Bandas organizadas acechan a barrios de la conurbación que están cansados de constantes hechos delictuales

Desde hace varias semanas, en la conurbación La Serena-Coquimbo se han producido una serie de hechos que preocupan a diversos barrios, incluso tradicionalmente residenciales, porque en muchos casos han acaecido a plena luz del día o, en su defecto, en zonas donde habitualmente no era común ver la mano de los delincuentes organizados.

Vecinos de estos sectores reclaman un mayor control policial, aunque el detalle de fondo, a juicio de estos habitantes, está en evitar que determinadas personas lleguen hasta estas zonas para perpetrar todo tipo de delitos. Entre los más conocidos, están los portonazos, las encerronas e incluso alunizajes en zonas más centricas de las ciudades.

En el caso del sector El Rosario de Peñuelas, la ola de inseguridad continúa, pese a que desde Carabineros y Seguridad Municipal sostienen que hay coordinación ante lo que ha pasado. Una de las calles más afectadas es precisamente El Rosario, donde hay robos a plena luz del día o cuando las personas abandonan sus hogares al oscurecer. “Es una constante que a vecinos  les estén sucediendo robos o ande gente que no es del barrio mirando las casas. Nosotros, con el delegado del sector, Mario Mondaca, hemos intentado por varios medios sostener reuniones concretas con el Municipio, lo que no ha sucedido”, señaló María Esperanza Martínez, quien llegó junto a su esposo a vivir hasta el sector residencial buscando tranquilidad y calidad de vida, la que desafortunadamente no han encontrado.

También en Coquimbo, un barrio tradicionalmente calmo es Sindempart, específicamente por calle El Sauce, que es sin duda una de las más concurridas y trascendentes de esta población.

Sin embargo, un hecho lamentable sucedió en la víspera de Nochebuena, cuando una vivienda fue asaltada, y el hecho terminó con una de las víctimas heridas a bala, lo que pasó en horas de la mañana del día 24. Fue lo que le sucedió a la familia de Mario Olmos, a quien debieron derivarlo hasta un centro asistencial para sacarle una bala que alcanzó a herirlo. “Ya han ocurrido tres hechos similares en poco tiempo y creo se trata de una misma banda”, señaló en la edición de ayer a diario El Día, a la espera de una reacción por parte de las autoridades.

En La Serena 

En poco tiempo, dos barrios han sido protagonistas de hechos que hace poco tiempo  resultaban bastante inusuales, hablamos del sector El Milagro y Colina el Pino. En el primero, la presencia de bandas organizadas también ha facilitado encerronas, portonazos y robos en viviendas, como el que sucedió el 6 de diciembre en las afueras de la casa de Paulina, en calle Santiago Apostol,  luego que ella fuera a dejar a una amiga de su hija y, tras retornar a la vivienda, fue rodeada por sujetos que la esperaban para quitarle su vehículo, luego de una “persecución” de la que ella no se percató. Afortunadamente, sus hijos se bajaron del auto robado antes del “portonazo”.

 Si bien lograron recuperar el vehículo robado, siguen muy preocupados como familia y como parte de la comunidad de El Milagro. “Mi familia tuvo suerte, pero aún hay personas que no logran recuperar sus pertenencias. Me asusta mucho el nivel de violencia con el que actúan los delincuentes”, subrayó Paulina.

Similar situación es la que ocurre en el sector de La Colina el Pino, donde el más conocido como “Pasaje sin nombre”, entre las calles Andrés Murillo y Víctor Salas, ha sido foco de problemas.  “Calculo que son cerca de 20 los delitos que se han producido en el sector desde septiembre en adelante sólo en nuestro barrio. Existe mucha organización de parte de los delincuentes, porque lo he visto a través de una cámara que dispuse en mi hogar”, subrayó la semana pasada Sofía Hernández, vecina del sector, quien acotó que siguen habiendo movimientos extraños de parte de personas ajenas al a población en las noches.