Perito SIAT descarta accidente en muerte de los motoristas de Carabineros

“No se trata de un accidente, sino de un caso policial”, indicó con firmeza el perito de la Sección de Investigación de Accidentes de Tránsito (SIAT) en una nueva audiencia por el segundo juicio de Caso Carabineros. El capitán expuso su informe técnico ante el Tribunal Oral de La Serena, que intenta determinar las responsabilidades en la muerte de dos motoristas de la institución en noviembre de 2016.

Desde las 8:30, hasta pasadas las 14:00 horas, el especialista compareció ante la comisión presidida por el juez Marco Flores, constituyendo la última declaración presentada por la Fiscalía en la primera sala del tribunal, en la parte final del nuevo juicio, que comenzó miércoles 3 de enero y que podría terminar a antes del viernes de la próxima semana.

El Ministerio Público quedó conforme con la participación del funcionario en la audiencia, la más extensa hasta el momento, e indicó que el contenido de sus pericias y conclusiones, “ratifica lo que han declarado los testigos durante todo el juicio”, en palabras del fiscal jefe de Coquimbo, Claudio Correa, en conversaciones con la prensa en medio de los recesos.

DINÁMICA Y CAUSA BASAL

En su declaración, el perito entregó el detalle de las conclusiones a las que arribó su investigación, en las que señaló que las acciones cometidas por los acusados a bordo del Subaru Impreza gris, no serían meras infracciones a las reglas de tránsito, sino que se debe considerar “un contexto más amplio”, en el marco de la persecución.

De esta forma, describió que el conductor del vehículo, transitaba por el costado izquierdo de la calzada, contra el sentido del tránsito, realizando “maniobras riesgosas” con la intención de evadir el control policial de la ruta D-43, debido a los delitos de receptación, robo e intento de robo en la comuna de Ovalle.

Además, con base en sus descubrimientos, indicó que estos no perdieron el control del vehículo, impactando a las motocicletas con su costado izquierdo, mientras los policías se acercaban de frente.

POSIBILIDADES DESCARTADAS

El impacto nuevamente se tomó el debate, debido a que el crucial momento fue el único del cual no se tiene evidencia audiovisual, debido a la pérdida del archivo desde la memoria micro SD de la cámara que portaban los policías, sin los cuales se dificulta determinar la reacción exacta de los imputados al encontrarse con el sargento Hans Knopke y el carabinero Luis Díaz en la carretera.

El perito describió sus diligencias, indicando que surgió la posibilidad de que los sujetos no hayan visto a los carabineros, debido a que en primera instancia el bus cruzado en la ruta D-43, junto a la nube de polvo levantada tras la evasión del vehículo, pudieron haber servido como una barrera que limitaba la visión de los seis involucrados.

Sin embargo, con la totalidad de la evidencia en su poder, el especialista determinó que el bus interurbano al que los policías dieron la orden de cruzar ambas pistas para detener la huida, realizó un desplazamiento que “abrió una brecha, que pudo permitir a los ocupantes del automóvil ver las motocicletas”.

Por otro lado, la nube de polvo que se levantó cuando los acusados salieron de la calzada para evitar el impacto con el bus, se habría producido en la parte posterior del vehículo, por lo que no habría bloqueado completamente la visión desde el interior del móvil.

02 peritos presentará la defensa una vez culminada la prueba de la Fiscalía

Con estas razones, el perito explicó que estas posibilidades de que lo sujetos no vieran a los carabineros quedaron descartadas, por lo que no fueron incorporadas en las conclusiones del informe, generando el debate en el interrogatorio, a través de las preguntas de la defensa, que pidió las razones de la ausencia de estos hechos en el documento.

El defensor Alejandro García, cuestionó estas conclusiones, indicando que el tiempo transcurrido desde que los sujetos tuvieron la posibilidad de ver a los funcionarios, hasta que finalmente impactan con ellos, es muy acotado. “Quedan menos de dos segundos para que la maniobra que se realice tenga algún efecto”, argumentó el abogado.

Para el profesional, esto queda explicado en las velocidades de los vehículos, debido a que las diligencias determinaron que el auto de la persecución transitaba a una media de 138 km/h, y las motocicletas lo hacían a 66 km/h y aún así, estas tampoco alcanzaron a detenerse por completo al encontrarse con el vehículo en huida, hecho reconocido por el perito.

En este sentido, el abogado indicó que “Esto se produce por un caso fortuito, por un hecho imprevisible, imposible de resistir”, lo que finalmente deberá ser determinado por los jueces tras los alegatos de clausura.