• Acercando la cultura ancestral a los colegios
    Acercando la cultura ancestral a los colegios
La oficina de asuntos indígenas del municipio coquimbano está impulsando un proyecto piloto que pretende enseñar en escuelas municipales la lengua mapudungun y aimara, como también sembrar huertos para que los niños valoricen la tierra o pacha mama desde temprana edad.

El conocimiento de la riqueza cultural de los pueblos ancestrales de nuestro país poco a poco ha perdido relevancia al interior de las salas de clases. Sin embargo, en Coquimbo quieren acercar el mundo indígena a los más pequeños.
La oficina de asuntos indígena del municipio porteño está impulsando un proyecto piloto en siete escuelas municipales donde se pretende enseñar a niños del primer ciclo a valorizar la tierra a través de la siembra de hortalizas en huertos instalados en los patios de los establecimientos.
Junto a esto, tienen planeado para el segundo semestre iniciar clases de mapudungun y aimara para que este idioma no muera con el avance las generaciones.
Jaime Jiménez, encargado de la oficina de asuntos indígenas, explica que las escuelas fueron elegidas aleatoriamente. Contactándose con los directores de estos establecimientos fue sumando voluntades para participar de esta pionera iniciativa a nivel regional.
Los siete planteles son la escuela Coquimbo (zona centro), Mario Muñoz Silva, Juan Sandoval Carrasco (sector Miraflores), República de Grecia (San Juan), Santa Cecilia y Padre Hurtado (Parte Alta) y República de Italia (Tierras Blancas).
APRENDIENDO A VALORAR LA TIERRA.
Jiménez explica que la motivación de crear huertos en los colegios es “para que los niños desde temprana edad valoricen lo que la tierra entrega y también para estimular en ellos la alimentación sana”.
El primer colegio donde ya se está ejecutando esta iniciativa es en la escuela Mario Muñoz Silva. Allí los niños de kínder son los entusiastas protagonistas a la hora de plantar diversas semillas y hortalizas.
Lo interesante es que se habilitó un sitio de 100m2 en desuso para transformarlo en un atractivo punto verde.
Allí, gracias a la donación de una empresa agrícola de la localidad Rural de Pan de Azúcar, han plantado lechugas, tomates, repollo, coliflor, cilantro, habas, cebolla con la ayuda de un monitor con raíces mapuches (Cupertino Railef) quien de manera voluntaria y sin fines de lucro colabora en el proyecto se llevar su cultura a las aulas.
Caleb Cabre, director del establecimiento educacional, destaca que este tipo de iniciativas “permite crear conciencia ecológica a los alumnos desde chiquititos. Por eso queremos partir con este grupo de niños para implementar el proyecto, para que en el 2013 poder instalarlo en niños de 1° a 4° básico, etapa en que los niños están más receptivos y abiertos a nuevos conocimientos”.
CONOCIENDO UN MILENARIO IDIOMA.
El encargado de la oficina de asuntos indígenas sostiene que la motivación de recuperar las lenguas ancestrales tiene que ver con un compromiso con las personas de la comuna que tienen raíces de pueblos originarios.
Enfatiza que quieren implementar la enseñanza del mapudungun y del aimara independientemente si exista o no un grupo de alumnos menor del 5% con descendencia indígena.
Expone que con recursos propios adquirió dos software computacionales que permiten que los niños del primer ciclo aprendan de manera lúdica y didáctica a leer y hablar estas dos lenguas nativas del país.
Los cursos comenzarían a impartirse en el segundo semestre gracias la flexibilidad en las mallas curriculares que los propios establecimientos han consentido con autorización del DEM y del Mineduc.
Subraya que por el momento no cuentan con financiamiento y lo harán de manera voluntaria. Pero para el próximo año pretenden incorporarse al Programa de Educación Intercultural Bilingüe (PEIB) del Mineduc.
El director de la escuela Mario Muñoz Silva, destaca que será un plus ser uno de los primeros siete colegios de Coquimbo y de la región en contar con la innovadora experiencia.
“Vivimos en un mundo globalizado, donde sabemos mucho de la cultura de afuera, pero poco de nuestras raíces. Así que estamos muy entusiasmados con el proyecto y creo que para los niños es una experiencia novedosa aprender del legado de los aborígenes”.
Jiménez añade que además de enseñar nuevas lenguas y técnicas para sembrar en un huerto orgánico, tienen el sueño de impartir en los colegios talleres de cerámica diaguita, telar mapuche, danza de otros pueblos originarios como el Rapa Nui, y clases de cosmovisión donde enseñarían la astronomía de la cultura Molle.

ESPACIO PARA LAS RAÍCES INDÍGENAS.
Desde que la oficina de asuntos indígenas de Coquimbo se instaló a inicios del 2012 en las dependencias del Domo “Cultura Las Ánimas” han buscado que las culturas originarias se ganen espacios para difundir sus conocimientos.
Es así que también en este lugar (ubicado a pasos de la Plaza de Armas) imparten clases a la comunidad interesada de mapudungun, quechua y rapa nui los días viernes a las 17:00 horas y los días sábado de 10:00 a 12:00 horas.
Junto a esto, hace pocos días recibieron durante la celebración del año nuevo de los pueblos originarios (23 de junio) unos módulos ubicados en el parque O´Higgins que serán destinados para ser punto fijo de talleres de artesanías para aquellos con raíces indígenas.

 

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