No cabe duda que una de las situaciones que más preocupación e inquietud ha causado en algunos hogares del país tras el inicio de la pandemia ha sido el incremento de la violencia intrafamiliar. Hechos repudiables que han dejado huella en nuestra región, y que de no ser por la acción de personas que realizaron denuncias oportunas y la acción de algunas autoridades, podrían haber terminado en femicidios.
Bajo esa misma perspectiva, según lo indicado por el Departamento de Análisis Criminal (DAC) de la Dirección Nacional de Orden y Seguridad (Dioscar) de Carabineros de Chile, ha existido un significativo número de femicidios frustrados en la Región de Coquimbo.
A saber, en el período que comprende desde el 20 de marzo del año pasado hasta el 27 de junio de 2021, se han registrado 24 femicidios frustrados. De esta forma, la Región de Coquimbo es la quinta con mayor cantidad de estos hechos a nivel nacional.
En ese contexto, se ubica debajo de la Región Metropolitana, que anota 72 casos, La Araucanía con 46, Valparaíso con 35 y Tarapacá, que suma 30. En total, a nivel país se registran 321 hechos de estas características, siendo la de menor incidencia la Región de Aysén, con sólo un episodio en el período antes señalado.
Por supuesto, estos hechos preocupan a las autoridades y también ponen en el tapete la necesidad de una denuncia oportuna y también en la acción eficaz de la institucionalidad cuando estos acontecimientos acechan.
Procedimientos
El representante de Carabineros en la Mesa Contra el Femicidio establecida por el Sernameg, teniente coronel Francisco Aravena, señaló que es muy importante poner el énfasis en cómo se puede detectar o evitar un crimen de este tipo.
“Esto se relaciona directamente con la denuncia oportuna, tanto de las víctimas como de los testigos. Para eso, hemos hecho durante todo el tiempo que va de pandemia junto a Sernameg distintas estrategias que creemos han sido efectivas en el sentido de alertar a la comunidad en cuanto a la importancia de transmitir este tipo de información”, subrayó.
A su juicio, se está trabajando en base a tres ejes: la prevención, la concurrencia propiamente tal a los procedimientos policiales y la difusión.
“Además, estamos enfocados en capacitarnos nosotros mismos para dar una buena atención y una buena acogida a quienes sean víctimas de este tipo de casos. A su vez, hemos generado un trabajo importante de concientización, yendo donde está la comunidad. Es decir, a reuniones con juntas de vecinos, reuniéndonos con mujeres y preparando conversatorios rurales de manera presencial. También la empresa privada se ha sumado”, aseguró.
Por otra parte, destacó que el trabajo tanto con Sernameg como con la Seremi de la Mujer ha sido aceptado entre la comunidad. “Por lo tanto, el principal insumo que tenemos es la denuncia. Cualquier persona puede acercarse a nosotros o a Sernameg de forma inmediata, porque nuestra reacción frente a este tipo de casos es prioritaria”, declaró el teniente Francisco Aravena.
Sin embargo, más allá de la denuncia oportuna, se debe consignar que la acción del Ministerio Público resulta fundamental para sancionar adecuadamente a quienes buscaron dañar a su pareja.
Una red de apoyo
En ese sentido, la directora regional del Servicio Nacional de la Mujer y la Equidad de Género (Sernameg), María Soledad Rojas Pinto, destacó a El Día el trabajo que realiza la institución en materia de violencia.
“No queremos que ninguna mujer que necesite ayuda ante una situación de violencia se sienta sola. Es por ello que a diario, junto al Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género, fortalecemos nuestra coordinación con todos nuestros dispositivos y las redes intersectoriales de la región. A través del Programa de Atención, Protección y Reparación en Violencia contra las Mujeres (VCM), el Sernameg ofrece atención por medio de sus centros, los que atienden a mujeres mayores de 18 años que viven o han vivido violencia de género en contexto de pareja o expareja, entregando apoyo psicológico, social y legal”.
A su vez, Keyla Marín Maidana, encargada regional del Área de Violencia contra la Mujer, detalla el proceso cuando una mujer decide acercarse.
“Al acudir a estos dispositivos, la mujer recibe atención inmediata de primera acogida y evaluación de riesgo, para luego derivarla a atención de dupla psicosocial y asesoría legal, dependiendo de la gravedad de su situación. Lo que buscamos es que la mujer se sienta apoyada en todo momento, sobre todo hoy, en tiempos de cuarentena. Por ello, hemos redoblado los esfuerzos junto a los equipos de toda la región. Esta atención se está desarrollando de forma remota y presencial en los casos más urgentes y reforzado por las distintas instancias que se han activado para fortalecer la respuesta a las mujeres que viven violencia de género, como el fono 1455”, subrayó.
Cabe destacar, entre otras iniciativas, que también se encuentra el Centro de Reeducación de Hombres que Ejercen Violencia de Pareja, donde se les ofrece atención psico-socio-educativa especializada para la disminución y prevención de la violencia ejercida por hombres en contra de las mujeres, también en el ámbito de pareja.
El rol de la Fiscalía
Ocurridos los hechos, la Fiscalía puede adoptar diligencias de investigación tendientes a acreditar estos delitos, así como a determinar el carácter del mismo (frustrado o tentado) y reunir medios de prueba para que el Tribunal Oral los pondere en audiencia de juicio.
Cabe destacar que la diferencia fundamental entre un delito tentado y uno frustrado es que en el primero no hay una acción completa, y en el segundo, en cambio, no hay resultado por defecto de la acción en cualquiera de sus partes.
Entre los medios de prueba que se ofrecen en juicio, se cuentan los relatos de las víctimas, de testigos, informe de lesiones del Servicio Médico Legal, datos de atención de Urgencia, pericias de la policía, historial entre víctima e imputado y fotografías del sitio del suceso y de los elementos que se hayan usado. Además, si hubo videograbaciones, audios a la central de comunicaciones de Carabineros, peritajes químicos a la ropa de víctima e imputado y pruebas de ADN, entre otros.
Además de reunir los medios de prueba y al estar muchos de estos casos vinculados a violencia intrafamiliar, la Unidad Regional de Atención a Víctimas y Testigos (Uravit) interviene con medidas de protección y derivaciones para ayuda psicológica. A su vez, si una persona sufre agresión física, resulta necesario acudir a un centro asistencial a constatar las lesiones y exigir copia del certificado.
En cuanto a las medidas de protección que la Fiscalía ofrece, están la entrega de teléfono celular temporal con número de emergencia, alarmas de ruido, reforzamiento de la seguridad del domicilio, cambio temporal o definitivo de domicilio, contacto telefónico prioritario con la policía y rondas policiales periódicas.
“Un flagelo que aumentó”
La seremi de la Mujer y Equidad de Género, Ivonne Guerra, admitió que “la violencia de género sin duda es un flagelo complejo que tendió a aumentar durante esta pandemia. Vivimos momentos complejos durante el 2020 por el encierro, ya que el estrés y la crisis sanitaria sin duda influyeron en el aumento de estos delitos. Por lo mismo realizamos y continuamos haciendo múltiples campañas para denunciar todo acto que vulnere la integridad de las mujeres”, indicó.
A su vez, agregó que “fortalecimos los canales de ayuda para victimas y testigos como es el fono orientación 1455 y el WhatsApp Mujer +569-700-7000. Durante el 2021 la cifra de femicidios frustrados en comparación al año anterior ha bajado. Pero eso no significa que haya una merma en la violencia intrafamiliar; por lo mismo, debemos seguir afrontando esta situación con más ahínco”.