Esta semana Microsoft nos mostró cómo serán los computadores de nuestras oficinas en pocos años. Serán táctiles, se convertirán en tabletas, tendrán más potencia de los que tenemos en las oficinas. La empresa que no entendió de qué se trataba el lanzamiento del iPhone y lo describió como un teléfono caro, hoy cambió su foco estratégico y lo tiene claramente centrado en la nube y en todo lo móvil que nació en torno a ese teléfono.
Un año atrás el iPhone venía perdiendo cuota de mercado en forma constante por dos años, algo similar a lo que ha estado viviendo el iPad con un año de retraso. Apple reaccionó a tiempo con el iPhone con el lema bigger that bigger, cambiando el tamaño de las pantallas porque entendieron que el dispositivo que todavía llamamos teléfono se usa fundamentalmente para escribir y para leer.
Hace pocas semanas le tocó el turno al iPad, con el lanzamiento de la versión Pro la empresa de la manzana apostó por revertir la crisis de las tabletas que muchos la definieron como terminal. El nuevo iPad es bastante más grande, su pantalla es casi el doble, pero el cambio más grande es la capacidad de trabajo. En su versión Pro la tableta ya funciona casi igual que los mejores computadores. Por eso la empresa descartó opciones de su fundador Jobs: incorporó lápiz y teclado.
Las tabletas Surface Pro de Microsoft funciona con el sistema operativo 10, las iPad Pro de Apple han mejorado el sistema iOS para hacerlo útil en el mundo de las empresas. Hasta hace unos meses parecía que las tabletas no tendrían futuro, ahora con Apple y Microsoft apostando todo por ellas al menos debemos asumir que lo más probable sea que las sigamos viendo por mucho tiempo.
El desafío es pensar en las oportunidades que esto puede significar. Este mismo diario tiene que asumir que estas pantallas pronto será el papel de sus mejores historias, cada uno en su sector debe ver cómo nos afectará eso, qué oportunidades surgirían.

Autor

Imagen de Eduardo Arriagada

Soy profesor adjunto en la Facultad de Comunicaciones de la Universidad Católica donde trabajo desde hace 25 años. Llevo años en Twitter como @earriagada, también junto ideas en un Tumblr que ahora llamo "Oteando el #Tsunami Digital" para apoyar el lanzamiento de mi nuevo libro.

Mantengo revistas en Flipboard y comparto contenidos en Storify y Slideshare. Tengo un espacio en Facebook y mi CV en Adademia.edu.

Disclosure: Escribo habitualmente en los diarios El Día de La Serena y El Mundo de Madrid. También en Expansión (MX).

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