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Alejandro Pizarro
El hecho ha causado rechazo de parte de autoridades nacionales y regionales, quienes aseguran colaboraron en la detención del funcionario, que estuvo en manos de la Brigada Antinarcóticos de la Policía de Investigaciones. La situación también ha preocupado a otros trabajadores, que insisten se trata de “hechos aislados”.

Una realidad que muchas veces no se quiere ver es lo que develó un hecho ocurrido en las cercanías del centro penitenciario de Huachalalume, en La Serena. Cabe destacar que la Policía de Investigaciones, específicamente de la Brigada Antinarcóticos y contra el Crimen Organizado de La Serena, en conjunto con el Departamento de Investigación Criminal de Gendarmería de Chile abordaron una operación muy calculada en el sector de Bosque San Carlos, donde al momento en que un individuo recibió una bolsa desde el interior de un vehículo, la policía civil procedió a la detención flagrante por el delito de tráfico de drogas contra un gendarme de la institución.

Cabe destacar que aunque el sujeto intentó darse a la fuga, no pudo evitar ser interceptado, y tras la revisión del automóvil en cuestión, se verificó que contaba con diversos paquetes de cocaína base y cannabis, además de teléfonos celulares de alto costo, por lo que recibía grandes sumas de dinero al hacerlas ingresar a Huachalalume. Al momento de su detención, además, se encontró un millón de pesos en efectivo en su poder. El conductor del vehículo en el que circulaba, fue dejado en libertad.

Cabe recordar que toda esta información fue confirmada por el comisario Mario Cabezas, jefe de la Brigada Antinarcóticos y contra el Crimen Organizado de La Serena. 

Si bien es cierto el Juzgado de Garantía de La Serena dispuso de la prisión preventiva del gendarme en el penal Santiago 1 durante los noventa días que dure la investigación, cabe preguntarse porqué se suscitan este tipo de hechos y qué acciones han tomado desde Gendarmería, sobre todo considerando que señalan haber tenido una participación activa en esta detención, en el marco del plan Anticorrupción impulsado por el Ministerio de Justicia.

¿ACTIVIDAD  “INSTITUCIONALIZADA”?



Cuesta que funcionarios de gendarmería quieran referirse al caso, pero según fuentes que han conocido algunos entretelones, siempre han existido excepciones que aprovechándose de una posición de poder, contactos con el narcotráfico o simplemente “ambición” de hacer dinero fácil sin mediar consecuencias, equivocan el rumbo. Esto, sin evaluar el costo que tiene para la imagen institucional. 

Respecto a lo ocurrido en Huachalalume , el gendarme tenía 22 años de servicio activo y se desempeñaba como jefe del módulo de Reos Condenados de Alto Compromiso Delictual del recinto penal y, en el momento de la interceptación policial, quedó en evidencia su derrotero.

Jokan Garrido es dirigente de la Asociación Nacional de Funcionarios Penitenciarios (ANFUT) de la provincia de Elqui, quien reconoció que se trata de una noticia que es “lamentable para la institución y para nosotros como funcionarios. Obviamente como asociación rechazamos rotundamente todo acto ilícito que vaya en contra del normal funcionamiento de una unidad penal. Debo decir que la gran mayoría de los funcionarios están ajenos a este tipo de actividades, son abnegados y cada día trabajan para sacar adelante la labor penitenciaria, con una escasez cada vez más evidente en materia de funcionarios y de recursos de seguridad. A eso, hay que sumarle que las condiciones sanitarias son paupérrimas”, acotó.

Asimismo, el dirigente no coincide cuando se generaliza sobre comportamientos de determinados funcionarios. “Es cierto que hay drogas, hay armas hechizas, se tiende a creer que el personal de Gendarmería es responsable, pero aclaro, son casos aislados. Cualquier acto de indisciplina no se ajusta a lo que debe ser un funcionario de esta institución, porque cuando nosotros entramos a ella hacemos un juramento a la bandera y un compromiso con el país. Además, realizamos acciones para tratar de impedir el acceso de elementos prohibidos, lo que nos ha valido agresiones y amenazas de muerte. Eso no se comenta mucho, pero esperamos que algún día se ponga fin a esta situación”, argumentó.

ESTÁN “ALINEADOS”



Si bien nos comunicamos con Gendarmería, específicamente con su director regional, coronel Rubén Pérez Riquelme,  la institución no le autorizó a entregar nuevas opiniones respecto de un hecho que, brevemente, calificó como “delicado y que por ende debe manejarse a nivel institucional”.

En efecto, por el momento no se entregarán nuevos antecedentes a la opinión pública, más considerando que el gendarme ya fue formalizado y se encuentra en prisión preventiva en Santiago 1, durante el tiempo que dure la investigación.

Sin embargo, de acuerdo a lo señalado en una primera declaración, reconoció que este hecho está directamente relacionado con el Plan Anticorrupción impulsado por el Ministerio de Justicia. “Hemos iniciado los procedimientos correspondientes para desvincular al funcionario en forma automática”, señaló en esa oportunidad la autoridad regional, quien reafirma que este tipo de situaciones son “aisladas” y que aquellos que han incurrido en conductas relacionados con el crimen organizado y el narcotráfico “han violentado nuestro juramento a la bandera y  han traicionado a sus pares”, subrayó el director regional de Gendarmería, quien sólo espera que sea la justicia la que determine las reales circunstancias de un hecho que aún preocupa a la opinión pública, más aún porque los centros penitenciarios desde hace años están en el “ojo del huracán”.

Leer también: PDI detiene a gendarme por tráfico de drogas al interior del penal de Huachalalume 

 

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