Crédito fotografía: 
Lautaro Carmona
Cualquier tipo de producto que pueda ser comercializado –incluso juguetes de niños– son sustraídos desde los diferentes nichos. Desde la Corporación Gabriel González Videla señalan que han denunciado lo sucedido y esperan más apoyo de seguridad en el exterior del recinto.

Rabia e impotencia es lo que sintió Lisset Castillo, joven serenense que se comunicó con diario El Día para entregar su testimonio y denunciar un indignante robo, que afectó emocionalmente a toda su familia.

El pasado domingo, esta joven llegó hasta el Cementerio de Las Compañías, donde fue a saludar, como continuamente hacen muchos de sus cercanos, a la señora Adriana Barrera Cabello, que hace pocos meses dejó de existir, a poco tiempo de cumplir 81 años. Ella era la gran matriarca de una numerosa familia, y bisabuela de Lissett.

Un dolor grande, que en un lapso breve se multiplicó tras el deceso de don Manuel Barrera, quien fue el compañero de toda la vida de la señora Adriana y que, según cuentan sus familiares, se amaron hasta el final de sus días. Tanto así, que él partió para acompañarla en la siguiente estación sólo un mes después de su fallecimiento.

Ya en el camposanto, Lisset dejó en el lugar tres angelitos que eran propiedad de la señora Adriana al interior de su nicho, que está protegido por un pequeño ventanal. Pero no pasó un día cuando esta familia se encontró con una desagradable sorpresa, ya que el pequeño cubículo fue abierto de manera forzosa, y precisamente, esos tres simbólicos angelitos, con un alto valor sentimental, fueron sustraídos.

Adicionalmente, también sacaron una casa en miniatura que había en el lugar y un corazón de porcelana, aunque esta joven sólo anhela poder recuperar los tres ángeles, debido al alto valor emocional que estos tienen, pues pertenecían a la señora Adriana y los cuidó con mucho cariño a lo largo de su fructífera vida.

 

Dar a conocer los hechos

Lisset decidió dar a conocer su caso en dos grupos en Facebook, principalmente dirigidos a las ferias de las pulgas. Además de recibir la solidaridad de otras personas, también pudo comprobar que más familias estaban siendo víctimas de robos en el Cementerio de Las Compañías.

“Hay mucha gente que escribió, lo que pasa es que nadie lo había hecho público en el último tiempo. Se viralizó rápidamente y nos encontramos con la sorpresa de que le habían robado a ocho nichos más. De hecho, mi mamá también fue al cementerio y se enteró de estas situaciones”, subrayó.

En efecto, otra denunciante en esas plataformas sociales señaló que “es una pena lo que sucede en el Cementerio de Las Compañías. A mi abuelita le robaron dos macetitas con sus plantas. Están deshumanizados, no respetan nada”.

 En esa misma línea, otra persona afirmó que “incluso se han robado juguetes o autitos que son de niños”, lo que despertó mayor indignación y por cierto, elevó los testimonios de otros que han pasado por esta triste situación, que causa gran impotencia.

Lisset, quien nos hizo llegar esta denuncia, aseguró que “son dos las personas que estarían detrás de estos robos. Según muchos, se trataría de un hombre y una mujer, que luego van a vender todas estas cosas que se roban en diferentes ferias. Se roban los floreros y hasta las velas. Incluso hasta paños para limpiar. Es el colmo”, aseguró.

Subrayó que al acercarse hasta la administración “sugirieron que nos comunicáramos con Carabineros para presentar un denuncia. Yo tampoco sé si a la gente del cementerio les interesa, si existe la suficiente seguridad o si se cuenta con un nochero, por ejemplo. Incluso, se comenta que en la parte trasera del recinto se ha hecho muy fácil ingresar, y en el cementerio tampoco se hacen responsables de estos hechos”, lamentó la joven, que insistió en que hechos de esta naturaleza se vienen repitiendo desde hace años y que es tiempo de ponerles freno. 

 

En el sitio de los hechos

Diario El Día se dirigió hasta el Cementerio Municipal de Las Compañías, para verificar los hechos.

In situ nos encontramos con Cecilia, su hija mayor, que también llegó para saber cómo estaba el lugar donde descansa su madre y revisar qué detalles serían susceptibles de reparar, si fuese necesario. Allí conversamos con ella, quien recapituló parte de lo sucedido. “Mi hermana me llamó el lunes, porque ella vino al cementerio. Me contó que a mi mamita le habían sacado sus cosas e incluso a pocos metros a otra persona le había pasado exactamente lo mismo. De hecho, algunos de mis hermanos van a venir a revisar si le pueden colocar un candado o algo más seguro, para evitar que un hecho como éste vuelva a repetirse”, nos indicó.

Efectivamente, según los afectados, los articulos estarían siendo vendidos en la feria de Las Compañías. “Cuando supimos de esta situación, nos acercamos a la administración y nos sugirieron que presentáramos una denuncia ante Carabineros, respuesta que le han dado a muchas otras personas también. Por lo que sé, se trataría efectivamente de dos personas que estaban vendiendo esos y otros artículos”, señaló Cecilia, lo que calza con los testimonios anteriores y debe poner en alerta a las autoridades.

 

La respuesta

Sin lugar a dudas, las responsabilidades apuntan hacia las autoridades que tienen directa determinación en el funcionamiento de estos recintos en La Serena. En este caso, es la Corporación Municipal Gabriel González Videla.

Frente a esta materia, el director del Departamento de Administración de esta entidad, Pablo Salazar, expresó a El Día que “junto con lamentar profundamente los hechos acontecidos, la administración del cementerio ha realizado las denuncias pertinentes a Carabineros de Chile”, reconoció.

Por su parte, el representante de la corporación afirmó que “junto a lo anterior, queremos reiterar que nuestra gestión ha tenido especial preocupación por mejorar las condiciones de funcionamiento y de seguridad del camposanto, construyendo un nuevo y amplio cierre perimetral, entre muchas otras mejoras del recinto que, hasta ahora, constituyen las únicas inversiones que se han materializado en toda la historia del recinto”.

Salazar admitió que “si bien disponemos de personal encargado de resguardar día y noche el cementerio, reiteramos nuestro llamado a que se dote de mayor presencia policial en el sector, que contribuya a brindar mayor seguridad al recinto y a sus usuarios. Hemos hecho esfuerzos en seguridad, pero requerimos de más apoyo de las autoridades”, acotó Salazar, enfatizando en lo que ocurre en el exterior del camposanto.

 

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