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Lautaro Carmona
De acuerdo a los datos entregados por Carabineros de Chile, las detenciones que involucran a menores de 18 años llegan a un total de 945 desde marzo de 2020 a la fecha. Predominan los delitos por infracción a la salud pública, violentos y contra la propiedad.

Datos reveladores y que invitan a la reflexión. En el marco de la pandemia, es decir, desde marzo de 2020 a la fecha, gran cantidad de delitos y detenciones han involucrado a niñas, niños y adolescentes de la Región de Coquimbo.

En efecto, es necesario desglosar los distintos hechos en cuestión. Según la información dispensada por Carabineros, en dicho periodo se han registrado 945 detenciones de menores entre 14 y 17 años, de las cuales 237 corresponden a delitos contra la salud pública, 127 a delitos contra la propiedad y 119 a delitos violentos, ilícitos más recurrentes en este grupo etario.

Al respecto, el coronel David Estay, jefe de Operaciones de la IV Zona de Carabineros, detalló a El Día que “los niños, niñas y adolescentes representan un 3% de los más de 31.500 detenidos registrados desde marzo del año pasado a la fecha. Uno de cada tres de ellos, responde a delitos contra la salud pública e infracción al toque de queda, mientras que la tipificación más recurrente son los hurtos”.

Cabe precisar que quienes anotan el mayor número de aprehensiones son los jóvenes entre 18 y 29 años, que representan el 44% del total, lo que devela una compleja realidad de fondo.

 

Detenciones por hechos graves

De las 119 detenciones por delitos violentos, Carabineros señaló que dos corresponden a homicidio, 72 a lesiones, 15 a robo con intimidación, 23 a robo con violencia, 6 a robo con sorpresa y uno por violación.

Frente a fenómenos de esta naturaleza, el sociólogo Juan Rojas, en conversación con nuestro medio, aseguró que “llaman la atención estos datos, porque cuando estamos en pandemia, nos encontramos en un estado de emergencia donde se supone que hay fuerzas policiales y fuerzas armadas custodiando. Considero que ahí hay un temazo gigante, porque por un lado está la cesantía y la descomposición de la familia y la pandemia propiamente tal, que lo está regulando todo, con un control más bien social que sanitario”.

Por tanto, a su juicio, “esta criminalidad infanto-juvenil podría deberse a la falta de un prototipo o de una imagen constructiva o de líderes que puedan mostrar un camino mucho más adecuado e integrado respecto del mundo que les ha correspondido vivir”.

 

Contra lo “ajeno”

En el detalle de los denominados delitos contra la propiedad, Carabineros informó de 81 detenciones por hurto, una por robo con fuerza, siete por robo de vehículo, 14 por robo en lugar habitado, 14 por robo en lugar no habitado y 10 por robo objeto de o desde un vehículo.

En esa línea, otros aspectos son importantes para que los menores de edad, según el sociólogo Juan Rojas, opten por el camino de la vida delictual y todos sus agregados.

“Hay una serie de elementos que van carcomiendo a una sociedad que es anómica, porque está fuera de la ley, la que se conforman de acuerdo a sus propios estatus. Por ejemplo, el tener una ropa adecuada o de precios muy altos a cualquier costo. Por eso es que la sociedad necesita  autorregulación y eso no lo logran entre los mismos componentes o pares. En resumen, son jóvenes que no tienen reglas y desafían a una autoridad que está desprestigiada”.

 

Otros hechos

 Por otros hechos, se cuentan 189 detenciones (45 por amenazas, 25 por daños, 51 por ley de drogas, 19 por receptación, 16 por robo frustrado, 5 por violación de morada y 28 por violencia intrafamiliar). 

Pero también aparecen otras que refieren al permanente estado de “desafío” de estos menores de edad.

De acuerdo a la información proporcionada por Carabineros, 237 corresponden a delitos contra la salud pública, 97 detenidos por infringir el toque de queda, uno por conducción bajo la influencia del alcohol, 10 por conducción en estado de ebriedad y 165 por “otros”.

En esa línea, el coronel David Estay, jefe de Operaciones de la IV Zona de Carabineros acotó que “si bien todas estas cifras son bajas en comparación al total de detenciones, es importante realizar un llamado a la comunidad en general, de compromiso con la crianza responsable, para que nuestros niños y jóvenes crezcan en un ambiente sano y se conviertan en adultos que aporten al desarrollo social, porque las generaciones del futuro son hoy y la responsabilidad es de todos”.

Sin embargo, el análisis del sociólogo Juan Rojas es poco optimista respecto de esta cruda realidad. “Son menores cuya personalidad está en resistencia. Frente a todos los delitos en los que están involucrados, hay algo que de alguna manera quieren decir. Ese menor representa la falta de oportunidades, de trabajo y por ende la falta de construcción de una personalidad útil y clara, porque es la misma sociedad la que no se las está entregando. En un futuro, no sería raro que se expresara en crímenes seriales, donde hay gérmenes de criminalidad, sobre todo en sectores lejanos de la ciudad o desregulados y que tienen su propia ley”, subrayó el profesional.

 

Policía civil en acción

Los distintos procedimientos de la Policía de Investigaciones también otorgan antecedentes reveladores y preocupantes en relación a niñas, niños y adolescentes en el marco de la crisis sanitaria.

Según fuentes de la Oficina de Análisis Criminal de la PDI, desde 2020 a la fecha se han registrado un total de 49 detenciones, 31 durante el año pasado y 18 en 2021.

En relación a los delitos en que se involucraron los menores de edad en el año 2020, 11 fueron en contra la salud pública y artículo 138 del Código Penal; 7 por tráfico, microtráfico y otros delitos; cinco por receptación; 3 por homicidio y homicidio frustrado; 2 por lesiones menos graves, dos por otros delitos contra el orden y la seguridad pública cometidos por particulares; uno por homicidio simple, 1 por lesiones leves y 1 por tenencia ilegal de armas de fuego, municiones y otros.

Durante el presente año, 19 hechos han involucrado a niñas, niños y adolescentes: 7 por microtráfico; dos contra la salud pública; 3 por homicidio y homicidio frustrado; dos por hurto simple;  dos por otros hechos contra la ley de control de armas; 2 por robo con violencia y uno por daños simples.

 En esa perspectiva, el prefecto Ricardo Navarro, jefe de la Prefectura Provincial Elqui, argumentó a El Día que “a la fecha, la participación de adolescentes en delitos disminuye respecto al año 2020, según los registros que tenemos en nuestra Oficina de Análisis Criminal (OFAN). Es significativo advertir que, aunque este indicador resulta marginal en comparación con las cifras regionales, de todas maneras, cada caso siempre es una señal de alerta.  Cuando un adolescente se ve involucrado en estos hechos, es importante atenderlo, desde la familia a las diversas instituciones especialistas, para lograr un apoyo oportuno e integral, con el fin de evitar que esta conducta se mantenga por el bien del propio adolescente, de su familia y de su entorno social”, concluyó el jefe policial.

 

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