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Lautaro Carmona
Sensaciones de angustia y cuadros depresivos suelen elevar la tensión dentro de los penales en esta época del año, registrándose además mayor número de suicidos. Precisamente ayer, un interno condenado a cadena perpetua se quitó la vida en el recinto de Huachalalume.

Para cualquier persona el fin de año es uno de los periodos más agobiantes Esto, porque además de caer sobre él el cansancio de todo un año, trae aparejado muchos compromisos y eventos a los que estar atentos, lo que aumenta la sensación de agotamiento y síntomas que se traducen en estrés. Para las personas solitarias, que han perdido un ser querido o que están lejos de sus familias también es complejo, ya que implican además el aumento de situaciones como angustia y depresión.

Aunque sin la sobrecarga social, las personas privadas de libertad viven una situación similar, intensificando también estas sensaciones.

Con este escenario deben lidiar en esta época del año los gendarmes, quienes observan al interior de los recintos penitenciarios mayores niveles de violencia entre los internos y aumento de intentos y concreción de suicidios.

Precisamente ayer se produjo el fallecimiento de un interno dentro de su celda en la cárcel de Huachalalume. Según información de la institución, por causas que se investigan, el hombre identificado como Marcelo Miranda Araya se quitó la vida con una soga en su cuello.

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La jefa de Unidad CP La Serena, Ana María Garrido, señaló que el interno, “ingresó a la unidad de La Serena el año 2018 y viene por el Juzgado de Garantía de Taltal y de Letras. Tenía dos causas; una por robo con intimidación y otra por violación a mayor de 14 años”.

Respecto a las posibles motivos, Garrido indicó que, “no tenemos antecedentes del porqué pudo haber tomado esa decisión, pero creemos que podría ser por la condena que él estaba cumpliendo. Se había adaptado bien al módulo, tampoco es que haya sido agredido o amenazado de muerte. No hay nada que nos haga prevaler o manejar de que haya intervención de terceros”, enfatiza.

Según algunos internos, el sujeto habría manifestado que no pasaba por un buen momento y que el encierro en estas fechas era complejo.

Una situación común y compleja



Este estrés de los reos es un tema con el que debe lidiar constantemente el personal de las cárceles. Así lo explica el coronel Rubén Pérez, director regional de Gendarmería, quien relata lo complejo de las vísperas de fin de año, de manera similar incluso a lo que ocurre en Fiestas Patrias.

“Quienes nos desempeñamos por años en labores penitenciarias, conocemos que en vísperas de las fiestas significativas se produce un gran nivel de estrés y ansiedad. Muchas veces se traduce en mayores niveles de conflictos, esto ha sido comprobado en los registros históricos de violencia carcelaria entre los internos, esto se intensifica por el estado emocional en que se encuentran”, comenta a El Día.

Pérez señala que la institución establece planes preventivos en relación de realizar allanamientos sorpresivos y un control exhaustivo del comportamiento de la población penal para evitar situaciones de violencia.

“Con esto reducimos la probabilidad de enfrentamientos, pero tampoco podemos garantizar presencia 24/7 personalizada. Sí efectuamos un control diurno y nocturno, sin embargo, el personal siempre está en inferioridad numérica”, afirmó el director regional de gendarmería.

En este contexto, Rubén Pérez agregó que al igual que en el resto de la sociedad, los suicidios aumentan en esta época del año en las cárceles.

“Nosotros no estamos ajenos a este tipo de situaciones en este periodo del año, pero como en todos lados. Dentro de las planificaciones de las actividades damos amplias facilidades a las visitas y las encomiendas, para que las personas accedan a mayor contacto con su gente y en forma especial con sus hijos, por lo que se realizan actividades de Navidad, lo que resulta significativo para las personas privadas de libertad”, explica la autoridad penitenciaria.

Para la sicóloga Alejandra González, el estar alejados de sus familias siempre es un duro golpe para los internos y el sentimiento de angustia se intensifica en las fiestas de Navidad y Año Nuevo

“Se debe considerar que los síntomas del estrés que ellos tienen se agudizan aún más cuando se está sufriendo una situación de este tipo, alejados de sus hijos y padres. Por eso, la insistencia en su tratamiento con un especialista, sobre todo cuando se trata de una angustia constante o una depresión mayor que los puede llevar a atentar contra su vida o estar más violentos”, finalizó la experta.

 

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