Hemos conocido con beneplácito la noticia respecto a que el preso político Leopoldo López, uno de los líderes de la oposición venezolana y miembro de la Internacional Socialista, recibió la sustitución de pena de cárcel por arresto domiciliario. Ahora podrá estar en su hogar, junto a su mujer y sus hijos, después de demasiados meses de injusta detención, que le han costado un fuerte deterioro en su salud. El régimen del dictador Maduro, lejos de silenciar a Leopoldo López sólo ha conseguido amplificar su voz y la de su mujer, Lilian Tintori, a quien recibimos en la sede de la democracia cristiana hace un tiempo para expresarle nuestra solidaridad, junto a Mitzi Capriles, mujer de Antonio Ledezma, quien también fuera injustamente apresado por sus ideas y por oponerse al régimen chavista.Esto demuestra la importancia de no guardar silencio cómplice frente a graves atropellos a los derechos humanos, a la democracia y las libertades básicas en Venezuela, realzando el haber asumido una defensa clara del valor universal de los derechos humanos y la democracia, en nuestro caso con diversos y sucesivos proyectos de resolución en el Congreso Nacional, como el que aprobamos esta semana, que condenó los graves hechos de violencia contra algunos diputados opositores en la misma Asamblea Nacional. Destacar que por primera vez un proyecto que se pronuncia respecto de atentados a la democracia en Venezuela, fue presentado por todas las bancadas de la Nueva Mayoría y recibió el respaldo de todos los sectores, incluyendo diputados del Partido Comunista.Ha sido la solidaridad y la presión internacional, el no ser indiferentes, lo que ha permitido y seguirá permitiendo avanzar en el restablecimiento de la democracia y el respeto a los derechos humanos en Venezuela, país en el que nuestros principales líderes democráticos exiliados por el régimen de Pinochet -entre ellos el gran Renán Fuentealba Moena, junto con Clodomiro Almeyda y otros- comenzaron a soñar lo que más tarde fue la Concertación de Partidos por la Democracia para la recuperación de la libertad en nuestro país.Como democracia cristiana seguiremos defendiendo el valor universal de los derechos humanos, cualquiera sea la ideología de la dictadura que los viole. Y lo haremos en Chile, en Venezuela, en China, en Cuba e incluso respecto de la cárcel de Guantánamo, en EE.UU.

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