Tres mujeres y dos hombres fueron las personas, aparentemente, que murieron calcinadas tras un voraz incendio que destruyó por completo el hogar donde vivían, en la ribera del río, frente a la población El Cobre, en las inmediaciones del sector conocido como “El Vivero”.

Sobrevivían hace casi un año en una mediagua instalada en la ribera del río Illapel, cercano a una media luna y a una casa, distante a unos 400 metros. De la civilización, bastante lejos. No tenían luz y se bañaban con el agua que sacaban del río, la que muchas veces no calentaban por no tener un fósforo. Incluso, dos de ellas –una madre y su hija- fueron salvadas de hipotermia tras un fuerte temporal que azotó a la región en 2015.

Tras la casi muerte, fueron ayudadas por el departamento social de la comuna que les entregó un techo, colchones y ayuda en alimentos, amén de constantemente visitas. Sí, sólo eso. Porque no tenían a nadie.

Sin embargo, y pese a las advertencias de las autoridades, nunca dejaron el lugar. Pese al peligro del material ligero de la construcción de la vivienda y lo cercano que se encontraban del río, siguieron allí. Y pagaron. Pues aparentemente cuando bebían alcohol, bien entrada la madrugada, la vivienda comenzó a arder. Y ellos, sin saber del mundo, murieron en el lugar. Sin ayuda de nadie y de acuerdo a peritajes, consumidos por el siniestro tras la mala utilización de un bracero.

“Se presume que son las mismas personas que todos hablan y conocen, porque aún no existe certeza de la identificación de los cuerpos. Lo que sabemos es la información que han entregado los propios vecinos y quienes los conocen”, señaló Milenko Ávalos, alcalde subrrogante de la comuna de Illapel.

Una madre, su hija y Claudia

A través del departamento social de la municipalidad, se presume que serían personas con algunos problemas de drogadicción y alcoholismo, y que vivían en una pequeña casa frente a la población El Cobre, en las inmediaciones del sector conocido como “El Vivero”.

El lamentable hecho que conmocionó a la toda la comunidad illapelina ocurrió la madrugada de este viernes, y dejó una vez más en evidencia el notorio abandono en que vivían estas personas al interior de una humilde casa construida a base a retazos de madera, cartones, plásticos y palos, material ligero que fue determinante en la propagación de las llamas.

Según la información entregada por vecinos del sector, era frecuente ver a los habitantes del lugar bebiendo alcohol hasta altas horas de la madrugada y también pidiendo alimentos en el centro de la comuna, como una madre y su hija, conocidas como “las curaítas”, y también Claudia, mujer de aproximadamente 31 años, no vidente y que, al parecer, se quedó en Illapel por amor.

Claudia, al igual que las otras dos mujeres, salía todos los días a pedir comida. Lo hacía en el centro de la ciudad donde era muy conocida y querida.

Las tres se instalaban muy cerca de dos panaderías: la “Mazapán” y la “Sureña”,  donde la gente, dicen, las trataba bien. Se acercaban, las saludaban muy cariñosamente, en especial a Claudia, muy dije y alegre, pese lo difícil que le tocó su vida, y les daban alimentos, leche y pan, principalmente. Muy poco de dinero, pues presumían que se lo gastarían en droga y alcohol.  

Cuentan que a Claudia, su padre, una vez la vino a buscar desde Quillota, su ciudad natal. Y se la llevó, claro, como tantas otras veces. Pero ella siempre regresaba.

“Una vez se fue embarazada y llegó sin el bebé. Al parecer lo perdió”, cuenta un conocido, que lamenta lo sucedidio.

De dos a tres semanas

Las otras dos personas fallecidas serían hombres, situación que deberá corroborar la PDI y el Servicio Médico Legal, ya que por las condiciones de los cuerpos no es posible hacerlo mediante la observación ocular.

“Los cuerpos se encontraban completamente carbonizados y reducidos a grado extremo que incluso es imposible armarlos. En base a entrevistas a testigos corresponderían a tres hombres y dos mujeres y serían personas que viven en situación de calle”, señaló el subprefecto Jaime Rojo, jefe de la Brigada de Homicidios de La Serena.

Además, el jefe policial agregó que “no se lograron sacar impresiones dactilares dada las condiciones en que quedaron los cuerpos, así que por el momento nos queda extraer algún ADN nuclear y compararlo con algún familiar. De hecho barajamos nombres”.

Por su parte, el fiscal de Illapel, Andrés Villalobos, concurrió al sector y comprobó que la vivienda era ocupada por personas en situación de calle y otras personas que pernoctaban en el sector. 

"Están en un grado de calcinación tal que es imposible identificarlos por sus huellas. Hay un indigente que consumía licor en el lugar, quien señala que quienes estaban al interior del inmueble habían consumido profusamente bebidas alcohólicas, por lo que se presume que para cocinar usaban fuego, sin gas y que el manejo imprudente del fuego habría ocasionado el incendio. Sumado al grado etílico, pueden haberse sofocado y fallecido, sin posibilidad de escapar", agregó.

Además, advirtió que para establecer sus identidades será necesario hacerlo mediante peritajes de ADN, ya que no ha sido posible obtener huellas.

"Se levantarán los cadáveres y en el Servicio Médico Legal se tomarán las muestras de tejido o sangre para realizar extracción de ADN y cotejar con familiares de las presuntas víctimas".

Lo cierto es que los peritajes de ADN se realizarán en el Laboratorio de Criminalística Regional de la PDI de La Serena, en conjunto con el Servicio Médico Legal, y puede que los resultados estén listos de dos a tres semanas.

 

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