Impacto ha generado el caso del colectivero que fue hallado muerto durante la mañana de este lunes en las cercanías de la parcela 63 de la localidad de Altovalsol. Mayor tristeza y congoja se produjo cuando en horas de la tarde se conoció la identidad de esta persona, Ricardo García Muñoz, de 50 años, quien ya era buscado tras una denuncia preexistente por presunta desgracia.
En el lugar, la PDI realizó las diligencias investigativas correspondientes, para luego remitir el cuerpo hasta el Servicio Médico Legal, mientras por contraparte se encontraba, en las cercanías del lugar, un vehículo totalmente calcinado, que era precisamente de propiedad del conductor y que resultó víctima de esta trágica historia.
Con el transcurrir de las horas, se esperaban nuevos antecedentes, y tras los análisis toxicológicos y la autopsia de rigor, se logró determinar un hecho que aparecía como una posibilidad inminente. Esto fue ratificado por el subprefecto de la Brigada de Homicidios de La Serena, Jaime Rojo, durante la tarde del martes, tras conocerse los resultados arrojados desde el Servicio Médico Legal.
“De acuerdo a estos resultados, la causa de muerte sería por la acción de terceros, por ende estaríamos en presencia de un homicidio. Cuando nosotros realizamos el reconocimiento externo presencial del cuerpo, en primera instancia no fue posible pesquisar la acción de terceras personas, porque las lesiones se encontraban en forma interna. Por esto esperamos el pronunciamiento del SML al respecto y se ratificó lo anterior. Con esto no quiero señalar ni anticiparme al mecanismo o a la dinámica de la muerte, toda vez que son antecedentes que nosotros guardamos para nuestra investigación y así poder hacer comparaciones”, aseguró el jefe de la BH La Serena.
Actualmente, los detectives están abocados a realizar las diligencias pendientes para establecer la dinámica de los hechos. “Los antecedentes que estamos recabando son filmaciones de cámaras de seguridad, empadronando, conversando con testigos. Nuestro objetivo es establecer los hechos que ocurrieron con anterioridad al fallecimiento de esta persona”, recalcó Rojo.
De acuerdo a la experiencia del jefe de la BH, no es posible establecer plazos exactos respecto a este tipo de investigaciones. Lo cierto es que si dentro de las primeras 48 horas no se logran encontrar antecedentes con prontitud “toda acción se vuelve compleja”, subrayó el subprefecto Jaime Rojo.
Sin embargo, el jefe de la Brigada de Investigación Criminal serenense tiene confianza en su gente y en que esto será aclarado en forma tajante. “Por el momento no tenemos nada que nos entregue antecedentes respecto de la entidad de la o las personas que están involucradas en estos hechos. Pero esperamos en el corto plazo contar con antecedentes que nos permitan individualizar al responsable, para así acreditar imputabilidad y poner a los responsables a disposición del Tribunal.
POR ORDEN DEL FISCAL
Estas acciones se han podido llevar a cabo a partir de la orden del fiscal a cargo de esta causa, Eduardo Yáñez Muñoz, quien se refirió a las circunstancias en hechos de estas características. El fiscal señaló que “esta persona había desaparecido entre la noche del 25 de junio y la madrugada del 26 de junio, motivo por el que su cónyuge concurrió a la Primera Comisaría de Carabineros de La Serena, donde realizó una denuncia por presunta desgracia. Y en la jornada del lunes, residentes de Altovalsol lo encontraron en las cercanías del camping Los Hornitos”.
A juicio del fiscal, el taxi colectivo calcinado es muy importante para continuar con una línea investigativa que permita dar con los responsables de este hecho lamentable. Pero también afirmó que aseverar plazos sería muy aventurado. “Es importante dar respuestas ante la preocupación de los familiares y la comunidad. Por ende, trataremos de efectuar nuestras labores de la manera más expedita posible”, indicó.
Por otra parte, recordó que hace algunos años se dio un hecho de características similares, que por cierto generó conmoción en la comunidad y que tuvo relación con el hallazgo de los restos del asistente social Mauricio Gallardo Alday (48), en el sector de El Peñón, en la ruta hacia Andacollo, ya que desde un principio existía la posibilidad de que se tratara de un homicidio, lo que finalmente se determinó. “En Coquimbo fue encontrado en primer término el vehículo de quien era asistente social de la Junji, muerte que tuvo lugar en marzo de 2012. Días después se encontró el cuerpo de esta persona, lo que nos permite establecer parámetros y aventurar hipótesis en este nuevo caso, pero dejando claro que las investigaciones continúan”, afirmó.
NO DAN MÁS
Hay frustración y molestia. No es para menos. El presidente de la Asociación de Taxi Colectivos de la Región de Coquimbo, Manuel Correa, fue claro ante la sensación de inseguridad que afecta al gremio que encabeza. Y fue más allá.
“La verdad de las cosas es que estamos trabajando con un temor tremendo, porque nuestros conductores no saben el pasajero que se está subiendo. Anda todo el mundo con temor ante los hechos que han ocurrido, porque ya no son robos, sino dañar nuestro vehículo e incluso hasta quitar la vida al conductor”, recalcó.
Correa recalcó, a nombre del gremio, “nuestro repudio a las autoridades que pueden detener este flajelo. Nosotros propusimos a la autoridad de Gobierno la puesta en marcha de un proyecto que consistía en botones de pánico, lo que incluso desde Carabineros y la PDI indicaron que podía serles muy útil, mediante una aplicación de celular. Pero lamentablemente, la autoridad de Gobierno, específicamente desde la Intendencia, negaron estos recursos. Y así, estamos trabajando totalmente inseguros”.
De hecho, desde el gremio se están poniendo a resguardo y están analizando la posibilidad de no salir en las noches a trabajar y sólo realizarlo hasta ciertas horas, a riesgo de recibir sanciones. “Sabemos que algo como esto va a afectar a los usuarios, pero creemos que son las autoridades las que deben tomar este asunto en sus manos. El año pasado hicimos muchas reuniones con las autoridades, pero sin resultados positivos. Existe derechamente una negligencia, y tenemos ingenieros informáticos que pueden llevar a cabo esta idea, pero no hay dinero. Pero sí hay recursos para otras cosas. Nos sentimos atemorizados y estamos molestos”, concluyó con evidente preocupación Manuel Correa.