprende la complejidad sanitaria que significa posponer el CDT del Hospital de La Serena en una conurbación de más de 500 mil habitantes, con ciudades que son complementarias también en materia de salud. Seguramente se desconocen las condiciones de las dependencias en que se atiende a los pacientes en La Serena y tampoco ha podido ver los daños de la torre antigua del hospital San Pablo de Coquimbo; pero se habrá enterado que parte de la atención de salud de nuestros vecinos dependerá por un buen tiempo del Hospital de Campaña del Ejercito que está instalado aquí hace 10 días.
El Ministro de Hacienda y la Ministra de Salud deben comprender que estos proyectos se han postergado demasiado y que no existe hoy infraestructura adecuada para la atención. Que estas y otras iniciativas de la región quedaron para más adelante cuando se priorizaron inversiones para las zonas afectadas por el terremoto del 2010 en el centro sur del país y hoy es el resto de Chile el que debe devolverle la mano a la región de Coquimbo.
Será en la discusión de la Ley de Presupuesto en la que los parlamentarios de la región tendremos que convencer a las autoridades de gobierno que la salud de los habitantes de La Serena y Coquimbo no puede seguir en lista de espera.
