Policía llama a tener cuidado ante venta de libros falsificados en regreso a clases

A un precio barato, pero mal compaginados, tinta de mala calidad e incluso páginas faltantes son solo algunas de las características de los más de mil libros falsificados que incautó PDI esta semana en un local de Coquimbo.

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En este sentido, el subcomisario Cristian Alarcón de la Brigada de Delitos Económicos llamó a “poner atención e informarse sobre los libros de lectura escolar”, considerando el regreso a clases de los alumnos en marzo y con ello la compra de libros ante la cual los apoderados buscan "los mejores precios".

El oficial policial detalló que más del 80% de los libros encontrados corresponden a textos que piden los colegios para lecturas complementarias en clases. ¿La razón del llamado? Estos son ofrecidos a casi un 50% del precio de un libro original.

LAS DIFERENCIAS Y SUS RIESGOS

El precio parece conveniente, pero lo barato cuesta caro. Un libro similar a los encontrados, pero en su versión original alcanza los 15 mil pesos, pero la librería de la ciudad puerto los ofrecía a ocho mil, incluso seis mil pesos.

Según Alarcón las diferencias están a la vista. Las tapas son de evidente mala calidad, al igual que las encuadernaciones, que son disparejas. Las hojas se desprenden con facilidad al tomarlas y en algunos casos están mal cortadas.

1700 libros falsificados decomisó PDI desde un local coquimbano

Las páginas se saltan, ya que hay algunas inexistentes, lo que perjudicaría el proceso de aprendizaje de los alumnos, “Se pierde parte de la narración. La lectura no se va a poder completar”, asegura.

Pero lo más peligroso, detalló el subcomisario, es la tinta de baja calidad con la que están impresos, que en algunos textos dejan rastros en las manos y en la ropa al hojearlos y serían “altamente tóxicas”. Pero no solo eso, porque también se cae en la posibilidad de “ser partícipes de un delito y recibir una sanción legal”, indicó.

INVESTIGAN PROCEDENCIA

¿De dónde vienen? Es precisamente la pregunta que se hacen en PDI. Los detectives de la Brigada de Delitos Económicos trabajan en coordinación con la Fiscalía de Coquimbo para determinar la procedencia de los libros y así evitar nuevas distribuciones.

Pese a que aún no se ha determinado, “por la información que manejamos, gran parte vienen de la región Metropolitana”, indicó Alarcón.

80% de los libros decomisados en el último procedimiento corresponderían a textos que piden los colegios.

El detective además detalló que durante el verano se encontraron varios puntos de ventas a menor escala en el sector costero de la conurbación, donde se detectaron personas que se dedicaban a la venta de libros pirata en pocas cantidades.

Según indicó Alarcón, al ser interrogados por los policías, estas personas aseguraban que traían los productos desde Santiago, sin embargo “no me atrevería a decir que tengan conexión con las librerías que hemos detectado”, aclaró el subprefecto de PDI. 6301i