• En el municipio de Coquimbo aseguran que el primer semestre del próximo año, de manera paulatina, comenzará a ser habitado el nuevo edificio municipal.
  • En Los Vilos el edificio municipal comenzó a construirse hace ocho años y ha estado mucho tiempo con obras paralizadas. Se estima que durante el 2021 sería terminado.
Crédito fotografía: 
Lautaro Carmona
Ambas obras han tenido problemas durante su proceso de construcción y dependen de recursos del Gobierno Regional, los que han sido solicitados por ambas municipalidades, pero la situación de la pandemia podrían demorarlos aun.

El mayor temor que se ha tenido de los edificios consistoriales de Coquimbo y Los Vilos, es que se transformen en elefantes blancos, luego que ambos han tenido un largo y tropezado proceso de construcción sin que aún puedan ser habitados.

No obstante, en ambos casos el 2021 será un año clave para que estas estructuras puedan cumplir el fin para el cual fueron proyectadas, que es albergar todos los departamentos municipales y de paso ahorrarse una importante cantidad de recursos que hoy se destinan a arriendo.

En el caso de Coquimbo, cuyo edificio está terminado, excepto algunos detalles para habitarlo, hay un compromiso económico de parte del municipio, pero por la situación financiera por la que están pasando y porque no tendrían acceso a un leaseback, estarían solicitando recursos al gobierno Regional, lo que ha sido reconocido por la presidenta del CORE, Adriana Peñafiel.

Sin embargo, el jefe de la Secretaría Comunal de Planificación, SECPLAC, Claudio Telias, explica que en la actualidad el edificio consistorial está recepcionado por la municipalidad desde el 30 de noviembre pasado y descarta que se estén solicitando mayores recursos al Gobierno Regional ni a nadie para poder implementarlo, “solamente se están ejecutando los recursos que consideraba el proyecto, que tienen que ver con equipos y equipamiento y hoy se está haciendo todo lo que tiene que ver con conectividad por parte del Departamento de Informática Municipal, para dejar el edificio comunicado.

Posteriormente a eso también se está comprando mobiliario que consideraba el financiamiento del proyecto y  después se hará el plan de traslado de la municipalidad, lo que será el primer semestre del próximo año”.

El traslado será progresivo, porque  hay departamentos que son más complejo instalar que otros, como los que recaudan y los que atienden público de manera permanente, porque no pueden  cortar el servicio que se le entrega a la comunidad.

A cerca del leaseback al que estaba buscando acceder el municipio, Telias señala que hoy existe una alternativa que el alcalde, Marcelo Pereira, está gestionando con el Gobierno Regional, para que “el aporte que el municipio  se comprometió cuando se firmó el convenio de mandato, poder reintegrarlo por medio de un plan de pago antes que el municipio opere a través de un leaseback que es más caro, porque genera intereses y hay que poner garantías. Para evitar eso, el alcalde hizo gestiones con el intendente y se está buscando la alternativa de transferir los recursos con un plan de pago progresivo”.

Pero todo lo anterior dependerá de lo que decida el Gobierno Regional para la firma de un convenio que involucra un monto superior a los tres mil millones de pesos que el municipio se había comprometido a disponer.

Sobre esto, Claudio Telias aclara que no son recursos que ellos les deben a Sacyr, la empresa que ha ejecutado el proyecto, sino que son parte de una relación entre la municipalidad y el GORE y “eso no afecta los pagos que tengan que realizarse a Sacyr y esto ya fue ratificado por la Contraloría, (dijo) que es el mandante, la unidad técnica y financiera del proyecto, el Gobierno Regional, así que las obligaciones de pago las tiene el Gobierno Regional. Más allá de que nosotros con el GORE tengamos un  compromiso de aportes faltantes, no tienen por qué entorpecer el normal pago, en este caso a Sacyr, porque un tercero no debería verse afectado. Esto significa que el edificio va a entrar en servicio, va a estar todo y lo único que podría, en algún momento,  quedar por resolverse, es  el tema del aporte del municipio al Gobierno Regional, el que tiene dos vías: Uno, se opera con el leaseback o se acepta la propuesta de la municipalidad de hacer un plan de pago que sería mucho más beneficioso para nosotros, porque sería el saldo neto de lo que se está debiendo y no sería una operación financiera que genere intereses”.

De todas formas, sobre esta propuesta de pago de parte del municipio, Telias señala que en una reunión con el Consejo Regional y la Comisión Interna del Gobierno Regional, ocurrida hace unos 15 días, se habría manifestado el apoyo político, porque se entiende que el municipio de Coquimbo es el único que está haciendo aportes efectivos a la construcción de un edificio consistorial en comparación con todos los otros edificios municipales de la zona, que han sido financiados  completamente por el GORE.

En la administración municipal, cifran esperanzas en que una vez que el país vaya recuperando la normalidad frente al retiro de la pandemia, comenzarían a recuperar ingresos que no han estado recibiendo, como los recursos del casino de juegos, por ejemplo, o la recaudación de ingresos propios que  tienen que ver  con la postergación de patentes, licencias de conducir, de derechos por patentes comerciales, entre otros, que afectan las arcas municipales.

Desde el Consejo Regional

La presidenta del Consejo Regional, CORE, Adriana Peñafiel, tras ser consultada señala que es efectivo que el municipio está gestionando para solucionar la situación que enfrenta y explica que se juntan dos cosas, una para la implementación del edificio y  una solicitud que hacen, “porque como  está en deuda con el Gobierno Regional por el cofinanciamiento de este proyecto, que debió haberlo cancelado hace bastante tiempo y que son sobre tres mil millones de pesos, pero como no tiene los recursos pidió que el Consejo autorizara para que el Gobierno Regional pudiera hacerse cargo de esa deuda y está ahí en estos momentos sin una solución”.

Peñafiel añade que además hay un monto de más de tres mil millones de pesos que estaban pendientes con una deuda con la empresa Sacyr. “Por lo tanto, significaría una autorización superior a los siete mil millones de pesos y en estos momentos es muy difícil poder acceder a una respuesta por el tema de financiamiento, por ser un monto muy grande y por ser una deuda que tiene la municipalidad con el Gobierno Regional, pero se está analizando”, señaló Peñafiel.

En Los Vilos

En el caso de Los Vilos, algunos concejales coinciden en que el edificio municipal, cuyo proyecto se inició hace 8 años, a estas alturas ya es un elefante blanco.

En este caso, tiene un 80% de construcción y se están terminando obras sanitarias, después de eso, se debería llamar a una licitación por más de mil millones de pesos, que ya estarían aprobados por el Consejo Regional.

El concejal Julio Rojos señala que son cerca de 700 millones de pesos para infraestructura, otros 200 millones para mobiliario y el resto para otros detalles.

“Claramente esto se va a demorar 13 meses, es decir, el próximo período alcaldicio es el que va a asumir la nueva realidad, porque estaría habilitado para el 2022. Han sido ocho años de espera y es un edificio que es una vergüenza para Los Vilos, porque ahí está, es un verdadero elefante blanco”.

Por su parte, el también concejal, Cristián Gross, explica que últimamente él ha propiciado dos fiscalizaciones al edificio y “falta terminar las obras sanitarias, paralelamente se está preparando la licitación del término de la obra. Completándose todos los procesos como corresponde, la obra debiese estar operativa en marzo de 2022”.

Gross se muestra optimistas de que los procesos se terminarán y podrán habilitar el edificio, porque hoy están hacinados y gastando en arriendos.

 

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